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❄️Kaeya - La Esposa Del Demonio II

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🌺Kaeya🌺
La Esposa del Demonio II
Cronología: Fantasy AU, Segunda Parte de "La Esposa del Demonio"
Advertencias: Contenido Sexual, Lenguaje Sexual.

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—¿Cuánto tiempo?— preguntó el pelirrojo, a lo que aquel joven de cabellos dorados seguía revisando con cuidado a la mujer.

—Por su energía, y los pequeños exámenes que pude hacerle, debe tener poco más de dos meses, tal vez apenas los ha cumplido— expresó el otro —Esta en una etapa muy temprana, pero definitivamente es un hecho, su majestad. _____ esta embarazada.

—¡Sabía que podría ayudar con esto!— expresó con gran felicidad el moreno —Me debe una bastante grande, su majestad~

El mayor no hizo más que negar con su cabeza hacia el comentario de su hermano menor, para después dirigirse una vez más a aquella chica que parecía estar digiriendo esa noticia, acariciando levemente su vientre aun sin protuberancia alguna.

—¿De verdad... Estoy embarazada?— preguntó, con cierto desconcierto en su voz, pero al mismo tiempo, con algo de alegría.

—Sí, en algunos meses darás a luz al hijo o hija de su majestad— afirmó el alquimista, con suma tranquilidad —Felicidades, _____.

—En ese caso, joven Albedo, le tendré que pedir de favor que se quede por un tiempo aquí en nuestro Reino— mencionó el monarca —A pesar de tener gente que puede ayudar en esto, sinceramente, no tenemos a nadie que pueda entender bien la biología de mi mujer, y creo que sería bueno tener a alguien que pueda ayudar en caso de necesitarlo.

—Por supuesto, de hecho, yo mismo iba a ofrecerme a quedarme, mi Señor— afirmó el otro —Mi madre, Rhinedottir, me pidió que estuviese junto a _____ para asegurarnos de su bienestar. Después de todo, es como de nuestra familia.

—Te lo agradezco mucho.

—Yo me encargo de mostrarte el lugar donde puedes quedarte, Al— mencionó la fémina, acercándose a su amigo —Será mejor que descanses por el momento. Debió ser agotador llegar hasta aquí sin conocer nada.

—Tú también deberías descansar, _____— mencionó su pareja —Ahora más que nunca, debes cuidarte mucho.

—Lo haré, mi Rey. De hecho, estaba planeando pasar un rato en los jardines para relajarme un poco. Claro que, con la compañía del guardia que usted me asignó, Xiao— respondió la muchacha, pareciendo tranquilizar al otro.

—Esta bien, en todo caso, solo vayan con cuidado— declaró, dejando que ambos extranjeros salieran del sitio, dejándole a solas con aquel Incubo que se le acercó con esa sonrisa burlona.

—... Lo admito, me ayudaste mucho con eso— afirmó, agrandando la sonrisa del otro —Gracias, Kaeya.

—No hay de que, después de todo... Sigues siendo mi adorado hermanito, ¿No?

Algunos meses habían pasado, y con ello, el objetivo de aquel Rey de los Demonios por fin se había cumplido: que su adorada mujer híbrida quedase encinta de su futuro heredero.

Claro que, tal como se había mencionado, eso no habría sido posible de no ser por la pequeña pero significativa intervención de aquel Demonio de cabellos azulados, quien había hecho ese movimiento suyo con la mera intención de ayudar a la pareja a cumplir con su cometido.

Después de todo, era bien sabido entre su gente que algunos fluidos como la sangre y saliva de aquellos Demonios sexuales podían ser utilizados como un potente afrodisíaco, pero también, como algo que podía aumentar la fertilidad de una hembra, cosa que había sido más que una bendición en esas circunstancias.