Capítulo 5: Obanai Iguro, pilar de la serpiente 1/2

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Un nuevo día llego, Shinazugawa y Tomioka estaban tomando el desayuno en la finca del amor perteneciente a Mitsuri quien no paraba de hablar de gatitos, Giyuu la escuchaba con atención mientras que por otro lado Sanemi estaba harto de tanto ruido y risas.  

La puerta de la finca sonó indicando que alguien estaba esperando afuera a ser recibido, Mitsuri sonrió, probablemente ella ya sabía de quien se trataba. Rápidamente fue a abrir la puerta - ¡Oba-san! - saludó sonriente - ¡Buenos días! 

- Buenos días, Kanroji - devolvió el saludo ligeramente sonrojado - Me dijeron que es mi turno de llevar a Shinazugawa y Tomioka a mi finca. 

- ¡Es cierto, casi lo olvidaba! - rascó su nuca avergonzada - Se supone que yo debía llevarlos a su finca ¡Perdónenme por mi distracción! 

- Esta bien, Kanroji - dijo para que la chica no se sintiera mal - Mejor no me hubiera tomado la molestia de venir hasta aquí, así no me llevaba a esos dos conmigo - pensó. 

- Pasa por favor, Iguro-san - pidió la pelirrosa con amabilidad - Iré a avisarles la noticia a Shinazugawa y Tomioka-san. 

El pelinegro atendió a la petición de Mitsuri mientras esperaba en la pequeña sala a sus no tan deseados y futuros compañeros de casa por los próximos dos días. 

La finca del pilar de la serpiente no parecía ser un lugar tan mal para quedarse, aunque él no tenía una buena relación de convivencia estaba dispuesto a hacer todo lo posible para que Iguro no se molestara con él y que Sanemi no tuviera problemas...

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La finca del pilar de la serpiente no parecía ser un lugar tan mal para quedarse, aunque él no tenía una buena relación de convivencia estaba dispuesto a hacer todo lo posible para que Iguro no se molestara con él y que Sanemi no tuviera problemas por lo mismo. 

- Vaya, almenos ordenaste tu cuchitril. - comentó Sanemi mientras observaba cada rincón de la finca. 

- Cierra la boca, Shinazugawa. - ordenó con el ceño fruncido. 

Giyuu sólo se limitaba a observar su pequeña pelea, Kaburamaru tenía mucha curiosidad por conocer a su pequeño invitado, así que descendió de los hombros de su dueño sin que este se diera cuenta y fue serpenteando hasta el pequeño azabache que lo veía curioso. 

- K-a-bu-ra-maru - intentó pronunciar su nombre y esta solo siseó. Giyuu extendió su pequeña manita para intentar acariciar la cabeza del animal exótico que Iguro tenía como amigo, para su sorpresa lo logró. Al lograr su objetivo Giyuu sonrió, Obanai dejo de discutir con Sanemi, ambos voltearon a ver la extraña escena. 

¿Kaburamaru estaba dejándose acariciar por el idiota de Tomioka o solo estaba alucinando? 

¿A-acaso sonrió?

- Kaburamaru - llamó el pilar de la serpiente y esta regresó con su dueño, al lugar donde pertenecía. 

Sanemi cargó a Giyuu quien seguía observando a la serpiente mientras ladeaba su cabeza, un gesto adorable que conmovió ambos corazones pero que obviamente no lo admitirían. 

𝙻𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎 𝙶𝚒𝚢𝚞𝚞!| ⓢⓐⓝⓔⓖⓘⓨⓤⓤDonde viven las historias. Descúbrelo ahora