¿Creen en el destino?
Ésta es la historia de dos Agentes del FBI, el Jefe de Unidad de Análisis Conductual, Aaron Hotchner y la intrépida Agente Madison Brooks. Aunque ambos no podían verse, estaban destinados a trabajar juntos y aprender a convivi...
Habían transcurrido 5 años desde uno de los días más felices de Madison y Aaron, el día en que se convirtieron en esposos. Para ambos, parecía como si hubiera sido ayer; vivían cada día con una intensidad que superaba incluso los primeros momentos, amándose y descubriéndose mutuamente día a día. Durante esos 5 años, muchas cosas habían sucedido y cambiado. Spencer se había mudado permanentemente con Zoé, llevando su relación a un nivel más serio y formal. Jack, con sus 12 años, seguía siendo un niño excepcional y tierno, con un excelente dominio del italiano e incluso del francés, seguía tan curioso como siempre, ahondando en el ámbito de la escritura, que se había convertido en su pasión, pasión que compartía con Madison, de hecho se encontraba escribiendo un libro en conjunto con ella. A pesar de los años, seguía siendo el niño consentido de su madre, quien veía en él un eterno espíritu creativo y explorador que la desarmaba por completo, aumentando la complicidad entre ambos. Ella, por su parte, había renunciado a la Universidad para dedicarse a su trabajo en la UAC y como autora de sus libros. Hotch continuaba como Jefe de la Unidad. Jane, la pequeña de la casa, era un torbellino de energía y carisma. Su presencia irradiaba una mezcla única de fortaleza y audacia, características que la convertían en la debilidad de todos. Físicamente, compartía rasgos con Madison, pero su personalidad reflejaba la esencia de Aaron, de manera sorprendente. Era como si llevara en sí misma la combinación perfecta de ambos. Su mirada brillante y su sonrisa traviesa conquistaban a todos a su alrededor. Era la consentida de los hombres de la familia, quienes la mimaban y protegían con ternura y admiración. Su curiosidad era insaciable, siempre explorando el mundo que la rodeaba. No temía a los desafíos y se enfrentaba a cada situación con determinación y gracia. Elocuente y perspicaz, Jane tenía la habilidad de cautivar a todos con sus palabras y ocurrencias, dejando a todos maravillados por su agudeza y encanto natural. Con una chispa única en su mirada, lograba conquistar a todos y ponerlos a sus pies
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-Aaron, me adelantaré porque Jack tiene que buscar a unos amigos antes de ir a la escuela -exclamó Madison saliendo del vestidor al tanto se terminaba de arreglar el cabello - en 45 minutos, debes llevar a Jane a la escuela, ya le preparé la mochila y la lunchera -suspiró al ver que él solo gruñía negado a levantarse - ¿Aaron? Cielo, ¿estás escuchándome?
-Sí, cielo. Solo me estoy tomando un momento -susurró entre bostezos - ¿Tú te irás directamente a la oficina o volverás a casa y nos iremos juntos?
-Dejaré a Jack en la escuela y me iré directamente a la oficina porque tengo algunas cosas que debo hablar con García- suspiró acercándose al borde de la cama para consentirlo
-Necesito dormir -se quejó acomodándose en la cama para tomarla de la cintura y regresarla a su lado- anoche nos quedamos dormidos -se lamentó
-Estábamos muy cansados -se lamentó también dándole un beso en el pecho - e igualmente no hubiéramos podido haber hecho nada porque Jane se rehusó a dormir sola en su habitación
