Sunghoon estaba enojado.
Era eso, o que sentía rencor por el pobre saco de boxeo del que estaba abusando actualmente.
Corriendo en una cinta deslizante, Jake lo miraba por el rabillo del ojo. Trataba de no hacerlo, realmente lo hacía, pero su mirada regresaba a Sunghoon como si el agente fuera un imán al que inexplicablemente se sentía atraído. No parecía importar que el gimnasio fuera enorme; todavía era muy consciente del hombre al otro lado del gimnasio.
Jake se lamió los labios, tratando de no mirar las gotas de sudor en la frente y el cuello de Sunghoon, o la forma en que su camiseta negra empapada en sudor no hacía absolutamente nada para ocultar sus esculpidos músculos. Jake estaba casi babeando mientras observaba la flexión de los músculos de Sunghoon cada vez que golpeaba la bolsa.
Estaba irremediablemente excitado, pero en su defensa, era casi porno.
Sin mencionar que Jake tenía una razón legítima para mirarlo.
Sunghoon había estado cada vez más triste y más retraído con cada día en que no lograron verificar la ubicación de la memoria USB. Habían pasado cinco días en el crucero, y la guardia de Brylsko todavía no había bajado. El tipo era realmente paranoico. Su camarote estaba custodiado todo el tiempo por dos fornidos guardaespaldas, y Brylsko no había sido visto sin su camisa, ni siquiera una vez.
Jake podía entender el negro humor de Sunghoon; él también estaba muy ansioso. Solo les quedaban tres días. Si no avanzaban pronto, Sunghoon probablemente cambiaría de opinión y se lo ofrecería a Brylsko. Quizás esa era la razón por la cual Sunghoon parecía tan cabreado. Tal vez estaba enojado porque tendría que recurrir a esto después de prometerle a Jake que no tendría que hacerlo.
Con el estómago revuelto por la idea, Jake alcanzó su Gatorade. Tomó unos pocos tragos codiciosos cuando una familiar voz acentuada dijo:
—No deberías beber mientras corres, mascota.
Jake siempre había sido bueno improvisando sobre la marcha y tomando decisiones rápidas. Ya se estaba ahogando con su bebida antes de que el plan se formara completamente en su cabeza. Jake gritó mientras tropezaba con la cinta de correr, y cayó hacia el sonido de la voz.
Casi sonrió cuando las manos de Brylsko detuvieron su caída mientras su bebida se derramaba sobre la camiseta de Brylsko.
—¡Oh Dios mío, lo siento mucho! —Se disculpó Jake, con los ojos muy abiertos y tartamudeando— ¡Me asustaste! ¡Déjame limpiar esto! —cogió unas servilletas de la mesa cercana y comenzó a limpiar la empapada camisa de Brylsko. Definitivamente había un objeto con forma de memoria USB en la cadena de Brylsko, pero no era posible verificar si era idéntico al falso, que le habían dado para cambiarlo. La camisa debía irse.
—Deja de quejarte, muchacho —dijo Brylsko con una sonrisa—. Es solo una camisa. Tengo docenas más. No hay ningún daño.
¿Había mencionado lo inquietante que le resultaba el que en ocasiones este hombre pareciera tan amable y relajado? ¿Por qué los villanos de la vida real no podían ser más como los de las películas? Hubiera sido menos jodementes.
—Probablemente debería quitarse esto antes de que se vuelva pegajoso e incómodo, señor — Jake le sonrió tímidamente.
—¿Quién soy yo para decir que no, cuando una cosa tan bonita quiere verme sin camisa? —sonrió Brylsko.
Jake casi rodó los ojos. Pero por fuera, sonrió, mirando a Brylsko a través de sus pestañas. Uff, coquetear con hombres horripilantes apestaba. Jake apenas pudo evitar estremecerse cuando Brylsko se acercó, su mirada fija en las piernas de Jake vestidas apenas con unos pequeños shorts blancos.
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No shame |Sungjake|
Fiksi PenggemarAngel, con un arma en la mano apuntando en mi cabeza, dándome cariño. El amor es fatal, pero, me darías la oportunidad?. Quiero ser el centro de tu atención, no me hagas ninguna pregunta Sipnosis dentro de la historia +18 Jake (bottom) Sunghoon (to...