El Círculo de lo Inexplorado (Ogron y tú- winx)

Cap 10 Pruebas y uniones

-Yo... -me trabo al tratar de contraatacar, ya que no sé cómo, me tiene calada.

Me limito a fruncir los labios, lo que hace que Ogron se deleite.

-Oh, parece que lo estás entendiendo, entendiendo todo el poder que tenemos más allá de Alfea -vuelve el aire egocéntrico con esa expresión que me dan ganas de abofetear-. Disfruta de tus últimos momentos de libertad, hadita, porque pronto te inclinarás ante nosotros -me asegura con una sonrisa diabólica.

Mi respiración se acelera y tengo que tratar de aguantarme las lágrimas. Aparto la mirada rápidamente, pero Ogron llega a ver mi expresión.

-Me encanta verte desesperada, pero sí, la sumisión es tu única opción -su tono se suaviza, pero me siento humillada-, el Círculo Negro es imparable, ¿Por qué malgastar tu energía? -se pone de rodillas ante mí, sus ojos a la altura de los míos, y me tiende la mano-, únete al Círculo Negro, y si logras impresionarme podrás gozar de algunos... Privilegios -su tono no se nota sincero.

Alterno mi mirada entre la suya y su mano tendida. Siento de todo ahora mismo, desde miedo hasta rabia, no sé qué hacer, quiero llorar, quiero abalanzarme sobre él, quiero dejar de existir... Lo odio...

-No quiero tu misericordia -le susurro con orgullo.

Ogron hace un ruido risueño.

- ¿Crees que eres mejor que nosotros? ¿Demasiado orgullosa como para unirte al lado ganador? -critica como si se hubiera ofendido-, eres una ilusa si crees que tu grandilocuencia moral te llevara a alguna parte, lo único que importa en este universo es el poder -me explica.

Respondo con silencio.

- ¿Entonces? ¿Aceptas mi oferta o no? -se impacienta-, no tengo todo el día para tu pequeña rebeldía. La elección es tuya, pero recuerda, no toleramos traidores, así que elige con cuidado -su voz es tranquilizadora, como si me incitara.

Me quedo pensando... Vivir sirviéndoles o luchar y probablemente morir horriblemente... Mis lágrimas comienzan a salir sin control, pero no digo nada, simplemente me pongo de pie y comienzo a caminar hacia él con la mirada baja.

Ogron no dice nada.

Me paro a menos de un metro de él, y sin decir nada, me arrodillo a sus pies, donde caen mis lágrimas.

-Buena chica, parece que aprendes rápido tu lugar -se agacha y me acaricia la cabeza-, tienes potencial, incluso podría... -se corta a sí mismo, y cambia de tema-, tienes mucho que aprender, y espero ver resultados inmediatos -ya me está dando órdenes.

Me siento vacía por dentro, pero tengo la esperanza que en el futuro podré escapar.

-Como servidora, hay ciertas reglas que debes seguir -comienza a entrelazar los dedos en mi pelo-, tienes que ser leal a nosotros, tus deseos personales pasan a un segundo plano, ¿Lo entiendes?

Asiento sin levantar la cabeza.

-Si desobedeces mis órdenes, habrá consecuencias -me dice más seriamente-, ¿Lo entiendes?

Vuelvo a asentir.

-Excelente, tal vez no eres tan cabezota como pensaba -dice con arrogancia-, ahora ponte derecha y mírame a los ojos, quiero tener una mejor idea de lo que te hace reaccionar -me ordena con cierto descaro.

Tardo un segundo en procesar lo que me dice, pero hago lo que me ordena. Noto como tengo los párpados y labios hinchados de llorar, pero me aguanto. Lo que no soy capaz es de mantener el contacto visual.

Ogron me mira fríamente, sus ojos se fijan en mi expresión nerviosa.

-Tienes miedo... ¿Miedo de lo desconocido o de mí? -abro la boca para responder, pero me interrumpe-, bueno, no importa. Debes aprender a controlar tus emociones. -me ordena con mucha autoridad-. El miedo es debilidad, y la debilidad es un lujo que no podemos permitirnos, así que respira profundamente...