CAPITULO 11 CONFESIÓNES

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A la mañana siguiente de su matrimonio, Isabel despertó con la luz del amanecer, los suaves destellos de luz se filtraban por las cortinas de su habitación.

El recuerdo de la noche anterior aún estaba en su mente, Isabel sitio un gran alivio  al darse cuenta de que James no estaba a su lado.

Se levantó lentamente, con el cuerpo aún adolorido, se da cuenta de una pequeña notó una hoja de papel doblada cuidadosamente sobre la mesita de noche. Con manos temblorosas, agarro la nota y comenzó a leer.

"Isabel,

Tengo asuntos que atender en el pueblo esta mañana. Estaré con Lord Henry durante gran parte del día, y posteriormente deberé viajar al pueblo cercano por asuntos de trabajo. No estoy seguro de a qué hora regresaré, pero no esperes mi presencia hasta la noche.

James."

Isabel al leer la nota se sintió aliviada, al saber que no tenía que ver a James en todo el día. Tendrían tiempo para estar sola y reflexionar. La mansión estaba tranquila, con únicamente algunos sirvientes moviéndose en silencio por los pasillos.

Se dirige a el comedor para comer algo, cuando se encuentra a Laura.

Isabel: Laura que haces aquí?

 Isabel la abrazo con fuerza, para Isabel ella no es una criada, Laura es su amiga y siempre estará agradecida con ella por ayudarla a estar con Daniel.

Laura: señora Isabel por orden de su esposo Lord James, me mandaron aquí.

Isabel: gracias a Dios estás aquí Laura

Laura: tranquila señora Isabel, su madre le manda a decir que por la tarde vendrá a visitarla.

Laura: por favor señora Isabel siéntese, le traeré algo para que coma, se ve muy pálida el día de hoy.

Isabel: por favor Laura no me digas señora, llámame por mi nombre.

Laura: está bien Isabel, pero debemos tener cuidado aquí para que nadie nos escuche.ire por su desayuno.

Isabel agradecida por qué Laura está a su lado, sabio que con ella aquí, tendría una persona con quién hablar.

Isabel después de comer algo, decidió caminar por los jardines, buscando un momento de paz en medio de su tormenta interna.

El jardín, con sus flores en pleno florecimiento y sus caminos bien cuidados, caminar por el jardín, le trajo recuerdos de la mansión Thornton, el jardín siempre había sido un refugio para ella. Se sentó en un banco cerca de la fuente, cerrando los ojos y dejando que el sonido del agua la calmara.

Edward: "¿Isabel?" La voz interrumpió sus pensamientos. Isabel abrió los ojos y vio a su hermano acercándose.

Isabel: "Edward," dijo con una sonrisa cansada.

Levantándose con mucha dificultad con pasos lentos y sus rostros reflejando un poco de dolor.

Edward  se da cuenta de esto, sintiendo rabia y furia por dentro, imaginando lo que James le hizo anoche.

Isabel: "Me alegra verte." Sentándose ambos, mirándola con preocupación.

Edward: "¿Cómo estás? La fiesta de anoche fue... grandiosa."Isabel soltó una risa amarga.

Isabel: "Sí, grandiosa. Todo fue perfecto, ¿verdad?

Isabel: Excepto por el hecho de que no me case con Daniel, estoy viviendo en una mentira. "Edward la miró con tristeza.

Edward:"Lo siento tanto, Isabel. Si hubiera algo que pudiera hacer...

"Isabel lo interrumpió, tomando su mano.

EL JARDÍN DE LOS AMORES PROHIBIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora