AARON HOTCHNER -CORAZONES EN GUERRA- MADISON BROOKS

CAPÍTULO 5

Abrió los ojos lentamente tratando de ajustarse a la luz de la habitación. Él la tenía envuelta entre sus brazos y, una vez más sintió cómo la presión en su pecho regresaba. Era una sensación familiar, donde lo bueno desaparecía en un instante. Suspiró, tratando de encontrar la calma en medio de la turbulencia que la invadía. Sabía que lo agradable del momento, se esfumaria rápidamente, dejándola con una sensación de vacío y confusión. Era como si la felicidad fuera efímera, como si no pudiera aferrarse a ella por mucho tiempo. Se sentía atrapada en un ciclo interminable de altibajos emocionales, y anhelaba encontrar una manera de romper ese patrón. Pero qué magnífico que era verlo... los trazos definidos de su mandíbula y sus labios ligeramente entreabiertos la cautivaban por completo. Sus pestañas largas y oscuras, el recuerdo de sus hermosos ojos marrones que le penetraban hasta lo más profundo de su alma.

-Eres hermoso, maldito -susurró sintiéndose jodidamente perdida y rendida ante él

El suave movimiento de su pecho al respirar era hipnótico, se encontraba fascinada por cada detalle de su cuerpo en reposo... dejó volar su imaginación mientras intentaba visualizar lo que esas telas podrían cubrir. Sus ojos puestos en él, sus manos acariciando su pecho en calma y sus pensamientos contradictorios torturandola. Sabía que este era el comienzo de otro juego de evasión, una montaña rusa emocional que la llevaría a alturas inimaginables y luego la dejaría caer en picada. Se maldecía a sí misma por haber caído nuevamente en esta trampa que solo la perturbaba. Se había prometido a sí misma que mantendría distancia para protegerse, pero ahí estaba sintiéndose cada vez más deseosa de él. Sabía que estar cerca solo traería más dolor y confusión a su vida. Pero, a pesar de todo, disfrutaba cómo se sentía tenerlo cerca. Era como si todos sus problemas desaparecieran por un momento y solo existieran ellos dos en ese espacio. Sentía una atracción innegable y no tenía control de sus acciones, simplemente caía una y otra vez buscando cualquier excusa para estar cerca.

<contradictorio y abrumador>

Tenía claro que, cuando ese hombre abriera los ojos, simplemente la alejaría y evitaría hablar de lo que sea que haya sucedido. Se encontraba en una encrucijada, atrapada entre el deseo de aferrarse a él y el miedo de volver a caer en el mismo ciclo de dolor y confusión.

Aunque su corazón anhelaba quedarse, sabía que lo mejor era irse antes de que él despertara. Suspiró profundamente rompiendo el abrazo que los unía, se levantó de la cama y se puso sus zapatos. Lo miró por última vez, sintiendo un sinfín de emociones que se agolpaban en su pecho. Le dió un beso suave en la frente, lo cubrió con la manta y salió de la habitación.

Al llegar a su casa, se dió una ducha, se alistó y preparó café. Se dejó caer en el sillón, con la cabeza llena de pensamientos que se enredaban como una maraña. Se sentía abrumada por todo lo que había sucedido y esperaba pacientemente que llegara el momento de volver al trabajo y tener que sobrevivir a la frialdad de ese hombre.

Hotch se despertó lentamente, dando movimientos perezosos en la cama mientras su sentido del olfato capturaba el aroma familiar de Madison. Extendió la mano hacia el lado libre de la cama, pero solo sintió las sábanas frías y vacías. Abrió los ojos, frotándoselos con ambas manos, y se dió cuenta de que ya no estaba a su lado. Decidió quedarse un rato más en la cama, dispuesto a ignorar, una vez más, lo que había sucedido. Se perdió en sus pensamientos, tratando de descifrar el motivo por el cual ella se había ido antes. Una sensación de frustración y confusión lo invadía, mientras su mente jugaba con diferentes posibilidades. Tal vez, se había arrepentido de haber dormido con él y ahora quería distanciarse. Suspiraba aterrado de enfrentar la verdad, solo debía ignorar el asunto. Finalmente, se levantó y se dirigió al baño. Se dió una ducha, dejando que el agua caliente le ayudara a relajarse y aclarar su mente. Mientras el agua caía sobre su cuerpo, se mentalizó para enfrentar otro día de trabajo, tratando de dejar atrás los pensamientos confusos y dolorosos que lo atormentaban.