CAPÍTULO 51

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-Aaron, tua figlia non mi ha lasciato dormire per tutta la notte! Mi ha fatto alzare per andare in bagno a fare pipì infinite volte -exclamó eligiendo el look del día - ¡Aaron! ¡Debes levantarte! Jack ya se fue a la escuela y, nosotros debemos prepararnos para ir a la cita con el ginecólogo

-Mujer, por favor. Menos energía -musitó entre dientes

-¡Levántate, perezoso!

-Veo venir un gran día -suspiró

-Spen y Zoé lo llevaron a la escuela. Nosotros, después de la cita con el ginecólogo, tenemos que ir al centro comercial a recoger unas compras que hice. Tenemos que enviar las últimas opciones que elegimos para la recepción de la boda -resopló vistiéndose con otra opción - ¡Ay, Aaron! Nada de mi ropa me entra, ¡todo me queda horrible! Los pantalones casi no me cierran y me siento fatal -se angustió rompiendo en llanto

Aaron suspiró profundamente, se sentó en el borde de la cama al saber que hoy sería uno de esos días complicados. Se puso de pie para alcanzarla y darle contención, mientras intentaba no salir golpeado ni regañado en el intento

-Dulzura, tú estás hermosa y, es lógico que sientas un poco de incomodidad con la ropa porque tu vientre está creciendo. Cariño, toda tu ropa es minúscula... mira, ponte un vestido y cuando vayamos al centro comercial te compras ropa nueva para estar más cómoda, ¿sí? -la tomó suavemente del mentón para mirarla - yo me encargo de mandarle a la wedding las opciones que elegimos y, tú te darás un baño de inmersión al regresar, ¿te gustaría eso?

-Sí, me gustaría mucho... pero solo si tú te metes a la bañera conmigo  -susurró abrazándolo - me duelen mucho los pechos

-En eso también te puedo ayudar, dulzura - la alzó a upa entre sus brazos, recostándose suavemente en la cama para tomar la crema en la mesa de noche - te haré masajes y, luego comenzaremos con el día... respira mujer, afrontaremos el día a tu ritmo, ¿okey?

-No, no quiero que me hagas masajes con crema -suspiró - quiero que me alivies la incomodidad con tu boca, por favor, vita mia

-Sabes que me encantaría, pero el ginecólogo no lo recomienda -suspiró

-Por favor, solo un poco... amore mio -suplicó

-Sabes que son mi debilidad, no podré parar porque no me controlo. El médico fue muy específico en que la estimulación en los pechos podría causar contracciones uterinas, por favor, no me pidas eso porque sabes que no me gusta no complacerte

-Non ti piaccio più... Non ti piacciono i miei seni. È questo, vero? - cerró los ojos llevándose las manos al rostro

-Mujer, ¿cómo te explico que me encantas? ¡Por supuesto que me gustas! ¡Tus pechos son la mejor creación de Dios! ¡Primero estás tú y luego las 7 maravillas del mundo! Por favor, no te pongas mal, cariño -suspiró intentando ser paciente y comprensivo - mira cómo me enciendes, mujer y, solo basta con mirarte para sentirme completamente excitado. Linda, no llores, por favor

-Ya no estoy llorando -quitó sus manos esbozando una sonrisa - ya no estoy tan triste y lamento  agobiarte con mis cambios de humor -se limpió las lágrimas con el dorso de la mano para besarlo con vehemencia - quiero hacerlo sobre la mesa, cielo

-Dulzura -debía ser paciente, comprendía que esos cambios le afectaban más a ella que a él

-Por favor, quiero hacerlo y en la mesa -suplicó besándolo con más intensidad y deseo

AARON HOTCHNER -CORAZONES EN GUERRA- MADISON BROOKSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora