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- Oh Minie esto se siente muy bien.

Sonrió, estoy de acuerdo, los masajes siempre son un buen método para el estrés acumulado en el cuerpo.

Nam parece disfrutarlo demasiado, mientras Jungkook no dice absolutamente nada.

Mi mirada se va hacia el y mi cuerpo tiembla, el estar lleno de aceite no ayuda demasiado a mi imaginación pervertida, tampoco ver cómo sus músculos se tensan y su cara bastante relajada.

Jungkookie tiene largas pestañas negras y cejas perfectas, sus labios están entreabiertos y su respiración es tranquila.

También le gusta el masaje.

Quizás por qué hace más de una hora tuvimos un encuentro bastante agotador o por la mamada que luego le hice en el baño, creo que agote sus energías aun que no lo demuestre.

Mi mirada va hacia las manos que lo masajean y finalmente por instinto termino viendo a la mujer que lo hace.

Parece disfrutarlo, muerde su labio constantemente mientras mira detenidamente el cuerpo aceitoso de Jungkook.

No la culpo es hipnotizante e increíble como puede verse tan bien, pero prefiero que no lo vea como una presa.

Dejo de mirar la escena y me concentro es disfrutar el masaje.

Aún que no fuera posible del todo.


Nunca voy a arrepentirme de haber pasado tiempo de mi vida con ellos, son una parte importante de mi corazón.

Compartir y vivir con ellos me hace sentir bien, es una convivencia tranquila y armoniosa en la que se puede respirar tranquilamente.

Después de una sesión de masajes ahora nos encontramos en un restaurante y se que este es el momento indicado.

Codeó a Jungkook a mi lado y este me mira de soslayo, su mirada sin gracia sigue ahí, pero está vez es brillante y no un vacío angustiante.

El gira sus ojos y respira.

- Nam.- El contrario que hasta ahora a mantenido su vista en el menú, mira a su hijo y es inevitable ver los nervios que hay en el.- Lo lamento, no debí ser tan grosero y te juro que no volverá a pasar.

Su boca se abre sorpresivamente y luego sonríe asintiendo.

- Yo también lo lamento Jungkookie, trabajaré duro para que nuestra relación mejore.

- Está bien, no tienes que hacerlo, ya has trabajado mucho por mi, toma esas vacaciones, realmente las necesitas.

Entonces las risas de Nam y el cambio de humor de Jungkook me hacen sentir tranquilo y en paz.

Estoy absorto de la conversacion, no sé de qué hablan, pero ambos sonrien, se ven más cómodos y me alegra haber sido participe de esto.

Si ellos están bien, yo estaré bien.


La feria siempre ha sido un lugar desbordante de personas, más que todo de personas jóvenes y niños.

Las grandes atracciones que desde mi punto de vista son completamente innecesarias, parecen ser un iman que atraen cada vez más y más personas a el.

No los entiendo, no me gustan las alturas y no puedo siquiera mirar como suben y bajan.

Pero Jungkook y Nam son un cuento distinto, ambos tienen esa chispa de adrenalina que los envuelve y cuando sonrien por la emoción que les causa subir a la atracción, me doy cuenta que incluso así sean polos opuestos y que no tengan la mejor relación.

Ellos son padre e hijo.

Y me siento mal, me siento mal por Nam, por nuestra amistad y todo lo que hemos vivido, siento que lo traiciono y de la peor manera.

- ¡Minie!- Escuchó su voz y los veo a ambos avanzar en la fila.- ¡No te muevas de ahí!

Sonrió y le asiento, mi mirada se va a Jungkookie y lo veo sonreír de manera ladina.

No me arrepiento y eso es peor aún.

Mi teléfono suena y lo busco en mi pantalón mirando el nombre de "Papá" en la pantalla, sonrió y tomó la llamada.

"¿Bueno?"

" Ingrato, ¿Que acaso debo reservar una cita para hablar contigo?"

" Papá estoy en una feria, no escuché el teléfono"

"¿Estás con Jungkookie?"

" Pues si, y con Nam"

"Ah, dile a Nam que me llame urgente y  el domingo tenemos una partida de Tenis en el Resort Sport ¿De acuerdo? "

" De acuerdo papá"

El ríe y luego cuelga la llamada, había olvidado esa actitud de mi papá.

Siento que ha pasado una eternidad, cuando los veo aproximarse entonces suspiro y me tranquilizo, porqué estar rodeado de personas me hace sentir nervioso.

- Joder, siento que me dará un infarto.- Nam trata de recuperar el aire que ha perdido y yo me río de su estado.

- ¿Con quién hablabas?- Entonces la pregunta de Jungkook me pone en alerta y dejó de reír.

Joder ¿No puede controlarse? ¿Enserio hace esto frente a Nam?

- Mi padre ha llamado, quiere que lo llames.- Digo mirando a Nam, este abre sus ojos y busca su teléfono en su ropa.

- Denme un momento,  voy a llamarlo.

El se aleja con el teléfono en su oreja y yo volteó a mirar a Jungkook.

- No hagas eso.

- ¿Hacer que?

Veo la burla en su rostro y como se acerca poco a poco.

Me siento nervioso y quiero retroceder, sin embargo ¿Que maduro sería huir de el en plena feria? No tengo diez años, pero está poniendo mis nervios de punta.

- Hablarme de ese modo frente a Nam.

- Yo puedo hablarte como se de me de la gana.- Su ceja se alza y queda tan cerca de mi, que tengo que levantar un poco mi mentón para verlo directamente a los ojos.

El se inclina y sin pensarlo besa mis labios.

Mi cuerpo entra en en alerta, yo estoy en alerta, me alejo inmediatamente y miró en todas las direcciones, afortunadamente Nam no está en ninguna pero aún así no puedo evitar sentirme demasiado abrumado.

- No sabes cuanto ansió volver a casa, tengo una curiosidad.- Murmura cerca de mi y mis ojos dejan de ver al alrededor y se concentran en el.- Quiero saber de que color es el encaje que llevas puesto justo ahora.

Jodido sea.

Tragó grueso y escucho la voz de Nam acercarse, el retrocede y yo trato de mantener mi corazón al margen, estoy seguro de que me dará un infarto.

- Bien chicos, tengo que irme a una cena de negocios urgente a último minuto, tu padre se encuentra indispuesto.

¿Indispuesto? Pero si se escuchaba perfectamente bien.

- No te preocupes Nam, ve...

El sonrie y acaricia mi cabello con cariño, para luego ver a Jungkook.

- ¿Nos vemos en casa?- Jungkook asiente y el sonríe.

Es un avance.

- Gracias Minie por todo esto, te lo recompensare.

- Más te vale.

Lo veo irse y cuando estoy seguro de que se ha ido completamente, volteó a ver a Jungkook.

Su mirada es lasciva y pervertida.

Su lengua acaricia sus labios y sisea antes de decir.

- Vámonos ya.

No son simples palabras, es una jodida orden, y yo estoy dispuesto a obedecerla.

Porqué estoy prendido y lo quiero con urgencia.

Mine +18[KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora