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Miro a mi padre a lo lejos, sus lentes obscuros adornan su cara redonda y esta pacientemente bebiendo un te frio sentado en una mesa.

Camino hacia el y levanta su mirada bajando los lentes al puente de su nariz.

- ¿Te ha vomitado un unicornio?

Abro mi boca ofendido y toco mi cabello.

- ¡Papa!

El ríe de manera malévola y se levanta, me abraza y mueve mi cabello.

- Es broma, te ves fantástico. 

Suspiro tranquilamente y le doy un beso en su mejilla.

- He escogido las raquetas, vamos.

Lo sigo a la cancha de tenis, la hierba es bastante verdosa y una red nos divide, tomo una de las raquetas que esta en mi lado y me preparo mentalmente para agotarme corriendo de un lado a otro.

Me posiciono y veo cuando lanza la pelota en mi dirección, me muevo y la golpeo enviándola a su lado, se que esto durara demasiado, sucede porque ambos somos demasiado competitivos.

Lo saque de el.

Decido hacer algo mas, para desequilibrarlo. 

- ¡¿Que ha pasado con María?!

Sus ojos se abren y no golpea la pelota cuando es enviada a su dirección. 

¡Punto para mi!

- Nada, mocoso insolente, ¡LO HAS HECHO A PROPISTO!

Sonrió y saco mi lengua.

El rebota la pelota y la golpea con fuerza hacia mi, no dudo, me muevo de manera veloz golpeándola de vuelta.

- ¡¿Que tienes con Taeyang?!

Me paralizo en mi lugar y la pelota cae en mi lado haciéndome reaccionar.

Me ha hecho la misma jugada.  

- ¡Tramposo!

El se queda quieto mirándome y me señala con la raqueta.

- ¡Respóndeme Park Jimin!

Me encojo de hombros y reboto la pelota antes de golpearla en su dirección.

- No es nada formal.

- ¡Por tu bien mas te vale acabar con tu jueguito Jimin!

Abro la boca sorprendido y vuelvo a perder otro punto.

- ¿Qué dices papa? 

Tomo la pelota y vuelvo a revotarla antes de pegarle.

- ¡Lo conozco muy bien Jimin, así que mas te vale que todo acabe! 

¿Qué esta queriendo decir?

Creí que Taeyang era un hombre de su absoluta confianza, esto me ha dejado dudas.

Aun así no me distraigo y sigo la partida, se que hay algo en todo esto y voy a descubrirlo, por ahora solo quiero ganarle a este viejo.

Perdí.

Perdí ante mi viejo y arrogante padre, ¿Cómo me siento? Con el culo adolorido y cansado.

- Te ves horriblemente mal.

El se burla, lo miro y decido ignorar sus palabras, necesito un baño y un litro de agua fría solo para mi.

Veo a Taeyang acercarse y evito el contacto a toda costa, porque estoy avergonzado de que Jungkook le haya respondido la llamada y por la advertencia de mi padre.

- Abogado Park.

Asiento en su dirección y miro a mi padre.

- Debo irme, necesito un baño.

Ya es de tarde y muero por volver a casa. 

- Si, ya apestas. 

- ¡Papa por amor a Dios!

- Si por ese mismo amor ve a darte una ducha.

Ruedo los ojos y me levanto para darle un beso en la mejilla.

- Nos vemos luego papa.

- ¡Ey! envíale saludos a Jungkookie y la próxima vez tráelo contigo.

Asiento y camino hacia la salida, evitando a toda costa a Taeyang, pero el toma mi mano y me hace voltear.

El pánico se apodera de mi y mi padre me ve de manera seria, me zafó de su agarre y el frunce el ceño.

- Contesta mis llamadas.

- Bien, adiós.

Es todo lo que digo antes de irme del lugar, siento un peso en mis hombros, las palabras de mi padre pesan y me hacen sentir abrumado.

Llego a casa y el auto de Nam no está en el garaje, suspiró y entro a casa una vez guardo el auto.

Estoy agotado y no tanto por el deporte, si no por no haber dormido tanto gracias a mi calentura.

Debería arrodillarme y pedirle perdón a Dios por ser tan calenturiento.

La casa está muy limpia, huele espectacular y la música ambienta el lugar, es la música de Namjoon, se sobre sus gustos musicales.

Sonrió y respiro tranquilamente, sin embargo no escucho su voz y eso me hace fruncir el ceño mirando en todas las direcciones.

El aire acondicionado que ambienta la casa me hace sentir bien y no me siento tan sudado una vez esté acaricia mi piel.

Camino hacia la cocina y mi garganta se cierra cuando veo a Jungkook mirando el horno con detenimiento.

Carraspeó mi garganta y el voltea a verme, rápidamente sacude sus manos y se acerca a mi.

Retrocedo y el alza una ceja.

- Estoy sudado Jungkookie.

- ¿Y? - Su voz sale gruesa y neutra, me hace temblar y soy capaz de entender que mi cuerpo ahora reacciona aún más ante el.

- Solo no quiero ensuciarte.

- Te has venido encima de mi varias veces, me llenas de tus fluidos, tu saliva ¿Y me sales con eso? Solo di que no quieres que me acerque a ti.

Se da la vuelta y el pánico me hace actuar de inmediato.

Corro hacia el y lo abrazó por la espalda, el gruñe pero no me quita de su cuerpo.

- ¿Dónde está Nam?

- Fue al súper mercado, porqué su pollo al horno necesita aceitunas.- Río ante aquello porqué efectivamente eso es muy de Nam, sin embargo me sorprende que Nam este cocinando.- Viene su novio a cenar.

Ah, claro.

Me separó de el y asiento.

- Me daré un baño entonces.- Me doy la vuelta para irme pero su azote en mi nalga me toma desprevenido y luego soy empotrado en unos de los mesones de mármol.

- Que delicioso se te ve ese pantalón dulzura.

Jodido apodo.

Jadeó cuando sus manos acarician mi trasero y me quedo lo suficientemente quieto para permitirle seguir explorando por encima de la tela  licra.

- Hmm, Jungkookie, Nam...

- ¿Qué?

- El super mercado queda cerca, no debe tardar.

El ríe y me azota fuerte haciéndome gemir alto.

Su mano se fue a mi cabello tirando de el, su cara quedó en mi cuello y beso la zona lamiendola.

- Entonces gime rico para mí dulzura, eso me hará venir lo suficientemente rápido.

Jadeó y abro mis ojos, lo veo por encima de mi hombro y se que no está jugando.

Definitivamente quiere matarme.








Mine +18[KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora