Capítulo 1

15.3K 1.8K 180
                                    


Floreeeeeeeeees!!!! No me puedo creer que esta sea ya la séptima entrega (y parece que fue ayer cuando escribí la primera)
Espero que disfrutéis muchísimo del aclamado Lord Guicciardini "nuestro Gabriele Edmondo tan guapo" y para mi es todo un honor que sigáis dandole tanto amor a esta serie de ficción histórica.

¡¡¡Vamos a darle caña a estos dos!!!

¡¡¡Vamos a darle caña a estos dos!!!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Abril de 1773. Ducado de Toscana.



Lady Camelia Vassati se colocó una capa de color marrón oscuro que cubría por completo su vestido primaveral, aunque precisamente esa era la intención por la que se la había cogido prestada a su doncella, para que nadie pudiera darse cuenta que había una dama bajo la prenda.

Descendió las escaleras que conducían desde su habitación hasta el piso inferior de su residencia sigilosamente, tratando de no emitir ni un solo ruido que pudiera alertar que se hallaba despierta.

No era la primera vez que se escabullía de casa de esa forma antes del alba ni tampoco sería la última, aunque sus intenciones lejos de ser ilícitas eran completamente honorables.

Ni tan siquiera el servicio estaba despierto aún y esperaba que así continuara a su regreso, como cada jueves que se escabullía entre las sombras directa a su cita con el conocimiento.

El acceso a la gran librería de Florencia estaba vetado para las que eran de su condición; mujeres. Por eso era una completa suerte que uno de sus mejores amigos tuviera las llaves de las puertas a ese mundo que le fascinaba desde que aprendió a leer.

Filosofía. Ciencia. Arquitectura o Geografía eran sus grandes pasiones, pero había llegado a leer libros sobre medicina, literatura o historia que la dejaban noches en vela debiendo fingir a la mañana siguiente una gran jaqueca.

Sujetó fuertemente la bolsa cargada de los últimos libros que se había llevado consigo la semana anterior dispuesta a cambiarlos por otros nuevos que comenzaría a devorar esa misma noche.

Si su padre fuera consciente de ello estaba segura de que la castigaría por el resto de su existencia, aunque muy probablemente para él, la consideraba un caso perdido.

Lady Camilia a diferencia de sus hermanas no estaba interesada en el matrimonio, ni en los bailes y mucho menos en los cortejos. Tal vez a sus veintitrés años de edad podría considerarse una solterona, pero no había nada que le interesara menos que el matrimonio.

¿Amoldarse a las condiciones de un caballero que le dictaminaría que hacer en cada momento?

¡Ni hablar!

Al menos con su padre obtenía cierta libertad.

Su hermana mayor lady Alessia estaba casada y le había dado dos sobrinos que adoraba. Por otro lado su hermana menor lady Georgia no tardaría en hacerlo dado el éxito que había provocado en su presentación, seguramente antes de que finalizara ya estaría comprometida puesto que tenía varios pretendientes muy interesados y ella estaba encantada con la idea de prometerse antes de que llegara el verano.

El Tercer Secreto	Donde viven las historias. Descúbrelo ahora