Capítulo 19

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Camelia era atractiva

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Camelia era atractiva. ¡Esa dama pertinente era seductora! No podía ser verdad... no podía creer lo que sus ojos estaban viendo. Continuaba sin ser una beldad, desde luego, pero sus atributos lograban llamar la atención de cualquier hombre y ahora comenzaba a darse cuenta de que no era el único sorprendido por el cambio de la dama en cuestión.

¡Maldita sea! Acababa de considerar fascinante a lady Camelia. ¿Qué broma del destino era aquella?

—Lord Guicciardini —La voz femenina le atrajo de nuevo al presente y le hizo salir de aquella leve ensoñación.

—¿Sí? —dijo volviendo a contemplar a la dama en cuestión, que no era otra que lady Georgia, la hermana menor de la mujer que estaba acaparando sus pensamientos momentáneamente.

—¿Iba a decir algo? —inquirió algo turbada, como si no supiera gestionar demasiado bien la situación de incomodidad que se había creado al mantener su vista apartada de ella, ni más ni menos, que en su hermana.

—Por supuesto. Me preguntaba si sería posible que me concediera un baile. Incluso dos —añadió finalmente advirtiendo que aquello desataría demasiadas habladurías entre el público.

—Será todo un placer —contestó la joven cuyas mejillas se habían teñido de un ligero rubor.

Se apartó enseguida, con la intención de acudir a la mesa de refrescos en busca de algo que no fuera limonada, sino mucho más fuerte a pesar de que sería impensable encontrar coñac en una fiesta como aquella.

Lo más fuerte que logró encontrar era ponche y encima parecía lo suficiente aguado para no calmar su estado de inquietud. ¿Por qué demonios le inquietaba que lady Camelia le resultase mínimamente atractiva?

«Porque no había sido mínimamente, estaba claro»

—Cualquiera diría que has visto un fantasma. Compórtate, solo es un baile —escuchó la voz de su madre al mismo tiempo que fingía una sonrisa por si alguno de los presentes les miraba.

Lady Lucía siempre había sido la reina de guardar las apariencias y camuflar los problemas. Una verdadera actriz de élite frente a los demás.

—Lamento que mi actuación no esté a la altura, madre —dijo este bebiendo grandes sorbos del ponche—, estoy aquí, es lo que deseaba, así que no pida más —continuó vaciando su copa con la intención de alejarse, pero entonces vio como lady Camelia salía a la pista de baile acompañada por su primo.

—¿Ves? La estrategia de cortejarla ha funcionado, no solo ahora luce con un aspecto mucho más refinado y una apariencia digna de su posición, sino que Carlo parece embelesado y es incapaz de apartar la vista de ella. —Las palabras de su madre resonaban en sus oídos al mismo tiempo que contemplaba como Camelia sonreía por algo que Carlo decía.

Apartó la vista hacia lady Georgia y observó como observaba a la pareja, así como todos y cada uno de los asistentes que no se hallaban en la pista de baile lo hacían.

El Tercer Secreto	Donde viven las historias. Descúbrelo ahora