Cap 3 Duelo en la biblioteca

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Lo que ha dicho y cómo lo ha dicho me genera una serie de temblores por todo el cuerpo, pero consigo ocultárselos. Por el contrario, creo que envalentonarme con él podría ser la mejor estrategia, ya que le ocultaría mi miedo, e igual de tanto fingir valentía, tendría algo de esta.

-Eso no es muy amable por tu parte -le respondo con un tono de falsa pena.

Parece que mi voz y actitud atrevidas lo enfurecieron aun más, y es que a lo mejor nunca hubiera esperado tal comportamiento de mi parte. Aprieta visiblemente los dientes mientras sus ojos brillan de pura rabia. Da otro paso hacia mí.

- ¿Cuándo dije que quería ser amable? -dice con una frialdad que me provocó un cosquilleo por la columna.

Me muerdo el labio inferior de manera obvia para fastidiarlo, pero de repente su cara cambia. La ira se sustituye por... Una expresión distinta.

-Con ese comportamiento atrevido y esa manera de atreverte a responderme... -su voz denota mucha intensidad, y me empiezo a sentir abrumada-, tú... Tú sabes muy bien lo que me estás haciendo...

Me deja pensativa mientras camina hacia mí de nuevo, y sin darme cuenta está a pocos centímetros de mí. Toda la valentía se esfuma de mi cuerpo, dejando sola e indefensa a mi Maira interior.

-Solo... ¡Estaba jugando a tu juego! -le confieso por culpa de lo inestable que me siento mentalmente.

Su interés pareció volver a resurgir.

-Estás, realmente estás jugando conmigo -piensa en alto-, pero te advierto que no juegues a algo en lo que no estés segura de que vas a ganar...

Se inclina para poner su cabeza a la altura de la mía, y verlo tan de cerca hace que me quede de piedra, presa del miedo. Durante unos segundos permaneció así, mirándome directamente a los ojos. Y volvió a hablar de nuevo, con una voz diferente.

-Me gusta -declara con una media sonrisa.

Lo empujo y doy un salto hacia atrás y me pongo en una posición defensiva.

- ¡Ni me toques! -trato de advertirle con una amenaza seca.

Ser empujado parece que le enfada, pero a la vez... No. Se veía que se había dado cuenta de que me había subestimado, y no trataba de esconderlo.

-Pues no me temo que lo haré... -responde con un tono que no sé identificar, aunque lo más parecido ha sido que me ha amenazado...

Me parece complicado que lo haga, ya que a pesar de ser más baja que él, puedo correr muy rápido.

- ¿Y entonces qué más? -replico quitándole importancia y le lanzo una mirada de pesadez.

Parece que el ser borde con él no tiene el efecto deseado, ya que sonríe con pillería, aunque no descarto que él esté utilizando la misma estrategia conmigo para que baje la guardia.

-Entonces haré lo que me apetezca contigo -su tono vacilón me pilla por sorpresa, pero trato de mantener la compostura.

Vuelve a acercarse a mí, pero cuando está lo suficientemente cerca, junto mucha saliva en la boca y le escupo en toda la cara. No me quedo a ver su reacción porque empiezo a huir corriendo. Oigo que dice algo a lo lejos.

-Tú... Tú realmente eres una hadita muy valiente... -esta vez no suena a algo parecido a un cumplido, sino que lo dice cargado de rabia-, pero no te vas a escapar tan fácilmente.

Corro todo lo rápido que puedo, pero al no saber dónde estoy yendo tengo que luchar contra el instinto que me dice que frene para poder orientarme. Noto como las pisadas de Ogron son más rápidas que las mías, y están cada vez más cerca.

El Círculo de lo Inexplorado (Ogron y tú- winx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora