CAPÍTULO QUINCE

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—Hola, Jake —dijo Roseanne con una sonrisa agradable—. Por favor toma asiento.

Lo hizo, esperando que no verse tan nervioso como se sentía.

¿Qué quería ella de él?

—Con todo respeto, señora, no entiendo por qué me ha pedido un informe de misión —dijo Jake—. Sin duda, el Agente 11 puede darle un mejor informe.

Roseanne le dio otra sonrisa.

—Cierto. Pero el Agente 11 no necesita estar aquí para entregar su informe—Lo estudió por unos momentos—. Jake, voy a ser directa contigo. Te pedí que vinieras solo porque quería asegurarme de que no estuvieras traumatizado por la misión. Obviamente, te habrías sentido presionado por la presencia del Agente 11 y no hubieras podido hablar con franqueza.

—¿Qué? —Jake la miró.

—No tienes que tener miedo, Jake. Puedes ser honesto conmigo, si el Agente 11 te presionó para hacer algo que no quisieras hacer durante el transcurso de la misión. Eres muy joven e inexperto, y el Agente 11 no tenía derecho a forzarte a nada, con o sin misión. No apruebo la coacción sexual de los adolescentes —Roseanne le dio una mirada comprensiva.

Jake la miró con incredulidad antes de tener que bajar la mirada para ocultar su ira. El nervio de esa mujer. ¿Lo consideraba estúpido?

Tomando una respiración profunda, Jake la miró a los ojos y dijo tan tranquilamente como pudo:

—Me temo que no entiendo, señora. El Agente 11 no ha sido nada más que considerado. Fue una gran ayuda y apoyo para mí, cuando lo necesité, y definitivamente no me obligó a hacer nada que no quisiera. Tengo dieciocho años, señora. Soy un adulto. Un adulto que consiente.

La sonrisa de la mujer se volvió un poco tensa.

—Ya veo. Puedes irte, Sim.

Jake nunca había salido de una habitación tan rápido.

—No apruebo la coacción sexual de adolescentes— repitió en voz baja, la ira obstruyendo su garganta. Si realmente no la aprueba, no habría asignado un adolescente a esa misión. No es que se sintiera coaccionado de ningún modo, ni mucho menos, pero era el principio de todo.

Ahora que lo pensaba, mirando hacia atrás, Jae pudo ver los signos de una trampa cuidadosamente tendida. Nunca en ningún momento del informe previo a la misión se dijo explícitamente que podría tener que realizar actos sexuales si fuera necesario. Estaba fuertemente implícito, pero se podría argumentar que Jake lo había malentendido. Ahora Roseanne podría reclamar inocencia, y culpar a Sunghoon, si Jake expresaba alguna queja, lo cual obviamente había esperado. Se sintió bien decepcionarla. Jake deseó poder decirle lo que pensaba de ella, pero...

Una mano lo agarró del brazo y lo jaló hacia una habitación que ni siquiera había notado. El grito de Jake fue interrumpido cuando vio que era Sunghoon.

—¿Qué quería ella? —dijo.

Jake echó un vistazo a la cámara de seguridad en la esquina de la habitación. Sunghoon siguió su mirada y asintió. Tomando la muñeca de Jake, lo sacó de la habitación y se dirigió hacia el ascensor.

Jake estaba tan confundido que le tomó un tiempo darse cuenta de que Sunghoon se dirigía a la habitación de Jake en las instalaciones de entrenamiento. Tiene sentido. Las habitaciones eran el único lugar donde se les daba cierta privacidad.

—Oye, amigo —dijo Niki, su compañero de cuarto, cuando vio a Jake—. Es bueno verte de vuelta —miró con incertidumbre a Sunghoon—. Estas...

No shame |Sungjake|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora