EMPERADOR Y YO (SOUKUKO)

Por Mi

Mori Nakahara, un hombre actualmente respetado, temido y amado, un hombre casado y con dos hijos, su bello petalo uno de el que se llevo su alma.

Es un hombre serio y temido, nunca sonreía al menos que fuera por su hijo pelirrojo, no siempre fue a si, el era una persona alegre y espontánea, un alfa que vivia su dia feliz, era un alfa diferente, era diferente en todos los sentidos por eso no le impreciono mucho que su hijo omega lo fuera, el tambien era distinto.

el era apenas un chico de 25 años de edad cuando se mudo de su aldea en uno de los recintos de Japón, para ser soldado real, desde pequeño tuvo una vida tranquila, y quiso dedicarse a ser un soldado imperial por que se le hacia la mejor distracción a sus problemas de casta

Su lobo era raro, su lobo deseaba cachorros pero no deseaba darlos, el los pedia, era alfa su feromonas, su cuerpo, y sus ojos le decian que si lo era, pero sus instintos eran distintos, asi que penso que siendo soldado podria mejorar todo.

cuando llego a yokohama la cuidad del emperador, no esperaba conocer al ser mas odiado y amado de su vida, porque no esperaba sufrir el dolor mas horrible en su alma, no esperaba que ese hombre al que esta ligado a proteger de por vida, le hiciera ese daño, le arrancara el alma.

Solo recuerda haberlo visto ahi, sentado en una piedra del rio cuando el patrullaba las calles, se acerco para preguntar si algo sucedia, y si talves alguien le hubiera advertido que no debio haberse acercado a ese peliblanco, que no debió nisiquiera mirarlo.

De verle esos ojos grandes y lindos que lo vieron imprecionado y lo hicieron sentir decaer otra ves y cuando menos lo penso volvio al dia siguiente solo para volver a verlo, y volvio los siguientes días para solamente ser abrazado por ese gran hombre peli blanco.

Recuerda que cuando se entero quien era ese hombre que por meses lo abrazo y beso y que termino haciendolo entragarle todo, quiso matarse, pues aparte de ser un enfermo, como el Mismo hombre le decía luego de entregarse uno a otro, habia enfermado al emperador Fukuzawa.

Peor aun, ese hombre estaba comprometido con una princesa, y para terminarlo de herir fueron las palabras salidas de esos labios, esas palabras dichas mientras el emperador se colocaba sus pendras dandole la espalda, y el estaba con el agua del rio limpiando su cuerpo aguantando las ganas de llorar.

-lo siento Mori, Sabes que esto es enfermo y ahora estoy comprometido.

-pero

- no me pongas peros, no es normal lo que hacemos y ahora tengo un deber que cumplir,
Y tu no eres parte de ese deber, solo eres mi soldado.

Recuerda haber llorado ahi en la orilla del rio, desnudo mientras limpiaba sus piernas temblando y veia los chupones que ese hombre le dejo, viendo de lejos la espalda de ese emperador mientras el lloraba por que ese hombre lo dejo.

Recuerdo haber estado en la boda, por que fukuzawa parecía odiarlo y pidio tenerlo de guardia personal un mes despues de haberlo dejado llorando en ese rio, lo hiso verlo mientras se casaba con esa princesa rusa, recuerda que el inicio de su esclavitud fue ese dia.

Por que aun asi, hacerlo llorar era la diversión del emperador al hacerlo cuidar de su puerta mientras consumaba su matrimonio con esa chica, por que era diversión de fukuzawa el verlo asi de destrozado esa noche cuando salio solo con su bata de ceda mientras salia a decirle que podía relebar e irse a descansar.

El odio que sintió para si mismo al verse a el ceder esa misma noche y heberse dejado tocar cada fibra de su piel como la última ves en el rio, y otra ves llorar al verlo salir de su habitación.

Su tormento comenzó cuando su lobo comenzó a desear hacer nidos, y asu lobo  aullar de dolor al sentir las noches de fukuzawa y la emperatriz, el deseo de satisfacción cada noche que fukuzawa llega a otra ves estar con el, los vómitos en las mañanas, los mareos en los entranmientos y los antojos en las noches.