Cap 23 Un baño caliente

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Trato de forzar la puerta, pero parece que Ogron la ha cerrado con algún tipo de magia.

-Hasta que no vengas no vas a salir -me recuerda desde el otro lado del baño.

Sigo tratando de forzar la puerta a la fuerza, pero voy a optar por reventarla con magia a este paso.

- ¡Viento...! -no logro convocar mi hechizo porque una corriente de humo negro me rodea rápidamente.

Me tapa la boca y me rodea la cintura. Trato de gritar, pero no me deja ni siquiera emitir un sonido, por lo que trato de agarrarme al pomo para no ser arrastrada, pero la magia es más fuerte que yo.

-Chica lista pero ingenua -se burla el mago mientras me arrastra hacia él.

Me retuerzo de todas las maneras posibles, pero no da resultado y termino rodeada por sus brazos de nuevo. El humo desaparece y me quedo aprisionada contra su pecho desnudo.

- ¡Suéltame! -le ordeno tratando de sonar ruda.

Ogron se ríe de manera burlona.

-Suéltame -repite, imitándome con voz burlona.

Incluso agarrándome contra él, se las arregla para abrir el grifo de la bañera, dejando correr agua caliente que poco a poco va formando vaho en las ventanas y el espejo, y también empieza a darme calor a mí.

-Vamos Maira, solo planeo pasar un buen rato... -ronronea cerca de mi oreja.

Sus susurros me hacen sentir una calidez inesperada, como si me destensaran los músculos poco a poco, hasta el punto de que dejo de verle el sentido resistirse a esto.

Solo... Solo es un baño... ¿No? Igual debería a empezar a ser más selectiva con mis batallas.

- ¿Cuánto durará? -pregunto con cautela, aun mirando al frente, pero con todo mi cuerpo pegado a él.

Noto como una pequeña risa aflora desde su abdomen.

-Lo que nosotros queramos, hadita -responde con complicidad.

Me lo pienso unos momentos antes de responder.

-Es... Está bien -me trabo al responder, pero realmente estoy de acuerdo.

-Bien, ahora quítate la ropa... -me ordena, casi relamiéndose.

Retira sus brazos de mí y da un paso hacia atrás para dejarme espacio. No lo miro, pero oigo como él hace lo mismo. Respiro profundamente y me quito la camiseta.

Me giro un poco para mirarle por encima del hombro, y tengo que resistirme para no bajar los ojos de su cara, pero él no parece hacer lo mismo, sino que me recorre con una mirada voraz.

-Ven aquí -me dice y me tiende la mano para ayudarme a entrar a la bañera.

La tomo con cuidado y entro. Me siento en el medio con los brazos abrazándome las rodillas, y espero a Ogron. Se sitúa detrás de mí, y coloca sus piernas estiradas a mis lados, de manera que termino sentada entre ellas.

-No estés nerviosa -me tranquiliza mientras me pone las manos en los hombros.

Me atrae hacia él, y finalmente terminamos recostados boca arriba, yo sobre él, y el agua nos cubre bastante bien, pero la falta de espuma de deja completamente expuesta.

-Qué bonitas.

- ¡Ogron! -le riño mientras me tapo con los brazos, y no puedo evitar una sonrisa nerviosa.

El mago también se ríe y parece que compartimos un momento que podría calificarse de gracioso.

Miro a mi alrededor y a los pies de la bañera diviso un pequeño carrito con lo que parecen ser geles, champús, jabones y cosas de ese estilo, por lo que me incorporo y agarro el primero que alcanzo.

- ¿Este vale? -le pregunto mientras lo abro para olerlo. Huele a vainilla.

-Sí, pero echa muy poco o acabaremos haciendo la fiesta de la espuma -responde con una seriedad que me resulta chistosa.

Vuelvo a abrir el grifo y comienzo a verter el gel líquido, que no tarda en hacer mucha espuma. Después de unos instantes cierro el grifo y vuelvo a recostarme sobre Ogron, el cual está cubierto de espuma hasta el cuello.

-Reconozco que es agradable -digo sin pensar, y justo después me invade la vergüenza.

El mago parece no darse cuenta.

-Te lo dije -responde con recochineo-, y más que puede ser...

Sin previo aviso, me agarra las manos con delicadeza y las lleva hacia detrás de su cuello, donde por instinto entrelazo mis dedos.

Comienza a acariciarme, y se siente muy suave producto del agua con jabón. Sus manos están calientes y es muy agradable al tacto. Las desliza por mi cintura y abdomen, subiendo hasta mis pechos y acariciándolos y estrujándolos con cuidado, y luego vuelve a bajar, como un proceso que se repite tantas veces que pierdo la cuenta.

Arqueo mi cuello para mirarlo y me doy cuenta que la espuma ha subido tanto que ahora su perilla está llena de esta, y una carcajada sale de mí.

- ¿Qué te hace tanta gracia? -pregunta con fingida indignación.

Tardo unos instantes en dejar de reírme.

-Eres como una versión moderna de Papa Noel -le digo con una sonrisa amplia.

- ¿Quién? -se limita a responder con cierta curiosidad.

Le explico quién es y lo que sé de él y su historia, y Ogron escucha pacientemente.

-Los humanos son seres bastante... Únicos -confiesa después de escucharme.

A pesar de ser un hada, he crecido en la Tierra, entre humanos, por lo que tengo adoptadas sus costumbres.

Volviendo a la realidad, pasamos otro rato en silencio y completo relax, hasta que el agua comienza a perder calor, por lo que Ogron decide que es momento de salir.

Él sale primero, y al ponerse de pie el nivel del agua baja drásticamente, y no tardo en comenzar a tiritar de frío, por lo que yo también salgo y no puedo evitar abrazarlo por la espalda.

-No digas ninguna tontería, simplemente tengo frío y tú desprendes mucho calor -me apresuro a aclarar.

-Oh, sí, es solo por eso -dice con sarcasmo y con una estúpida sonrisita en la cara.

Agarra una toalla blanca bastante grande y me envuelve en ella, y hace lo mismo con él mismo.

-Vamos a mi habitación a cambiarnos, aunque no me quejaría si prefieres quedarte así -dice con su mítico tono burlón.

Pongo los ojos en blanco e ignoro su comentario. Ogron se dirige a la salida y yo lo sigo de cerca.

El Círculo de lo Inexplorado (Ogron y tú- winx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora