Capítulo 50

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Había tratado de memorizar cada detalle del mapa que nos había mostrado Allison la noche anterior y crear la ruta más rápida a mi destino.

El grupo de Allison, al igual que el de Aidan, estaría buscando información en computadores por los tres edificios. El grupo dirigido por Dylan se encargaría de las cámaras de vigilancia y de los guardias, de que nadie notara nuestra presencia.

Mi grupo tenia que ir a la oficina donde estaría ubicada la presidenta Amelía Conor.
Tendríamos que hablar, razonar... Con ella y hacer que acceda a dejar los experimentos y pedir disculpas a todo el país.

Por otro lado si ella se negaba o llamaba a seguridad, la mataríamos. He estado rogando mentalmente porque se niegue.

Al asesinarla el vicepresidente sentiría una verdadera amenaza y tendría que acceder a todo lo que pidamos.

"Grupo D en posición" oí como decía Dylan por el auricular.

Eso significaba que tendríamos que despreocuparnos un 50% menos por las cámaras o cualquier tipo de seguridad.

Los nervios y la adrenalina se mezclaban en mi estomago y mi cerebro se repetía a si mismo que ya no había vuelta atrás era morir o matar.

Los pasillos podrían parecer confusos así que la ruta la había trazado por los conductos de ventilación. Típico pero seguro.

Tendría que llegar a la tercera puerta de la pared derecha en el quinto pasillo del lado izquierdo, ahí había una entrada fácil de abrir hacia los conductos. Gracias al cielo no tuvimos problemas con llegar allí y tenia un equipo bastante sigiloso.

Al abrir la puerta nos encontramos con un pequeño cuarto de limpieza, nos metimos todos apretujados y Ana cerro la puerta.

- Mueve esa caja para acá - le dije a Mei y así lo hizo.

Puso la caja bajo la rejilla y yo puse el pie para comprobar que no me caería al pararme sobre ella.

- Ana - dije viendo la rejilla y ella entendió.

Saco de uno de los muchos bolsillos de su pantalón de estilo militar un destornillador, se subió a la caja con desconfianza y empezó a desartonillar la rejilla hasta que esta cayo.

- Espero que no sean claustrofóbicos - dije y subí a la caja.

No sé como pero logre entrar, aunque me golpee la cabeza.

- Maldito... - ofendí al conducto.

- ¿Subimos ya? - pregunto Dave.

- Si - respondí arrastrándome para dejarles espacio.

Al principio sentí que el aire me faltaba y un deseo salvaje de salir pero luego de un gran respiro pude controlarme.

- ¿Todos pueden oír mis ordenes? - pregunte

- Si - respondió Demeter que era el que estaba de ultimo.

Avance arrastrándome por el conducto y empecé a comprender como se sentían los gusanos.

Llegamos a un cruce y empecé a recorrer los conductos mentalmente según el mapa de Allison.

- Izquierda - dije

En varios minutos maldije un par de veces al conducto, en una oportunidad Aidan me escucho gracias al auricular y se empezó a reír.

Cerca de los 15 minutos luego de nuestra entrada al conducto, Allison dijo que su equipo ya buscaba información y Aidan , 10 minutos después, dijo lo mismo.

Izquierda, derecha, subir, deslizarse ... Era estresante, en el mapa parecía mucho más corto.

- Hijo de ... - iba a volver a insultar al conducto, como si le importara, cuando estaba sobre una rejilla que daba vista a una hermosa oficina.

Por el campo de visión que me brindaba la rejilla podía observar muebles de semi-cuero blancos y una alfombra negra de terciopelo justo debajo de nosotros.
Se oía la lejana voz de una mujer, una voz conocida y familiar, una voz que me encantaba escuchar cuando informaba que no habría actividad escolar, pero ahora, solo quería extinguir esa voz.

- Ana, dame el...- no termine la frase cuando ya tenia el destornillador en mis manos.

Yo no era tan ágil con las herramientas como ella pero luego de unos momentos logre quitar la rejilla sin hacer ruido.

El corazón me latía como si estuviera tratando de correr a una velocidad descomunal y el estomago daba saltos, también sentía la calentura en mis orejas, algo normal en mi cuando estoy nerviosa o emocionada, probablemente están rojas.

- Yo salto y ustedes lo harán seguidamente - ordene.

Ahora, ordenó mi cerebro y sin darle vueltas salte.
Di un gran paso hacia adelante para recuperar el equilibrio y seguido me moví un poco más para que no me cayeran encima.

Amelía soltó un grito y se agarro con fuerza a su silla con una mano y extendió la otra a su teléfono.
Rápidamente saque mi faja de mi bolsillo pero ella ya había presionado un botón del teléfono.

- ¿Q-quienes son ? - pregunto nerviosa.

- Pues nosotros veníamos a charlar pero al parecer tendremos más trabajo que eso - dije viendo el teléfono.

Amelía se levanto y nos lanzó una engrapadora que paso a tres metros de nosotros.

- Dave y Demeter a la puerta, Mei agarra a la señora y Ana aleja ese estúpidos teléfono. Desconectalo. - ordene.

Cambio de planes tendríamos compañía. No demasiada con algo de suerte.

Abrí mi pequeña cartera y puse mi daga con su estuche de nuevo en mi bolsillo. Tome un cuchillo en cada mano y vi como el resto de mis compañeros tomaban su tasers.

No todo se hizo para estar bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora