Fuertemente

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Estaba tranquilo mientras sus doncellas le peinaban sus bellos cabellos naranja,viendo atraves de su espejo como ese brazalete quedaba hermoso en su muñeca, como relucia el color jade en el, amaba cada obsequio que su alfa le daba en esos meses de cortejo que llevaban.

Pues an pasado meses desde que se conocieron, y aunque no fue nada romantica la bienvenida del omega al heredero, se an llevado bien, y tenian mucha atracción entre ellos, ya comenzaba a sentir sus latidos mas fuertes al estar con su príncipe.

-mi señor, ¿le pareciera bien el color naranja o rojo en sus vestimentas? - salio de su ensoñazon al oir a Higuchi dirigirse a el

-colocame el negro, higuchi- ella asintió y fue en busca de sus prendas - en tres dias es el cumpleaños numero quince de mi prometido, higuchi- Ella asintio y siguio prestando atención luego de decirle a las damas que se retiraran, ella se haría cargo - dime, ¿que podria yo obsequiarle?

Ella se acerco quitando la bata de su señor para colocarle sus telas negras encima y comenzar a vestirlo - podria darle algo echo por usted mi señor- enredo el laso en la fina cintura del omega luna mientras hablaba

-¿algo echo por mi dices? - el lo penso, el heredero recibira muchas cosas demasiado llamativas y ni hablar las tontas omegas de la realeza que intentarian llamar la atencion del heredero solo para ser llamadas para formar parte del concubinato que jamas se formara, esas omegas darían hasta sus tierras por ser emperatriz, un simple obsequio hacia dazai echo por el no se igualaria a las joyas y fortuna que recibirá.

-mi señor, no importa cuantas joyas reciba, el amara lo que usted le de- chuuya se asustó parecia que Higuchi lee mentes - usted lo conoce mejor que cualquier otro omega, sabre que le gusta al joven heredero.

-creo que le hare una tarta- pues en el tiempo en conocer a dazai, este una noche probó su deliciosa tarta de fresa, pues el omega era bueno cocinando, habia quedado encantado y habia echo jurar al omega luna que al casarse prepararía cien todas las noches solo para el - creo que comer una esa noche, lo haria feliz.

Higuchi concordo con el, y al terminar de vestirlo le rocio el perfume obsequiado por su prometido, un delicioso aroma a vainilla pura, amaba usar las cosas obsequiadas por el aunque cuando las recibía solo decia "deja de malgastar las monedas, estúpido", no era una persona algo educada cuando estaba nervioso, y dazai siempre lo ponia nervioso.

-Mi señor, le recuerdo que tendrá que ir a probar su quimono a utilizar en el palacio, para la fiesta del príncipe - chuuya suspiro cansado y asustado, le ponia de nervios su primera  presentación frente alos emperadores de Yokohama, eso lo asustaba.

-lose Higuchi - suspiro mientras se sentaba en su mesa de té para saborear su te de uva - sientate Higuchi, una amiga no puede quedarse parada mientras tomo té - ella abrio sus ojos en grande, pues el futuro emperatriz la concidera una amiga, catando la orden se sento frente a el.

-gracias mi señor

-no me agradezcas nada pequeña Higuchi - el bebió tan finamente que ella solo le sirvio mas al el dejar la tasa en la mesa - dime, ¿crees que le agrade al emperador? - tenía mucho miedo de no hacerlo y este decidiera acabar con el compromiso, aunque cuando le notifico su miedo a dazai el parecio no tener miedo como el.

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Estaba sentado frente al rio del reino, estaba siendo escoltado con sus cuatro damas de compañia e Higuchi, mientras el heredero a su lado llevaba a su guardia Kunikida y otros dos detras

Estaban sentados, uno tranquilo y el otro maquinando ecenarios desastrosos donde lo separaban de dazai por no dar buena impresión.

-¿que es lo que te agobia, enano?

EMPERADOR Y YO (SOUKUKO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora