Capítulo 7: Tengen Uzui, pilar del sonido

4K 347 51
                                    



Los primeros rayos del sol se asomaban lentamente por la ventana de su habitación indicándole que era ya un nuevo día, se removió entre sus sábanas, no pensaba despegarse de su cómodo futón y su compañero, Kaburamaru tampoco parecía tener esa intención. 

Volvió a cerrar sus parpados, el día anterior había sido "revelador". Había sido una gran sorpresa enterarse que su mejor amigo mantenía una relación en secreto con el hombre que incansablemente maldecía día y noche, no le molestaba en lo absoluto, pues como el mismo dijo: le alegraba que Sanemi haya encontrado a alguien que lo soportara. Lo que le enojaba es que el albino no pensaba contárselo, si el no lo hacía confesar estaba seguro que jamás se hubiera dignado a contarle. 

Soltó un suspiro. 

El pasado, pasado era, ahora que sabía la verdad apoyaría a su amigo y se encargaría que no hubieran secretos entre ellos. 

Con su corazón tranquilo y los pensamientos aclarados decidió que volvería a dormir una hora más... Al menos eso esperaba, la puerta principal resonó, eso significaba que alguien estaba afuera esperando. - Maldición.. - soltó adormecido, no le importó así que dejo al maldito que interrumpió su preciado sueño unos minutos más esperando a que se rindiera y finalmente se largara de ahí. 

Pero no fue así. Los golpes a la puerta volvieron a sonar, hacía caso omiso, pero los llamados eran aún más y más sonoros. Así que con pereza se despego de su futón y con furia se dirigió a la puerta principal para abrirla con brusquedad y encontrarse con el que menos esperaba. 

- ¡Buen día, Iguro! - saludó el llamativo y alto hombre - ¿Seguías dormido? - preguntó como si no fuera obvio, el pelinegro tenía el cabello revuelto como un nido de pájaros y las ojeras de mapache eran notorias en su blanquecina piel, el susodicho arrugó el ceño con molestia pensando en cerrarle la puerta al peli-plata en la cara, descartó la idea sabiendo que el hombre seguiría insistiendo. 

- ¿Qué quieres, Uzui? - cuestionó irritado - ¿No pudiste esperar al menos hasta medio día? 

- No - negó - mis esposas insistieron en que viniera por ellos a primera hora.. o me harían dormir en el suelo, lo cual no es nada extravagante para un dios como lo soy yo. 

Egocéntrico como siempre explicó el pilar del sonido indignado. 

- Pues para tú información, ellos siguen durmiendo como "Toda persona civilizada" - hizo énfasis en sus ultimas palabras.

El peli-plata elevó su cabello elegantemente - Pues como ves.. Yo no soy cualquier persona civilizada - se señaló -  ¡Soy el Dios de las festividades! Extravagante y llamativo. - salió de su burbuja de grandeza para clavar su mirada en el despeinado, descuidado y nada llamativo pilar de la serpiente - Talvez debas arreglarte un poco ¿no crees? 

- ¡Lárgate de aquí, maldito! - gritó harto - ¡Interrumpiste mi sue..! - El albino no hizo caso a sus quejas y dirigió su interesada mirada dentro del hogar del de cabellos negruzcos y la posó en una esquina que daba a un pasillo, en ella se asomaba una cabecita de revoltosos cabellos azabaches y una curiosa mirada azulina que estaba fija en ambos pilares. 

- ¿Giyuu?/¿Tomioka? - llamaron al unísono.

El albino quedó confundido al escuchar que el de baja estatura lo llamó por su nombre en lugar de su apellido, pero optó por no preguntar. 

- Te despertaste.. - susurró el heterocromático a lo que el azabache asintió desde su escondite. - Mira lo que hiciste - masajeó su sien - Me despertaste a mi y a él, pedazo de animal inservible. - dijo amonestado. - Ven aquí, Giyuu - habló, a lo que el susodicho atendió a su llamado, Iguro lo levantó del suelo y lo cargó, cosa que dejó boquiabierto al pilar del sonido. - Cierra la boca o te entrará alguna mosca. - dejo los ojos en blanco. 

𝙻𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎 𝙶𝚒𝚢𝚞𝚞!| ⓢⓐⓝⓔⓖⓘⓨⓤⓤDonde viven las historias. Descúbrelo ahora