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Jungkook

Me siento bien, incluso cuando he hecho mucho esfuerzo físico, no estoy cansado.

El sol entra por la ventana y sonrió cuando el olor del shampoo de Jimin impregnando en mi almohada, llega a mis fosas nasales.

Todo el huele delicioso.

La sonrisa en mis labios es imborrable, me siento lleno de dicha y no hay espacio para el mal humor en mi día.

Me levanto, estoy jodidamente desnudo y se el porqué, tomó una toalla y la envuelvo en mi cintura.

Mis clases comienzan en una hora y estaré listo antes de eso, sobre todo porque quiero despedirlo antes de que se vaya a trabajar.

Con ese pensamiento triunfante, salgo de mi habitación, necesito un baño.

Sin embargo al pasar frente a su puerta escuchó su voz y se le oye enojado.

Quiero entrar, saber con quién está discutiendo, pero sus palabras me dejan quieto y toda pizca de buen humor se esfuma de mi ser.

Retrocedo, no puedo lidiar con estás cosas,  me hacen sentir débil y vulnerable.

Si bien quería enloquecerlo con sexo, no sabía cuánto me iba a doler escuchar:

"¡Por amor a Dios Taeyang cálmate! Sigue siendo un niño, no es como si me fuera a casar con el, es solo sexo".

Y aún que me esfuerce el sigue viéndome como un niño, pero aun peor es que niega cualquiera posibilidad entre nosotros.

Solo soy sexo para el.

Mi cuerpo se estremece y aun que quiero gritarle y reprocharle mil y un cosas, no lo hago.

No puedo hacerlo.

Porqué se que el amor es unilateral, lo sabía desde el principio, me afecta, si, pero al mismo tiempo no es una sorpresa.

Me alejo y decido ahogar mis pensamientos, necesito un baño e ir a clases, porque es lo que debería importar por ahora, mis exámenes finales y la jodida graduación.

Pero mi mente sigue siendo esclava de el, no dejo pensarlo, ni siquiera de soñarlo y me jode.

Me jode saber que lo tengo clavado hasta en los huesos y que si el no corresponde a mi, tendré que sacarlo muy en contra de mi propia voluntad.

¿En qué momento me enamore tanto de el?

Siempre que me hago la misma pregunta, recuerdo su sonrisa, el brillo de sus ojos, sus atenciones, su linda manera de hablar, su cariño, el amor que su presencia emana.

Es inevitable, aún y cuando un sollozo lastimero sale de mis labios, mis manos se van a mi cara y estrujó mis ojos con fuerza.

No sé en qué momento me he metido bajo la regadera, pero sus gotas frias caen por mi cuerpo, como si quemara el agonizante fuego interior que siento.

Es mi culpa.

Nunca debí avanzar, debí dejar mi amor muy en el fondo de mi corazón, debí ignorarlo, debí alejarlo.

Mine +18|KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora