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Capítulo 24: Gracias│𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥 (ᴘᴀʀᴛᴇ 3/4)

Luego de arduos intentos en los que no había tenido éxito, finalmente logró sacar la katana del demonio que lo tenía clavado en una de las gruesas columnas del lugar. Cayó al suelo como si fuera una simple hoja y en un movimiento rápido, pero desgarrador desenterró la katana que atravesaba su pecho. 

Ahora vendaba la herida rápidamente, para evitar que más sangre siguiera fluyendo fuera de su cuerpo, se sentía un inútil. Almenos tenía algunas horas antes de morir por pérdida de sangre. Debían derrotar a la luna superior uno para aligerar la carga de los que aún podían luchar. 

- ¡¡M-mui!! - Genya lo llamó desesperado, Muichiro no dudó en socorrerlo. 

- ¡¡GENYA!! - Se inclinó para revisar el estado de el azabache, las lágrimas no tardaron en presentarse; Estaba aliviado. - ¡¡Estás vivo!! ¿Puedes reconectar tu cuerpo? 

Genya sonrió. A pesar de que el joven de bellos orbes turquesa tenía una herida grave y que probablemente moriría en unas pocas horas, se preocupaba por su bienestar. Observó los vendajes contrarios que se encontraban manchados de la sangre del Tokito, frunció levemente el entrecejo. 

- Sí, pero será complicado... ¿Tú estas bien? 

- Sí.. - Miró sutilmente sus propias heridas. - No te preocupes por mí, debemos ayudar a Sanemi-san y Himejima-san cuanto antes. 

Muichiro acarició las hebras oscuras contrarias, Genya aún insatisfecho hizo caso al joven del que estaba completamente enamorado, visualizó a lo lejos algunos mechones del cabello del demonio, era lo que necesitaba. 

- Mui ¿Puedes traer el mechón de cabello para que pueda comerlo? - El mencionado asintió - Quiero pelear, protegerte a ti y a mi hermano.. hasta el final. 

Una sonrisa se coló en los labios del menor. 

- ¡Bien..! ¡Luchemos juntos hasta el final, Genya!

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Por un momento pensó que el brazo de la luna superior tres, Akaza, atravesaría su estómago. Ante ello algunos recuerdos de sus difuntos seres queridos vagaron por su mente. Sabito estaba apoyándole para que no se rindiera y siguiera luchando. 

- ¡Tienes que pelear, debes continuar. Giyuu, no te rindas!

Aún podía sentir en sus mejillas el impacto de la bofetada que Sabito, su mejor amigo le dio ese día como si hubiera sido ayer. 

- ¡Yuu-chan, tú puedes!

El recuerdo de la dulce y nostálgica sonrisa de Tsutako, su adorada hermana mayor, inundaba su pecho de grata calidez, siempre estaba apoyándole. 

No moriría, almenos no ahí.. 

Debía continuar, con dificultar evadió el ataque mortal de Akaza, dejando una simple herida superficial en el proceso. Pudo respirar aliviado, su objetivo no era morir en la batalla contra la luna superior tres, se esforzaría para pelear con sus compañeros y darle fin a la vida del rey de lo demonios, Muzan Kibutsuji. Aquel monstruo que ha asesinado a infinidad de personas inocentes y convertido en demonio a victimas que alguna vez fueron vulnerables. 

Cuando divisó bien, notó que Tanjiro había cortado el brazo del demonio con el que atravesaría su estómago. 

- Eres extraordinario.