intro

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! enemies to lovers
! slow burn
! age gap
! daddy issues
! use of alcohol and drugs
! it's all fictional, it's possible you'll see characters you like being mean; please remember it's just for the plot and i do not hate any of the people that will appear during the story
! mentions of sex and +18 content
! much more, read carefully


Mi madre no aguantó más. Su hija estaba fuera de control y ella no podía lidiar con eso sola. Había dejado  la universidad, desaparecido por días, y cuando me había dignado a volver, lo hice acompañada por la policía y con una orden de arresto.

— Joder Christian, también es tu hija. ¡Yo no puedo más! Ya no sé qué hacer. Los castigos no funcionan, ni cancelarle la tarjeta, ni siquiera prohibirle salir de casa. Como no hagas algo al respecto, la que se va a ir de esta casa soy yo.

O algo así dijo, tampoco es que lo recuerde con exactitud. Además estaba demasiado ensimismada en los agentes de la ley que me estaban rodeando en la cocina en aquel momento. ¿Es que estar jodidamente bueno es un requisito para entrar en la policía?

Estaba tan distraída en uno de los chicos de uniforme (del cual acabé consiguiendo el número, por cierto) que apenas me di cuenta del sermón materno que estaba recibiendo, el cual corroboraba que, efectivamente, mi padre era el que se "encargaría" de mí a partir de ese momento. Irónico, si me preguntáis, después de 20 años sin hacerlo.

Así que ahora estaba en un avión camino a la primera carrera de la temporada de Fórmula 1 de este año, donde trabaja mi padre. No es nada que no sepa, mucho menos algo que no conozca o que no me llame la atención. Pero nunca había ido, por lo menos, no con él.

Me había negado todas y cada una de las veces que quería hacer la foto de familia feliz en el paddock. Ni siquiera me gustaba reconocer mi apellido. Pero aún así, sí me gustaba el deporte, y me quedaba viéndolo en la soledad de mi habitación con el portátil en el regazo y evitando todas las escenas en las que mi progenitor saliese.

Pero esta vez no tenía escapatoria. Mi madre me había acompañado hasta la puerta del jet privado, hasta que ésta fue cerrada y asegurada por un... ¿Guardaespaldas? No sé, era un tío bastante grande.

Además había sido recogida, una vez ya en Baréin, por otros dos hombres que parecían casi gemelos con el que me acompañó todo el viaje. Eran bastante amenazantes. Tal vez era porque me triplicaban en tamaño. Bastante de película.

Es verdad que tenía un largo historial de escaparme de cualquier tipo de situación, pero incluso si intentase correr, una pista de aterrizaje no parece el lugar más adecuado (¿Se puede morir atropellada por una rueda de avión? Porque sería una forma de morir bastante patética) y estos tres seguramente podrían alcanzarme con tres zancadas.

Bueno, al menos me estaban llevando las maletas, que a parte de ser numerosas, eran pesadas. ¿Me hacían falta todas esas cosas? No, me consideraba alguien medianamente sencillo para la vida que llevaba. Pero ver la cara de mi padre al darse cuenta de todo el equipaje valía la pena por dejar mi armario y media habitación vacíos.

—Hola, Clara—Mi padre habló con una expresión dura, una vez nos acercamos a él lo suficiente

—Hola, papá—Le devolví el saludo, igual de escueto y amargo que el suyo

—No sabía de... Tu nuevo cambio de look—Me miró de arriba a abajo, tomando especial atención en mi pelo, ahora teñido. Fruto de mi último acto de rebeldía antes del inevitable encuentro. 

—¿Te gusta? He oído que el color de la competencia es el rojo—Sonreí al ver su cara, tan irritada como sorprendida.

Tal vez podía sacarle algo de provecho a esto después de todo.









clara horner, 20, great britain

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clara horner, 20, great britain

—Los tíos solo sirven de algo cuando
se ponen de rodillas. Y no hablo
de matrimonio.


—Vale, joder, sí. El puto holandés
me tiene hasta los huesos.


max verstappen, 27, netherlands

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max verstappen, 27, netherlands

—Sólo eres una puta niñata
malcriada que no quiere hacerse
responsable de sus actos.


—Mierda. No te haces idea de lo que
me jode que ella no sea mía.


christian horner, 50, great britain

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christian horner, 50, great britain

—Siempre igual, joder, ¿es que
no sabes hacer algo que no sea
cagarla?

—...

out of control | max verstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora