CAPÍTULO 18

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AARON...

-Buenos días, Leoncito -lo despertó besándole la espalda

-Buen día, Kate -suspiró sintiéndose ahogado desde temprano

-Anoche estuviste magnífico -sonrió acostándose mientras llevaba las sábanas a su pecho

-Debo irme -musitó sentándose en el borde la cama - el check-out es hasta el mediodía. Puedes quedarte si quieres

-¿Por qué no te quedas conmigo? -suplicó

-Tengo trabajo -se puso de pie vistiéndose

-¿Me llamarás?

-Mis tiempos son limitados, no te prometo nada -se terminó de acomodar agarrando sus cosas que estaban en la mesa de noche

-Leoncito, ¿no hay un beso para mí? -se arrodilló en la cama para alcanzarlo

-Que estés bien, Kate - le dió un beso fugaz, se aclaró la garganta y salió de la habitación

Salió del hotel con paso firme, subiéndose a su camioneta. Un suspiro escapó de sus labios mientras comenzaba a sentirse abrumado desde temprano. A pesar de la determinación de concentrarse en el trabajo, la imagen de Madison seguía presente en su mente. Pensar en lo que había sucedido y en lo que pudo haber hecho ella, le oprimían el pecho con tanta fuerza que lo asfixiaba y le quemaba por dentro

MADISON...

Matt! Debes irte -lo sacudió mientras se ponía de pie para apagar la alarma

-¿Qué hora es? -preguntó estirándose perezoso

-Hora de que te vayas -repitió- yo me debo preparar para irme a trabajar... hoy tengo algo importante y no puedo llegar tarde

-Te llevo... bueno, te acompaño -se sentó acercándose a ella para tomarla de la cintura y devolverla a la cama - ¡Dame mis buenos días como corresponde, princesa!

-Déjame -intentó disimular la sonrisa - de verdad, debo irme o llegaré tarde

-¡Dame mis buenos días o no saldrás de esta cama!

-Buenos días -se aferró a su rostro besándolo - ¿feliz? Ahora, debo irme

-Yo estoy feliz y él también -miró su miembro erecto - ¿lo alteras y no harás nada para calmarlo?

-Debes irte -suspiró deslizándose de la cama para ponerse de pie

-Hoy me iré y no volveré nunca más, princesa -la detuvo con suavidad mientras se acostaba para recostarla sobre él

-Y eso está perfecto -redondeó los ojos - no te extrañaré ni un poquito

-Dame una despedida memorable -apretó sus glúteos acercándola más a él mientras le besaba el cuello

-Pero elige -lo tomó de la barbilla para que la mirara - sexo tradicional, masturbación o sexo oral

-Todo y más -suplicó envuelto en llama

-Una sola cosa o nada -exclamó - elige rápido que el tiempo se agota

-Todo -giró su cuerpo poniéndola debajo de él mientras la besaba con intensidad sus dedos bajaron a su botón de placer - Cuando digo todo es porque puedo hacerte todo, princesa

Oh, Dios! -se terminó de estremecer cuando la penetró sin dejar de estimularla, sentía sus besos húmedos en cada tramo de su piel

-Quiero recordar esto por siempre -musitó extasiado viendo cómo se retorcía debajo de él - aunque eso me complique cada vez que intente tener sexo con otra persona porque esas otras jamás podrán igualarte y, ese será mi castigo, amore mio

AARON HOTCHNER -CORAZONES EN GUERRA- MADISON BROOKSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora