AARON HOTCHNER -CORAZONES EN GUERRA- MADISON BROOKS

CAPÍTULO 8

Madison abrió los ojos con pereza ante el tintineo insistente de su teléfono, rompiendo la tranquilidad de la habitación. El dolor de cabeza, que la había atormentado antes de dormirse, se había disipado, dejando espacio para una sensación de alivio. Con gesto adormilado, se acomodó en la cama, permitiendo que sus ojos se acoplaran lentamente a la luz. Extendió la mano hacia el teléfono, lo desbloqueó y... era Hotch

-Buen día, Hotch... dime que tienes un motivo que justifique tu llamada matutina, de lo contrario tendré una justificación para golpearte-atendió tratando de despertarse

-Madison... solo sé amable, mujer... ¿Cómo estás? -preguntó tratando de simular la risa que le provocó su comentario

-Acabo de despertar... estaba profunda -se estiró mirando la hora - ¡Aaron! Son las 7 a m. Hablamos anoche, a la madrugada volviste a llamar... te prometo que estoy bien. ¡Es muy temprano!

-Estoy a unas cuadras de tu casa... salí a correr y quiero verte - hizo silencio para esperar una respuesta

-Okey, pero trae té de la cafetería de la esquina o no te abriré -exclamó levantándose de la cama para vestirse

-Estaré enseguida -cortó la llamada

Se vistió rápidamente con un short y una remera de pijama. No tenía ánimos de arreglarse más, además no lo necesitaba. Todo lo que se ponía, resaltaba su belleza natural.  Tomó una manta y se envolvió en ella mientras se sentaba en el sillón, esperando con cierto cosquilleo en el estómago la llegada de Aaron

El sonido del timbre resonó en la casa y, con pasos ligeros se dirigió hacia la puerta y la abrió

-Buenos días - habló pausado al verlo con ropa deportiva - todo te queda exageradamente sexy - mordió sus labios y se miró a sí misma - tú deberás conformarte con este gusano envuelto - por muy bella que era, estar envuelta en una manta no la hacía para nada sexy

-Te abrazaría pero estoy deplorable -sonrió acercándose para darle un beso - tú siempre estás sexy... incluso cuando decides hacer la  metamorfosis -bromeó

-¡Aaron! - sonrió rodeándolo con sus brazos sin importarle el sudor - quiero matarte por haberme despertado a la madrugada y ahora

-Toma... tu pedido y guarda tus garras - extendió el vaso de té al tanto entraba a la casa

-Tengo sueño -suspiró tomando el vaso mientras se aferraba más a su cintura

-Tendrás todo el día para dormir y, yo dormiré contigo - susurró haciendo que ella lo mire directamente

-¿Cómo? -preguntó confundida

-Tengo el día libre. Jack estará afuera todo el día porque tiene una salida escolar. Y, si estás de acuerdo, él quiere verte... me pidió que a la salida de la escuela, quiere venir contigo. Pero, solo si tú quieres y te sientes bien

-Sí, yo también lo extraño. Tráemelo -sonrió sentándose en el sillón mientras se refugiaba entre las mantas

-Te advierto que yo estoy incluido en el paquete de Jack -bromeó- ¿Cómo pasaste la noche?

-Premio y premio, me agrada eso -sonrió- Dormí toda la noche... sin problemas -mintió para no preocuparlo

-¿Cuántas veces vomitaste? -la regañó

-¡Aaron, no me perfiles! -lo regañó más fuerte

-No te perfilo... arrugas la nariz cuando mientes -acercó su mano su rostro acariciándole la mejilla