No todo se hizo para estar bien

Capitulo 40

Antes de salir de casa Dylan y yo retomamos el bate y el cuchillo... El cuchillo con el que yo la había matado... Ya mi madre no estaba y yo quería creer que no era cierto, que al terminar todo yo volvería a casa y ella estaría allí leyendo algún libro de hace décadas que aún conservaba en buen estado, con su cabello recogido en una baja coleta y que al verme se levantaría del sofá y correría a abrazarme, pero no, nada de eso podría pasar porque ella esta muerta. Ella esta muerta porque yo la mate.

En el cuchillo quedaban rastros de sangre seca puesto que no lo había lavado, ni lo haría.

Al parecer me había quedado viendo la filosa hoja ensangrentada porque lo siguiente que supe fue que Dylan hacia raras señas para llamar mi atención.

- ¡Hasta que al fin me observas! - exclamo - ¿Salimos ya o esperamos a tener algún plan decente?

- Nunca hemos tenido un plan decente

- Bueno ... Un plan presentable al menos

- No. Vámonos de una vez. No sabemos que jugadas nos tiene el día y no podemos hacer un plan que cubra esos movimientos inesperados del destino.

Y así sin más Dylan abrió la puerta para que pudiéramos salir. Sin verificar nada. Sin preparar un ataque. Nada.

Creó que ambos ya nos habíamos rendido en una parte y ahora decidíamos dejar las cosas a nuestra suerte, la cual era un completo asco, y atender a lo que viniera.

Lo que me sorprendió al abrir la puerta fue que afuera no habían rabiosas criaturas esperando a tener una oportunidad. Afuera la calle estaba vacía, demasiado diría yo.

- Permanece detrás de mi. - dijo Dylan y salio él primero

Luego de cinco minutos estábamos en la acera desconcertados. No se escondían. No nos vigilaban, simplemente se habían ido.

Caminamos hasta mi casa, no queríamos gastar el dinero que Dylan había ahorrado en algo que no fuera realmente necesario.

Las calles estaban solas, los pocos carros que pasaban iban a una velocidad increíble y los peatones parecían nerviosos.

Al final de nuestra larga caminata llegamos a mi casa. Entramos por la ventana de la sala (ni idea de donde están mis llaves) y empezamos a registrar la casa buscando a la pequeña bola de pelos a la que se le dice conejo.
Booffi.

Después de unas dos horas lo encontramos en la cocina. En la caja donde mi mamá guardaba las verduras. Supongo que se las comió.

Lo cargue y empecé a acariciarlo.

- ¿Quien es el gordo conejo de Alice? ¿Quien es? ¡Si tú! ¡Eres tú, eres tú! - le decía como si de un bebe se tratara

- Quieres más a ese conejo que a mi. Eso es injusto - dijo Dylan mirando ceñudo al conejo

- !Ay ya se nos puso celoso otra vez! - le dije a Booffi.

- No estoy celoso ...

- Claro - dije con ironía

- Ya bueno, vámonos antes de que algo pueda pasar. Además el pobre Aidan esta solito

Íbamos a mitad de camino cuando, en una tienda de televisores , pasaron unas imágenes que para cualquier ser humano serian traumantes. Niños de 5 a 11 años estaban despedazados, mordisqueados, desgarrados, masacrados.

En los títulos se podía leer "Masacre a masas en un parque de la calle Gantiban" y luego en letras más pequeñas
"Criaturas sanguinarias y aterradoras atacan"

Entonces todo encajo. No estaban por la mañana esperándonos porque se aburrieron de nosotros como presa y fueron a buscar algo con lo cual entretenerse.
Las imágenes seguían apareciendo y una que otra mujer se proyectaba en la pantalla llorando desesperada.

- Ya no esta todo solo en nuestro pequeño mundo Alice , ahora también esta afectando a otros. Hay que actuar rápido.

- El gobierno

-¿El gobierno?

- Esos malditos bastardos. Ellos llevan a cabo esto y si están dejando que este "incidente" sea televisado es porque sacaran provecho de la situación.

Entonces recordé algo. Eran rumores de así casi un año atrás. Se decía que el gobierno quería deshacerse de ciertos jóvenes que no apoyaban su régimen ... Yo los conocía, yo conozco a esos jóvenes.

- ¡Alice! ¡Los liberaran! Estoy seguro. Ellos tenían más ellos mutaron con más gente. En menos de lo que creemos la ciudad entera estará infestada de esas cosas. - dijo Dylan y estaba en lo cierto.