𝙻𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎 𝙶𝚒𝚢𝚞𝚞!| ⓢⓐⓝⓔⓖⓘⓨⓤⓤ

Capítulo 2: Un pequeño gran problema

No entendía por que todos los hashiras estaban alborotados y hablando entre sí en el jardín de la mansión Ubuyashiki, después de todo acababa de regresar de la misión que se le fue asignada unos días después de la partida de Giyuu a una villa un poco alejada de la sede. Esperaba a que el azabache ya hubiera regresado para ese entonces, pero por lo visto no era así, todos estaban presentes a excepción del pilar del agua.

- Ya era hora de que regresaras, Idiota - saludó el pilar de la serpiente, Iguro. - ¿Supiste lo que pasó?

Si hace un rato estaba confundido ahora lo estaba aun más.

- Vaya manera de saludar ¿No es así, Imbécil? - dijo con sarcasmo mientras se cruzaba de brazos y rodaba los ojos - Y no, no me he enterado de nada ¿Porque tanto alboroto, eh?

- Será mejor que lo veas por tus propios ojos - Sanemi frunció el ceño, luego siguió a su compañero para por fin saber el motivo de tanta disputa. En cuanto vio de quien se trataba una corriente recorrió su espalda y lo sobresaltó.

Un pequeño azabache estaba sollozando y removiéndose entre los brazos del pilar del sonido disgustado y agobiado - Esto no es nada extravagante - se quejó. En cuanto el azabache observo al peliblanco, estiró sus bracitos hacia él con intención de que este lo llevara consigo, ya que no le gustaba estar entre los brazos de Uzui. 

Sanemi no se negó a la petición de su adorable novio, todos quedaron boquiabiertos al ver como lo tomó en sus brazos y lo arrulló en su pecho con delicadeza, un leve sonrojo se apoderó de sus mejillas y una casi imperceptible sonrisa se dibujó en sus labios. 

Todos dirigieron sus miradas curiosas y sorprendidas hacia el Shinazugawa.

- Ara ara~ ¿Por que Tomioka querría ir con el cascarrabias de Shinazugawa-san? - comentó Kocho con una ceja alzada, cosa que molesto al último mencionado.

- Rezaré por el alma de Tomioka, probablemente algo lo este aturdiendo - Gyomei junto sus manos - Pobre alma en desgracia.

- ¡Esto es muy extraño! - la sonora voz de Kyojuro resonó por el lugar - ¿Shinazugawa y Tomioka? ¡Realmente hay algo extraño aquí!

- ¿Quienes eran esos dos? - Muichiro observaba el cielo y las nubes como lo más interesante del mundo - No recuerdo nada, probablemente no es relevante.

- ¡Kawaii! - chilló Mitsuri con un sonrojo en sus mejillas - ¡Kya! ¡Que lindos son, es como ver a dos gatitos juntos, que ternura!

- ¡Wow! - exclamó Uzui - Esto es aun más interesante que las peleas entre mis esposas ¡Extravagante! 

- Oye, Sanemi - llamó Iguro - Yo sabía que aveces.. bueno no, siempre - se corrigió - eras raro, bipolar y estúpido, pero hoy me sorprendiste, lo eres aun más de lo que imaginaba. 

- ¡¿Pueden cerrar sus malditas bocas de una ves por todas?! - gritó ya harto de la situación. Giyuu se sobresaltó debido al escándalo pero luego volvió a acomodarse después de que Sanemi lo abrazara - ¿Acaso no ven que ya se durmió? - susurró. Las miradas se posaron sobre el tierno azabache que dormía plácida y profundamente entre los brazos del Shinazugawa, ajeno a toda la situación. 

- Debo admitir que Tomioka se ve lindo mientras duerme - soltó con simpleza el pilar del sonido, Sanemi lo fulminó con la mirada al notar su cercanía, luego aparto a su pequeño Giyuu de las miradas ajenas de los pilares y se sentó bajo la sombra del árbol perteneciente a Iguro.

Nadie podía creerlo ¿Enserio Shinazugawa estaba abrazando a Tomioka, después de dejar en claro que lo odia cada que tiene oportunidad de hacerlo? 

Unos minutos después dos voces llamaron la atención de los pilares - El patrón ha regresado - anunciaron al unísono dos jóvenes que compartían rasgos similares, mientras abrían la puerta de madera y ayudaban al mayor a llegar frente a los hashiras.