No todo se hizo para estar bien

Capítulo 34

El plan de Allison, por supuesto, tenía varias bajas pero hasta el momento era el mejor que teníamos.

Consistía en ir disfrazados a el portón (que de seguro ahora estaba muy vigilado) encontrar la forma de poder insertar la llave para abrirlo y luego tomar la ruta alternativa hacia la ciudad. Allison dijo que era una carretera muy larga que conducía directamente a la ciudad pero que no se había usado en al menos una década.

- ... Y cuando ya estemos allá todo habrá acabado - dijo está al terminar de explicar su plan.

Cuando ella terminó ya había pasado al menos media hora, yo tenía mucha hambre y, además, necesitaba una ducha.

Cuando se lo notifique a los chicos Allison fue la primera en sugerir algo.

- El baño de profesores nos servirá en cuanto a la ducha pero no sé de donde podríamos sacar comida.

- ¡Al diablo con la seguridad! - exclame cansada - ¡Iré a casa a pedirle comida a Edward!

Como ninguno protestó supe que ellos tenían tanta hambre como yo. ¡Llevo casi un día completo sin comer! Espero que nunca nadie más tenga que pasar tanto tiempo sin comer.

Todos nos encaminamos por el solitario instituto hacia los baños de los profesores, de los cuales Allison sabía la clave.

Decidimos ducharnos en este orden: yo, luego Allison, después Aidan y por último Dylan.

El baño no era nada del otro mundo, aunque si era bastante pequeño. Las baldosas en el piso eran de color verde agua y en las paredes estaban pintados varios peces de diferentes especies.

El agua estaba helada pero se sentía bien. Al terminar me seque con una de las dos toallas que estaban adentro y me volví a colocar mi ropa. Salí del baño tratando de peinar mi cabello con mis manos. Me quede parada en la puerta con los chicos mientras Allison entraba y la cerraba tras ella.

- Tengo hambre ... - se quejó Aidan

- Yo también - dije - ya quiero llegar a la ciudad ¿Sabes? Ya no soporto esto.

- Yo tampoco lo aguantó ya. ¿La gente aquí no sospecha de todo esto? - dijo Dylan mirando pensativo a la nada.

- No lo creo. Cuando te dan comida y una casa muy cómoda en una ciudad donde al parecer no hay problemas y todo parece estar en su lugar, entonces no te preocupas por nada más - dijo Aidan

- Tal vez, sólo tal vez, si se preocupen por algo - dijo Dylan

- ¿Por que cosa? - pregunte

- Por su familia. Todos dejamos a las nuestras al venir aquí. - respondió

- Sospecho que los que vinimos éramos las ovejas negras de la familia - dijo Aidan

- En parte si. Pero aunque no hayamos tenido una relación perfecta con nuestra familia ¿Me dirán que no la extrañan? - pregunto Dylan.

Se hizo un momento de silencio en el que todos paramos a pensar en eso. Dylan tenía razón; si extrañaba a mis padres y a mi pequeño hermano. No creo que alguien se imaginará el sentimiento que se creó en mi al pensar en volver y abrazarlos. Era una alegría muy profunda mezclada con algo de tristeza.

- Nunca me arrepentire de ser yo la que este aquí y no ninguno de ellos - dije al fin

- Yo tampoco - dijo Aidan

- Y yo mucho menos - dijo al igual que nosotros Dylan.

En ese momento Allison salió del baño con el cabello mojado y alborotado. Antes de que Aidan saliera del baño ella había conseguido peinarse. Era mediodía cuando ya por fin todos estuvimos listos y así caminamos hasta lo que aquí puedo llamar casa. El camino fue entre las sombras y entre escondite y escondite pudimos llegar.

Inhale profundamente antes de tocar la puerta de mi casa.

- Si algo pasa a correr se ha dicho - dije y dí tres golpes en la puerta.
No pasaron más de 20 segundos cuando la cara de Edward asomo por la puerta y al verme sus ojos se abrieron como platos por la sorpresa.

- Pasen rápido - dijo quitándose para darnos paso y cerrar rápidamente de nuevo la puerta.

Cuando estuvimos adentro lo primero que él hizo fue abrazarme.

- Alice ¡oh, Alice! - dijo - creí que te habían agarrado a ti también pero cuando vinieron a buscarte supe que... - lo interrumpi

- ¿Vinieron a buscarme?

- Si, lo hicieron. Preguntaron cuando fue la última vez que te habíamos visto y esas cosas. Ellos pasaron la noches aquí porque creían que vendrían de noche y se fueron está mañana.

- Edward, hablaremos luego. En este preciso momento necesito comida.

Edward nos acompañó hasta la mesa y no podría describir los feliz que se puso Sara al verme.

Después de un buen almuerzo y de búscar algunos bolsos y llevarlos de comida, les conté a Edward y a Sara todo.

- Yo iré con ustedes - dijo Edward cuando finalice mi relato.

- ¿Que? ¡Tu no puedes hacer eso! Sara te necesita a aquí. - le dije

- Alice, si por Sara fuera me hubiese echado de aquí hace bastante tiempo.

Le día una mirada a Sara la cual sólo asintió y miro con desprecio a Edward.

- Genial. Busca un bolso Edward. Nos vamos ya.