Capítulo 39

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- ¿Dylan que he hecho? - pregunte mientras las lágrimas bajaban por mi rostro.

Estaba sentada en la mesa de la cocina de Dylan. Habíamos logrado sacarles suficiente ventaja como para llegar a su casa y cerrar todo.

Él solo me abrazo sin decir nada. Desde hace tanto no me sentía tan segura como me sentía ahora con él. Era suficiente tenerlo cerca para sentir que todo estaría bien. Él completaba mi mundo, él llenaba cada espacio vacío, él era el muro que hacia que la torre no se derrumbara. No sé que tiene él para hacerme sentir así pero no me importa que es sí lo puedo tener cerca.

Sin darme cuenta deje de llorar y nuestros labios se tocaron una y otra vez, nuestras lenguas jugueteando en un ritual de fuego. Parecía que ambos competiamos por ver quién era más rápido, más profundo, más placentero.
Nos separamos por falta de aire y un silencio algo incómodo lleno la habitación y luego él se volteo para ir a continuar su labor de buscar comida.

No creo que alguna vez nombremos que esto paso. Tampoco lo hizo la primera vez, llega a ser frustrante pero yo tampoco soy lo suficientemente valiente para sacar este tema a flote. En cuanto a esto aún sigo en mi zona de confort de todo lo demás mi confort se ha rotó, lo he rotó, sin embargo esto es diferente. Prefiero quedarme con esta amistad a arriesgarme decirlo todo y que esto pueda terminar en la basura o peor en el olvido.

Los gruñidos de las ahora bestias fuera de la casa iban disminuyendo a cada momento, al parecer se cansaron de montar guardia porque una hora mas tarde había un completo silencio.

- ¿Te ayudo en algo? - me atreví a decir.

Ninguno de los dos había dicho nada desde lo ocurrido.

- No... Estoy bien gracias - respondió sin verme.

Tenia tanto sueño que sentí la necesidad de tirarme en la mesa y dormir pero la sensación de que esas cosas lograrían entrar no me dejaba hacerlo.
Eran las 11:00 pm según el reloj de la cocina cuando el silencio fue roto de nuevo.

- Alice tendremos que quedarnos a dormir aquí. De noche ellos tal vez tenga más ventaja que nosotros, además estoy demasiado agotado como para hacer algo aparte de dormir. - dijo Dylan dándome la cara por primera vez

- Si, no hay problema ¿donde dormire?

Dylan se puso algo colorado y bajo la mirada al suelo con una tímida sonrisa.

- Yo... Yo pensaba que si tú quieres, claro si no quieres no hay ningún problema... Pero si tú quieres puedes dormir conmigo...

Una sonrisa se formo en mi rostro por varias razones

- Si, si quiero dormir contigo.

- Genial - dijo volviendo a subir la mirada - ven, dormiremos en mi habitación.

Salimos de la cocina hacia un pasillo que guiaba a unas escaleras, subimos, giramos a ka derecha y luego nos detuvimos frente a una puerta. Él la abrió y su habitación quedo a la vista.

Las paredes eran grises y tenían varios afiches pegados, en la esquina de la habitación un escritorio con una silla y una laptop sobre él. Pegada a la pared izquierda estaba una gran cama con sabanas a juego con las paredes , la mesita de noche a un lado y una ventana al otro. El armario estaba en la pared derecha con una cesta de ropa frente a él.

- Nunca creí extrañar llegar agotado del instituto y venir aquí a hacer la tarea para luego dormir - dijo el admirando el lugar al igual que yo.

- Es increíble como cambiaron nuestras vidas hace unas semanas. Parece que paso un año desde entonces.

- Bueno ... Dejemos de lamentarnos por cosas que no podemos cambiar y vamos a dormir. Dormir llega a ser una de las mejores soluciones para los problemas.

Al principio encontrábamos la situación algo incomoda pero luego todo estuvo mejor. Termine durmiendo en sus brazos con una sonrisa.

Si tan solo hubiese podido dormir un día entero o quedarme en el mundo de mis fantasías donde cabalgar es algo cotidiano si tan solo dormir fuera una solución que durará mas tiempo tal vez no me hubiese sentido miserable al despertar. Uno de mis pocos consuelos es que era Dylan quien me despertaba.

- Deberías dejar esa mala costumbre de interrumpir mis asuntos con ma almohada - le dije mientras me sentaba

- La almohada no es más importante que yo. ¿Sabes con quien soñé? ¡Con Booffi! - dijo sonriendo

- ¡Oh por Dios! ¡Booffi! - grite saltando de la cama buscando mis calcetines.

- ¿Que rayos...?

- Hay que buscarlo Dylan. Creo que se ha quedado en mi casa. Bien no se ha quedado lo he olvidado ahí. - dije poniéndome los zapatos

- ¿Es necesario ?

- ¡Dylan! El pobre esta solo y con hambre.

- Si es que sigue vivo.

La indignación cubrió mi rostro y le lance uno de sus zapatos en el pecho.

- Está vivo e iremos a buscarlo

Él sonrió y comenzó a colocarse los zapatos

No todo se hizo para estar bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora