¿Creen en el destino?
Ésta es la historia de dos Agentes del FBI, el Jefe de Unidad de Análisis Conductual, Aaron Hotchner y la intrépida Agente Madison Brooks. Aunque ambos no podían verse, estaban destinados a trabajar juntos y aprender a convivi...
Como autora de este fanfiction, decidí tomar algunas libertades creativas con el personaje de Aaron Hotchner. La versión que presento en esta historia no es completamente fiel a la esencia que podrían conocer de él en la serie. Hice algunos ajustes en su personalidad para adaptarlo a la narrativa que deseo contar. Esto no es un intento de alterar o distorsionar el personaje original, sino más bien es mi interpretación personal. A pesar de estos cambios, espero que Hotch siga siendo el hombre amado que todos conocemos y apreciamos.
Además, quiero advertir que esta historia contiene escenas sexuales explícitas. Les pido que lean con responsabilidad y discreción.
Espero que disfruten de la lectura y que esta historia sea de su agrado.
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Habían pasado 2 años desde que Madison Brooks, una Agente Especial del FBI, se había incorporado a la Unidad de Análisis Conductual del FBI. Todo había pasado muy rápido y espontáneo. Su llegada había sido una excepción por un caso, pero se volvió permanente. Madison había sido transferida desde la Interpol, en Londres. Pero su permanencia en Quantico, Virginia se hizo oficial... hace 2 años que lo era. Ella estaba conforme con ser una "perfiladora", le gustaba y se había adaptado rápidamente al ritmo del trabajo, los casos y, lo más importante, al equipo. Había encajado a la perfección y sentía aprecio por todos o, mejor dicho, casi todos. Pero estaba bien, es imposible llevarse bien con todos. El equipo también estaba feliz de tenerla. Habían hecho una muy linda amistad. El equipo estaba formado por Aaron Hotchner, el Jefe de Unidad. Los Agentes Especiales Derek Morgan, Emily Prentiss, David Rossi, Jennifer Jareau, el Dr Spencer Reid y, la Analista Técnica, Penélope García. Todos eran increíbles. Ellos habían estado muchos años trabajando juntos. A esta altura, eran una familia. Compartían mucho tiempo juntos, la mayor parte del día. Era imposible no considerarse una familia. Y, Madison, se había convertido en un miembro querido de esa gran familia. Sin importar el tiempo que llevaba con ellos. Se lo había ganado, ella era muy querida por todos en la UAC. El equipo estaba especializado en la investigación y resolución de casos de delitos violentos y criminales. Utilizaban perfiles psicológicos para entender la mente de los criminales y así poder atraparlos. Trabajaban en estrecha colaboración con las autoridades locales para resolver los casos más difíciles.
Madison Brooks era la personificación de desorden, impuntualidad, simpatía y humor ácido. Era una mujer muy hermosa. Levantaba suspiros en los hombres e incluso, en las mujeres. Era radiante su forma física. Su personalidad era fuerte y poderosa pero, un tanto complicada. Tenía un humor ácido, no tenia filtro para decir las cosas. Decía cosas que cualquier otro mortal no se atrevería a decir en voz alta. Era complicada. Y eso, hizo que jamás pueda llevarse bien con el Jefe de la Unidad. Aaron Hotchner, él era todo lo contrario a ella. Era la definición de orden, puntualidad, organización, estrategia, conservación. Tenía un humor reservado y limitado, no demostraba sus emociones, jamás. Mucho menos en su trabajo. Era muy correcto. Centrado en sus asuntos. Y eso, hacía que chocara, demasiado, con Madison Brooks. Lo único que tenían en común, eran dos cosas: eran excelentes en su trabajo y se odiaban mutuamente. Llevaban 2 años trabajando juntos, pero jamás pudieron llevarse bien.
