Epílogo

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Calma.

Eso se volvió nuestras vidas después de todo.

Jungkook ya era un hombre de veintidós años, yo tenía veintiocho y nuestros hijos dos años.

La tranquilidad que nuestra casa nos brindaba nos hacia sentir en paz y era lo único que necesitábamos para estar bien.

A papá le costó pero finalmente había establecido una relación con María cuando volvió a corea después del nacimiento de los gemelos.

Nam tenía una vida nueva junto a su hijo menor y Jin.

Taehyung había conocido un chico y estaba como conejo de luna de miel.

Así decía a su etapa de hombre en celo.

Lo entiendo, el colágeno es increíblemente energético.

Doy leves palmadas en la espalda de MinHo, se que está dormido, al igual que se que HyunJin también lo está.

Subo a su habitación y lo acuesto en su cama cuna, Jungkook entra minutos después y hace lo mismo con HyunJin.

Le sonrió, nos aseguramos de que estén completamente dormidos y cuando decidimos que es suficiente, encendemos la lámpara que refleja estrellas por las paredes, para apagar los bombillos.

Tomó la mano de mi hombre y salimos de la habitación.

- Estoy agotado.- Paso mi otra mano por mi cuello y presiono el área.

Su risa ronca llena mis canales auditivos y me encanta su voz.

- Oh mi bebé.

¿Bebé? ¿Quien es un bebé?

Alzó una ceja y volteó a mirarlo incrédulo.

- ¿A quien llamas bebé?

Es tan rápido que incluso me cuesta asimilar, que me empotra contra una pared, aplastando mi cara contra ella.

- Tu. Tu eres mi bebé, un bebé llorón, que pide atención y le gusta la maldita leche, ¿No eres mi bebé, dulzura?

Pero que mierda se comió, es un jodido grosero.

Y me encanta.

Baja mi pantalón y gime cuando la vista de mis nalgas se posa ante el.

- Y no llevas nada.

Sonrió ladino y tragó grueso cuando sus dedos empiezan a amasar mi piel.

Sigue siendo demasiado enérgico y no hay problema, aún puedo llevar su ritmo, siempre estoy limpio y listo para el.

Lo miró por encima de mi hombro, lleva sus dedos a su boca sin dejar de mirarme y baja a mi entrada.

Hunde dos y mi aliento se escapa de mi.

- Siempre apretando demasiado.

Mi cabeza se va hacia atrás y reprimo mis gemidos, no estamos tan lejos de la habitación de los niños y a pesar de que tienen un sueño bastante pesado, no quiero que despierten de la nada.

- Es seguro aquí adentro, no voy a preñarte otra vez, ¿Que se supone que haga si quiero otro hijo? ¿Debería preñar a alguien más?

Maldito, mal nacido.

Me doy la vuelta y tomó su cuello con fuerza, se que ha querido provocarme y lo logra.

El sonríe mientras apretó su cuello y me hace hervir la piel.

- Atrévete siquiera a tocar a alguien más.

- Oh no podría... Estoy enamorado de ti, hasta de como frunces el ceño ahora.

Mis facciones se relajan y mis manos ceden. El sonríe y me carga haciéndome enredar mis piernas en su cadera.

Su polla presiona mi entrada y mis brazos se enrollan en su cuello.

- Vamos a la habitación, quiero que me montes, necesito que me convenzas.

Sigue con el maldito juego, lo dejaré sin polla por insolente.

Me besa con ferocidad, me pierdo en chasquidos, en sus gemidos roncos y gruesos amortiguados por mis labios.

Me pierdo tanto que no me doy cuenta cuando se sienta en la superficie esponjosa de nuestra cama.

Su mano impacta en mi nalga y me hace saltar.

- Vamos dulzura, muéstrale a papi como es que montas su polla, diviértete.

Papi... Fetichista desgraciado.

Escupo mi mano y la llevo a su polla embarrandola con mi saliva, lo guío a mi entrada y me deslizó lentamente por su extensión.

Me llena, me invade y me encanta.

Me muevo lentamente sobre el, quiero gritar, quiero ser jodido con toda la fuerza del mundo, pero el se limita a apoyarse en sus manos, mientras me mira y sisea cada vez que me muevo.

- ¿Tienes muchas ganas de preñar a alguien más? Maldito.

El sonríe lascivo y mi mano impacta en su mejilla haciéndolo voltear, su lengua lame sus labios y sisea fuerte cuando empiezo a saltar.

- Si eso quieres, entonces me gustaría ser jodido por alguien más.

Es mi fin, me tira a la cama, toma mi cuello y me jode con fuerza, lo siento profundo, duro y con muchas ganas de romperme.

" Oh santa mierda"

El ríe, el sudor de su frente se desliza por su cara, sus músculos se tensan, su mano me priva levemente de aire y no hay otro lugar donde quiera estar que no sea bajo su fornido cuerpo.

- Nadie... Nadie merece tu cuerpo. Eres Mío en cuerpo y alma.

Se vacía dentro de mi, yo exploto en su abdomen y sus palabras cobran sentido cuando nos miramos después de un arrasador orgasmo.

Nos reímos jadeantes, sudorosos, con el libido a mil y la pasión desbordante.

Así empezó todo, con nuestros cuerpos cediendo a los bajos instintos del otro.

Así termina, siguiendo la misma pasión, ahora con hijos, más edad y madurez.

Pero siendo nosotros al fin y al cabo.

Nos pertenecemos, siempre fue así, siempre será así hasta el final de nuestros días.

Porqué me ama

Y lo amo.

Gracias por leer Mine💓




Mine +18[KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora