CAPÍTULO 40

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-¡Buenas noches, mi amor! -susurró Madison cuando Aaron entró a la habitación -¿Cómo estás? ¡Te extrañé mucho! ¡Estuviste en Phoenix dos días! ¡Ven, ven, ven! - comenzó a agitar los brazos para que él se uniera a ella

-¡Hola, dulzura! -le devolvió el saludo entre bostezos por el cansancio que sentía acumulado en su cuerpo - ha sido un caso complicado y largo

Se acostó en la cama quedando sobre ella y se abrazaron dejando escapar un suspiro de satisfacción al sentirse y reencontrarse

-Te extrañé mucho, dulzura - comenzó a darle todos los besos que no pudieron darse durante el tiempo que estuvieron separados mientras ella le depositaba un sinfín de besos en el rostro

-Te extrañé mucho -intensificó los besos al tanto sus manos tenían la desesperación de sentir su piel

-Lo siento, linda -se alejó uno centímetros - te prometo que te extrañé muchísimo y que quiero estar contigo pero, no recuerdo cuándo fue la última vez que dormí y estoy cansado... solo quiero ducharme meterme a la cama, abrazarte fuerte y dormir

-Lo siento... entiendo perfectamente que necesitas descansar, cariño. Pero llevo más de un mes de reposo en casa, me aburro mucho y, tengo mucha energía acumulada -suspiró al sentir que la recuperación del disparo había sido eterno- te preparé la cena -le dió un beso a casto en los labios y se deslizó para ponerse de pie - tú dúchate mientras yo te caliento la cena, así comes rico

-Gracias, linda -se estiró perezoso para dirigirse al baño - quizás la ducha me reviva un poco

Madison se dirigió a la cocina y preparó la cena, organizando una bandeja para que pudiera cenar en la habitación. Mientras tanto, él se duchó y se metió directamente en la cama, sintiéndose aliviado al relajar su cuerpo después de tanto esfuerzo

Oh, linda! No era necesario que me lo traigas a la cama -sonrió al verla entrar - me podía levantar a cenar y ya luego dejaba la cocina limpia

-Déjame consentirte, mi amor - se sentó en el borde de la cama entregándole la bandeja

-Todo este tiempo que estuvimos juntos en casa, fueron los días más felices de mi vida -suspiró de satisfacción al sentir la delicia que esa mujer había cocinado - es increíble lo bien que cocinas, dulzura

-No niego que soy muy feliz conviviendo contigo pero... estoy sola el mayor tiempo del día, me aburro muchísimo y, nada me distrae. Ya no puedo estar un día más en casa, necesito volver a trabajar, cariño -suspiró - estoy en perfectas condiciones... pasó más de un mes y, te prometo que me volveré loca si no comienzo a trabajar cuanto antes

-Te entiendo, linda. Pero es algo que ni tú ni yo podemos decidir, falta poco para tu cita médica y estoy seguro de que te van a dar el alta definitiva

-Jack no quiere que yo regrese a trabajar -sonrió pero sentía que la angustia la invadía- todo este tiempo estuve centrada en él y, simplemente ahora se acostumbró a mi presencia permanente

-Se volverá a acostumbrar a que no estemos en casa todo el tiempo y, Jesi estará contenta de volver a la rutina con Jack o, bueno eso creo, porque no tiene intenciones de volver del viaje en crucero que le regalaste -rió

-Está tan feliz. Todos los días manda fotos para que conozcamos los lugares que está recorriendo -sonrió

-Fuiste muy linda al tener ese gesto con ella, dulzura

-Es lo mínimo que se merecía. Ha dedicado muchísimo de su tiempo en nosotros, solo quería recompensarle un poco y, qué mejor momento donde yo me podía hacer cargo completamente de mi niño -se acomodó dispuesta a hablar para que él pudiera terminar de cenar tranquilo - en estos dos días logré terminar el libro que estaba escribiendo y ya comencé uno nuevo enfocado exclusivamente en psicología forense -comentó emocionada por el nuevo proyecto

AARON HOTCHNER -CORAZONES EN GUERRA- MADISON BROOKSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora