Capítulo 20

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Dylan lo golpeó en la cabeza con la pesada cosa y el hombre cayó al piso.

- Alice ayúdame a buscar la tarjeta en alguno d los bolsillos d su ropa

De inmediato me arrodille al piso junto a Dylan y lo ayude a buscar. Termine hallando la tarjeta en uno de los bolsillos de su camisa y me levante haciendo que Dylan también lo hiciera.

- Vámonos de aquí rápido - dijo Aidan

Inserte la tarjeta en la pequeña ranura de la puerta y esta se abrió dando paso a otro pasillo con piso y paredes blancas.
Entramos en el pasillo mientras la puerta se cerraba tras nosotros. Yo iba primera, luego Aidan y por último Dylan que miraba cada 5 segundos hacia atrás para ver si alguien más había entrado.
Al final del pasillo nos encontramos con una puerta color marrón, hale la manilla para poder abrirla y detrás de ella había una especie de recepción. Más personas con batas blancas y esos raros lentes iban de un lado a otro y entraban en otras puertas de la sala d recepción en la que nos encontrábamos.

- ¿Ahora que hacemos? - pregunto en susurro Aidan

Eso era algo en lo que había estado pensando el último minuto y ya había encontrado una respuesta para esa pregunta

- Sigamos a una de estas personas a donde sea que escojan ir y veamos que encontramos

Dylan me miro y asintió al igual que Aidan.
Nos decidimos a seguir a una señora rubia de una edad muy avanzada. Ella entró en una de las puertas en la pared izquierda de la amplia recepción, nosotros entramos tras de ella siguiendola a unos dos metros de distancia, dentro de esta nueva habitación habían un montón de mesas con muchas agujas de diferentes tamaños y otros instrumentos que usaría un médico al momento de sanar a algún paciente. La señora noto nuestra presencia y por primera vez hablo

- ¿Por que se quedan ahí parados? Tomen sus cosas y vayan a sus sitios no debemos atrazarnos - dijo con gran cara de preocupación la mujer

- Ya íbamos a hacerlo sólo estábamos esperando a que usted tomará las suyas para poder buscar las nuestras cómodamente

Debo admitir que Aidan es buen mentiroso. Ha dicho esa mentira de una forma rápida, coherente y tan natural como si fuera la pura verdad.
Luego de que Aidan haya dicho esto la mujer se dio la vuelta tomó algunas cosas y salió sin decir otra cosa.

- Cambio de planes. Dejaremos de seguir a la gente e intentaremos revisar cada sala de este lugar ¿bien? - dije convencida de que era una buena decisión

- Me parece bien - me apoyo Dylan- Intenten tomar alguno de estos aparatos, cuando nos vayamos de este lugar los examinaremos en nuestras casas

Aidan y yo nos giramos hacia las mesas y empezamos a buscar algún instrumento para llevarlo y examinarlo.
Escogí una inyectadora muy grande con una larga aguja. La aguja era más o menos del tamaño de mi dedo índice pero un centímetro más larga, la metí en el bolsillo de la bata que era algo grande por suerte y me dijo vuelta para ver como Dylan y Aidan se enseñaban lo que habían encontrado.
Lo de Dylan era como una larga espátula pero menos ancha que una espátula real y lo de Aidan era un palo corto que al final tenía tres brazos con diferentes cosas en cada uno de ellos.

- Bien. Vayamos a la siguiente sala.

Salimos y volvimos a encontramos en esa rara recepción. Nos metimos en la puerta del lado derecho a la que acabábamos de cerrar.
Esta a diferencia de la otra no contenía aparatos raros sino tubos de ensayo con líquidos de colores diferentes en ellos.

- ¿Que diablos es esto?

No todo se hizo para estar bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora