Capítulo 43

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Hay un internado, bastante lejos claro, en el cual solo aceptan a personas con las mejores calificaciones.
Mis calificaciones no eran tan altas para entrar ahí, no porque no fuera inteligente o no lograra alcanzar esas notas, era porque mi "comportamiento" hacia que me bajaran varios puntos ¿que hay de malo en dormir un poco en clases? y que me daba flojera hacer varias de las tareas aunque las pudiera hacer.

Ahora, si pensamos en Allison, se ve a kilómetros que es aplicada e inteligente. Así que ella debe estar en este momento en su dormitorio del internado.

- Tengo hambre - se quejo Aidan
- Cocina - conteste

Había pasado cerca de una hora en la cual habíamos estado discutiendo nuestro plan. Consistía en ir en autobús hasta el internado, ya habíamos comprado el boleto por internet con la tarjeta de los padres de Dylan, ahí buscaríamos a Allison, explicarle nuestro plan y ver si ella conocía a personas que también nos ayudaran. De ahí en adelante planeariamos lo siguiente junto a Allison.

- Cocina tú - volvió a quejarse

- Yo hice el almuerzo

- Dylan, cocina tú - dijo Aidan mientras estaba de cabeza en el mueble.

- No

- ¿Por qué?

- Porque me da flojera.

- ¿Crees que tu hermano sepa cocinar Alice? - pregunto

- ¡Hey! ¡Cameron! - grite.

Cameron apareció junto a la hermana de Aidan

- Dime

- ¿Sabes cocinar? - le preguntó Aidan

- No, ni idea - respondió.

- Entonces vete - dijo Aidan con cara de fastidio

Cameron y la niña se fueron a jugar otra vez o a ver televisión, yo que sé.

- Cocina tú Dylan - volvió a decir

- ¿Si cocino dejaras el fastidio un rato? - pregunto Dylan

- Tal vez ... - respondió Aidan

Entonces Dylan se levanto y fue a la cocina.

- Le echara veneno a mi comida o la escupira - dijo Aidan aún de cabeza.

- ¿Que haces de cabeza ? - le pregunte.

- Ni idea.

- ¿Y por que no te sientas entonces?

- Porque no.

- Idiota

El solo sonrió y encendió el televisor. Y comenzó a cambiar los canales hasta llegar a una película que al parecer le gustaba.

Dylan cocino pasta también, debemos ser un asco de cocineros porque solo hacemos pasta.
Aidan reviso la comida unas tres veces ya que cada vez que lo hacia Dylan se reía y eso le pareció sospechoso; en realidad Dylan solo reía porque le parecía que la cara que ponía Aidan al observar la comida le parecía estúpida y graciosa.

- No es gracioso - dijo Aidan mientras terminaba de comer

- Si lo es - dije

- Era como - entonces Dylan hizo una mueca rara y comencé a reír.
Aidan rodó los ojos y siguió comiendo.

Al dormir las pesadillas me volvieron a atacar. Ahora corría con una daga por un bosque oscuro y cuando llegaba a un claro encontraba a un extraño animal comiendo las sobras de mi madre muerta.

Al día siguiente nos iríamos a las 6 am, Booffi se quedaría aquí con mucha comida, y Aidan y yo iríamos a nuestras casas por equipaje, luego (a las 9 am) estaríamos en la estación para tomar el autobús.

- ¿Entonces nos vemos allá a las 9? - pregunto Dylan por sexta vez.

- Ya te dije que si.

- Que humor ...

- Son las 6:30 am y me has preguntado lo mismo un millón de veces ¿esperas que este feliz?

Dylan sabe que no soy la mejor persona cuando me despierto y menos tan temprano.
Me dio un abrazo, susurro "cuidate" y me dejo ir por fin.

Salí de la mano con Cameron y caminamos hasta casa.
Cuando entre a mi habitación note otra punzada de culpa. La cama estaba tendida y todo estaba en su lugar, eso solo pudo ser obra de mi madre.
Cameron noto que mi expresión cambio al ver mi habitación y decidió hablar.

- Mamá te estaba esperando con ansias. Si, ella te extrañaba pero una vez la oí hablando con papá. Ella decía que habías tomado una buena decisión. Ella estaba orgullosa de ti porque preferiste ir tú que dejar que alguien más tuviera que sacrificarse.

Yo no podía decir nada. Si yo me hubiese quedado esto no estaría así , pero no hubiese conocido ni a Dylan ni Aidan.
Dicen que todo tiene su lado bueno pero de la muerte de mi madre ¿cual es?

Metí bastante ropa en una mochila, la mayoría negro por si necesitábamos escondernos, y un cuchillo.

Decidi revisar la habitación de mis padres a ver si encontraba algo que me funcionara.
No entraba casi nunca aquí, pero estaba justo como siempre. La cama cerca de una de las paredes, las gavetas, las cosas viejas que a mi padre le gustaban ... Todo en su lugar.

Pase mi vista por todos los objetos antiguos de mi padre pero no había nada que a mi me sirviera entonces decidí revisar el lugar donde el guardaba sus cosas realmente importantes.

Era un habitación a la cual solo se podía pasar si pasabas primero por el baño de su cuarto.
Las luces estaban apagadas y cuando las encendí note que todo estaba lleno de polvo. Seguramente él no venia mucho. Habían cajas sobre cajas, cajas abiertas con una gran variedad de objetos y repisas con otros objetos más pequeños, pero lo que realmente llamo mi atención fue una vidriera empolvada en un rincón de la habitación.
Me acerque cuidadosamente a ella y la abrí. Lo único que había era una daga con detalles dorados y grises. La tome y la saque de su estuche. Estaba impecable, era hermosa para mi.

No todo se hizo para estar bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora