Lady Eleonor se encontraba sola en su habitación, sumida en una profunda melancolía. La preocupación por Isabel la consumía, pero también le traía recuerdos que había intentado olvidar durante años.
La desaparición de su hija había reabierto heridas que nunca habían sanado del todo. Sentada en el sillón junto a la ventana, con la vista fija en el jardín iluminado por la tenue luz de la luna, Lady Eleonor dejó que sus pensamientos vagaran hacia un pasado que la atormentaba.
Había sido una joven rebelde y apasionada, muy diferente de la mujer contenida y elegante que ahora era. Su corazón había pertenecido a Alexander, un hombre que no cumplía con las expectativas de su familia, pero cuyo amor ardiente y sincero había conquistado cada fibra de su ser.
Alexander era un poeta, un soñador, un hombre de espíritu libre que la había hecho sentir viva y amada como nunca antes.El amor entre Eleanor y Alexander floreció en secreto, lejos de los ojos escrutadores de la alta sociedad. Se encontraban en rincones escondidos del jardín, intercambiando promesas y susurros bajo las estrellas. Pero su amor no podía permanecer oculto para siempre. Lady Eleanor recordó con claridad la noche en que decidieron huir juntos, un acto de desesperación y esperanza, buscando la libertad para amar sin restricciones.
Era una cálida noche de verano cuando Eleanor y Alexander se reunieron por última vez en el jardín de la mansión de los Rutherford. Eleanor tenía diecisiete años, y su corazón latía con fuerza mientras se deslizaba por el oscuro corredor hacia la puerta trasera. Alexander la esperaba, su figura alta y delgada destacándose en la penumbra. El aroma de las flores nocturnas impregna el aire, y el silencio de la noche envolvía su encuentro clandestino.
Eleonor : susurró Alexander, tomando su mano con una ternura que la hacía sentir segura y amada.
Alexander : "¿Estás lista?"
Eleanor: si amor, sus ojos brillando con emoción.
Eleanor: Quiero estar contigo, sin importar las consecuencias.
"Alexander la atrajo hacia sí y la besó con pasión.
Alexander: "Entonces, vámonos.
Esta noche, dejaremos todo atrás y comenzaremos una nueva vida juntos.
Juntos, escaparon por la puerta trasera y se dirigieron hacia el puerto, donde Alexander había arreglado todo para que los llevaran a un lugar lejos de las restricciones y expectativas de la alta sociedad. El viaje fue una mezcla de emoción y ansiedad, pero ambos estaban impulsados por la esperanza de un futuro libre y feliz.
Pasaron dos días en el pequeño pueblo costero de Plymouth, alejándose en una modesta posada, disfrutando de la libertad que tanto habían anhelado. Se paseaban por las calles adoquinadas, exploraban las tiendas locales y soñaban con su vida juntos. Pero su libertad fue efímera. El tercer día, mientras caminaban por la playa, vieron a un grupo de hombres acercándose. Eleanor reconoció a uno de ellos de inmediato: era Lord Tomas Rutherford, su padre, acompañado por varios sirvientes de la familia.
Lord Tomas : "Eleanor," dijo con una voz fría y autoritaria. "Regresarás a casa. Ahora.
"El corazón de Eleanor se detuvo. Sabía que no tenía elección. Alexander intentó protegerla, pero los sirvientes lo apartaron con facilidad.
Eleanor: "Por favor, padre ," "déjeme quedarme con Alexander. Lo amo.
Lord Tomas : ""El amor no tiene cabida en los planes de nuestra familia. "Regresarás a casa y cumplirás con tu deber.
Lord Tomas la toma por el brazo está se suelta, inmediatamente Lord tomas le da una cachetada. La vuelve a tomar con fuerza por el brazo.
Lord Tomas: harás lo que te digo.
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EL JARDÍN DE LOS AMORES PROHIBIDOS
RomanceIsabel Thornton, una joven noble, está comprometida con un hombre elegido por su familia. Sin embargo, su corazón late por otro: Daniel Hartman, el jardinero de la mansión, cuya humilde posición social convierte su amor en un peligroso secreto.A tra...