CAPÍTULO 55

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Habían pasado seis meses desde el nacimiento de Jane. Hotch regresó a trabajar cuando la bebé cumplió el primer mes de vida, mientras que Madison se incorporó cuando la pequeña cumplió los cinco meses de vida y comenzó a tomar fórmula en paralelo con la lactancia, pero solo en la UAC, aún permanecía con licencia en la Universidad. Jesica se quedó como niñera de la pequeña y se encargaba de Jack mientras ellos estaban fuera, quien se opuso rotundamente a que pusieran otra niñera que no fuera ella, e incluso Zoé solía pasar largos ratos cuidando a Jane para ayudar a Jesica, porque así lo había deseado la chica. Todo se había acomodado perfectamente y tanto Madison como Aaron pudieron equilibrar sus tiempos entre el trabajo y el tiempo de calidad con sus hijos y la familia

-¡Aaron! ¡Mañana es nuestra boda! -exclamó con una emoción palpable en sus palabras al tanto quedaba sentada a horcajadas sobre él - ¡Buenos días, futuro esposo!

-¡Buenos días! -sonrió perozoso tratando de incorporarse a la realidad - es muy temprano y, tienes mucha energía a pesar de haber pasado una mala noche con Jane

-Jane está en su habitación durmiendo y yo no me caso todos los días con el amor de mi vida -se justificó comenzando un ataque de besos y caricias

-No sé qué hice en la vida para merecer una esposa tan sexy y espectacular como tú - sonrió intercambiando roles

-Futura esposa -lo corrigió dándole un toque en la nariz con su dedo - aún no me convierto en tu esposa y todavía no sé si te daré el sí o el no en el altar

-Tú, pequeña traviesa, me darás el sí. ¡Oh, sí! ¡Por supuesto que me darás el sí! -asintió devorándole el cuello y el escote con vehemencia provocando que riera carcajadas

-¿Tenemos tiempo? -sugirió traviesa al tanto enredaba sus piernas alrededor de su cintura para atraerlo hacia ella - ya me arrepentí y no quiero esperar hasta nuestra noche de bodas

-Dulzura, te dije que era una idea absurda porque yo no puedo estar lejos de ti y tú no puedes estar lejos de mí - su mano descendió desde su cuello por su torso hasta su muslo con determinación y suavidad, dejándole un rastro de electricidad en su piel

-Quería que guardáramos energías y deseo el día antes de la boda para que pudiéramos disfrutar al máximo nuestra noche de bodas -rió burlona mientras danzaba debajo de él por los toques sorpresivos que él le daba

-Siempre habrá energías y deseo para estar contigo, con la misma intensidad que siempre -susurró besándola suavemente sobre sus labios mientras sus dedos se abrían paso en su intimidad

-Estoy muy emocionada al saber que por fin nos casaremos -hundió la cabeza entre las almohadas mientras sus caderas se movían con cierta urgencia al sentir el zigzagueo de sus dedos - ¡qué afortunada por tenerte de esposo! -gimió mientras sus manos se enterraban en sus hombros

-Afortunado soy yo, mujer -habló ronco deslizándose hacia abajo al tanto aferró sus manos  sobre sus caderas para posar sus labios directamente sobre su intimidad

-Merda! Che bravo sei -musitó ahogada sintiendo que se le contraían hasta los párpados, se encontraba sumergida en el placer por la estimulación que él le proporcionaba - Merda, Aaron! -se retorció ante un movimiento deliberado que la llevó a derramarse en éxtasis, dejando escapar sus jugos de placer

-Ven -ordenó con la voz temblorosa mientras se sentaba sobre la cama - ¡Súbete!

-Un segundo, cielo -sonrió hundiéndose en el colchón mientras sus piernas se contraían con fuerza y sus caderas se retorcían sobre la cama

AARON HOTCHNER -CORAZONES EN GUERRA- MADISON BROOKSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora