Capítulo 51

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Dave y Demeter estaban frente a la puerta de forma que el que entrara se encontraría de frente a ellos. Ana había tirado el teléfono al otro lado de la habitación y había ido a ayudar a Mei con Amelía.

Todo estaba en completo silencio y pude oír cuando se acercaban por el pasillo, no eran muchos por lo que se podía escuchar.

Abrieron la puerta de un golpe y mis reflejos reaccionaron por mi al ver que no llevaban trasers sino verdaderas armas. Lance el cuchillo derecho antes que el izquierdo y corrí al otro lado donde pudiera estar alejada del contrataque.
Al tomar los siguientes dos cuchillos eche un vistazo a la posición donde había estado un segundo atrás; más allá había una marca cerca de la pared y una bala rodaba aún, en la puerta yacía uno de los hombres con el cuchillos en el pecho pero el otro corrió con más suerte ya que el cuchillo le dio en el hombro.

Eran 4 en total, Demeter le había proporcionado una descarga eléctrica a uno y este cayo.

Tenemos 2 en pie de los cuales uno esta herido.
Yo estaba agachada detrás del sillón. Cuando el que estaba herido se acerco a Mei estaba tuvo que soltar a Amelía dejándola sola con Ana, que no tenia mucha fuerza que digamos.
Vi como el guardia sano apuntaba a Ana con el arma y lance el cuchillo de la mano derecha y este se clavo justo en el centro de su espalda. La imagen de su camisa siendo manchada por la sangre me dio náuseas.

Mi acto hizo que el guardia herido volteara lo que le dio a Mei una oportunidad perfecta de darle una descarga eléctrica.

4 en el suelo.

Dave fue en socorro de Ana y la libró de los ataques de Amelía sosteniendo a la señora él.

- Cierren la puerta - ordene con mi ultimo cuchillo en mano.

Demeter cerro la puerta y miro con repulsión los cuerpos en el suelo.

- Si se levanta alguno entonces recibirá un golpe más fuerte - dije refiriéndome a los guardias - ahora, tome asiento.

Mire altaneramente a la presidenta mientras ella se sentaba en la silla tras su escritorio.

- Nos hemos enterado de algunas cosa ¿sabe?

- A-alejate - dijo blanca como el papel

- El ultimo experimento que fue organizado, el cual aún no concluye ¿quiere explicarme de que trataba? - pregunte.

- Era p-para analizar el comportamiento de los s-sujetos...

- ¡NO ME MIENTA! - la interrumpi. - yo sé perfectamente que han estado practicando la mutación.

- ¿Como se ha enterado?

- Yo escape.

Un destello de sorpresa se reflejo en sus ojos.

- Alice Stone... No, no puede ser. Tu y tu hermano están muertos.

- ¡MIS PADRES ESTÁN MUERTOS!- grite saliéndome de mis casillas - MIS PADRES ESTÁN MUERTOS PORQUE TU LOS ASESINASTE, LOS CONVERTISTE EN BESTIAS.

Amelía se quedo en silencio y eso me dio un segundo para recuperarme.

- No planeaste bien tu asesinato. Me dejaron escapar porque me podrían asesinar aquí pero olvidas que las bestias no tienen un razonamiento muy alto, se aburrieron de perseguirme.

- Te debimos matar cuando pudimos.

- Siempre han podido pero son demasiado seguros de si mismos que no me consideran una amenaza. Pero, yo no estoy aquí para contarte la historia de mi vida sino para proponerte algo.

Amelía me miro con desconfianza y yo Sonreí.

- Tu acabarás con el experimento y responderas por las víctimas del mismo.

- No puedo aceptar, hemos gastado billones en ese experimento.

- Te daré una segunda oportunidad - dije solo por tener un poco de compasión - Acabarás con el experimento ¿si o no?

- No. Me rehusó totalmente.

Miré a Ana y ella algo insegura me dio una señal de aprobación.

Camine lentamente hasta posicionarme detrás de la silla de Amelía. Tome mi daga y la puse en su cuello.

- Por mis padres - susurré a su oído.

A continuación la sangre empezó a brotar y muy pronto ya ella no podría pensar en que hubiese sido mejor decir que aceptaba nuestro trato.

- La he matado - dije por el auricular.

- ¿Es enserio? - pregunto Allison.

- Si, esta muerta. Y otros dos guardias también, aunque uno se pudo haber desangrado así que son 3 - dije mirando el charco de sangre alrededor del que solo había herido.

- Vamos para allá, ya tenemos lo que queríamos - dijo Aidan.

- Dylan tu también ve. Yo enviaré una orden de parar el experimento - dijo Allison.

En menos de 30 minutos el grupo de Aidan y el de Dylan se encontraba con nosotros.
Decidimos sentarnos en los sillones y esperar, aunque la escena era traumante debido a los 4 cadáveres en la habitación.

Estaba terminando de limpiar mi daga cuando sentí una mirada en mi, alce la vista y encontré esos grises ojos clavados en los mios, él estaba sudado y despeinado pero aún se veía bien.

Al darse cuenta que le devolví la mirada se ruborizó y volteo la vista.

No todo se hizo para estar bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora