No shame |Sungjake|

CAPÍTULO VEINTISÉIS

maratón 4/4

Esa noche, mientras yacía en su suave cama, Jake consideró cuidadosamente sus opciones.

Por un lado, nunca había sido alguien que renunciara a algo que quería sin luchar. Si había alguna posibilidad de que Sunghoon realmente le amara... lo deseaba más allá de lo que Jakey quisiera admitir... se sentiría muy bien, ¿por qué no?... Entonces Jake estaría condenado si no luchaba por esa oportunidad.

Por otro lado, no quería estropear su relación solo porque era demasiado codicioso y no había nada más importante para él que su relación con Sunghoon. Finalmente tenía una persona que adoraba y que también se preocupaba por él. Finalmente tenía un hogar y Jake no se refería a esta casa, sin importar lo agradable que fuera. Él felizmente viviría con Sunghoon en una choza mientras Sunghoon lo amara también.

Incluso admitirlo en su cabeza lo ponía nervioso. No porque pensara que Sunghoon lo echaría si descubriera que Jake estaba enamorado de él; después de que Sunghoon lo convirtiera en su pariente más cercano, Jake se sintió lo suficientemente seguro de su relación como para saber que Hoon no lo haría. Pero era solo que una gran parte de él estaba segura de que Sunghoon nunca lo follaría de nuevo y que solo se estaba haciendo daño a sí mismo.

Pero tal vez Sunghoon podría amarlo.

Esa idea tentadora era en todo lo que podía pensar después de que Sunghoon lo hubiera besado. Incluso pensar en la posibilidad le hacía entrar en calor y estremecerse por dentro.

Haría cualquier cosa por el amor de Sunghoon.

Pero antes de que pudiera actuar, tenía que estar seguro de que Sunghoon realmente le amara.

Había mucho en riesgo.

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La noche siguiente, Jake regresó de sus clases antes de lo habitual. Aunque ya eran las nueve, Sunghoon aún no estaba en casa. Eso normalmente le preocuparía, no le gustaba que Sunghoon llegara tarde, pero ese día le venía bien. Jake pidió pizza, se duchó y luego fue a la habitación de Sunghoon. Abriendo el armario, examinó su contenido. Sacudiendo la cabeza con cariño por la cantidad de trajes caros que a él le parecían todos iguales, Jake encontró una camiseta verde grisácea que, afortunadamente, no costaba cientos de libras y se la puso. Era muy suave y olía ligeramente a Sunghoon.

Jake sonrió ante su reflejo. El color realzaba muy bien sus ojos. Aunque no era mucho más bajo que Sunghoon, no tenía sus hombros y pectorales, por lo que la camisa se veía muy grande, cayendo justo debajo de sus muslos. Era la longitud perfecta, no demasiado corta para parecer indecente, pero lo suficientemente corta como para acentuar sus largas y suaves piernas. Sus piernas eran su mejor característica en su opinión, y no era tímido para enseñarlas. Tampoco era tímido para explotar el hecho de que a Sunghoon le gustara verlo con su ropa. Sunghoon no era obvio al respecto, pero siempre lo tocaba más cuando Jake usaba su ropa. Eso tenía que significar algo, ¿verdad?

Mordiéndose los labios un par de veces, para enrojecerse y pasándose la mano por el pelo, Jake asintió con la cabeza ante su reflejo, satisfecho con su aspecto. Él se follaría totalmente. Si Sunghoon no lo amaba... Bueno, al menos sabría con certeza que no tenía ninguna posibilidad con Sunghoon y dejaría de esperar lo imposible, esta vez para siempre.

Jake fue a la sala de estar justo a tiempo para abrirle la puerta al repartidor de pizzas. Después de pagar la pizza y ponerla en la mesita, Jake encendió el televisor y se estiró en el sofá. Sunghoon le había enviado un mensaje de texto diciéndole que pronto estaría en casa. Ahora todo lo que tenía que hacer era esperar.