001

34.8K 3.6K 474
                                    

Tu rechazo para mi es fuerte.
Es como un latigazo al corazón,
Ya que nada es como antes,
Pues todo cambia por una razón.

Jimin.

Un año.

Un año lejos de casa, habían sido buenos meses, mi carrera jamás me había consumido tanto como lo hacía en Japón.

Tantos casos, unos exitosos, otros que perdí, como todo abogado normal, la victoria no siempre está garantizada.

La he pasado bien haciendo lo que me gusta.

Quiero un descanso ahora.

Extraño mi hogar, a mi padre, Namjoonie y como olvidar a Jungkookie.

Es que ha pasado un año y aún que se que ya no es tan pequeño, sigo recordando sus grandes ojos y dientes que podían resplandecer cualquier lugar, por el brillo que su pequeña persona emanaba.

Entonces sigue siendo mi pequeño.

Literalmente porqué le llevo seis años.

Efectivamente es mi pequeño.

Suspiró una vez mis pies tocan el suelo coreano y el aeropuerto repleto de personas me da la bienvenida.

Hogar dulce hogar.

Diviso a lo lejos el auto negro y a Taeyang fuera de el, sus brazos están cruzados y su traje se tensa junto a sus músculos llenos de tatuajes.

Sonríe al verme y yo también sonrió.

Es que crecí viendo a ese hombre cuidar la espada de mi padre y la mía, a pesar de tener tres años más que yo, siempre se ve tan rudo, parece un treintón.

Pero aún no llega a esa edad.

Corro hacia el sin importar lo pesada que es mi maleta y lo abrazó con fuerza.

¡Extrañaba a mi gente por amor a Dios!

- Hola Minie.- Murmura una vez me enrolla en sus brazos y me permite oler su perfume bastante varonil.

- Tae... Te extrañe.- El ríe y se separa de mi para dejar un beso en mi mejilla.

- No has crecido mucho, sigues siendo el pequeño que deje en este mismo aeropuerto hace exactamente un año.

- ¡Que dices! Más respeto, ahora soy el abogado Park.

Refunfuño con orgullo, alzando mi rostro y mostrando una sonrisa burlona.

- Pero si cuando te deje aquí ya lo eras.

- Si, pero no había ejercido aún, ¡Ya hombre! Que no te importe mi estatura, sigo siendo un macho dominante.

El ríe con gracia y alza una ceja incrédulo.

- Ya, ¿Debo creer eso?

- Obviamente.

Se que he cruzado una raya con el, y no solo una vez, han sido tres veces, pero era un adolescente hormonal cuando eso sucedió, así que lo he superado y espero que el también.

Mine +18|KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora