Capítulo 17

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Eran las cinco de la tarde cuando la puerta de su casa fue tocada, Katsuki salió con su mochila y unas cajas de bento a abrirla. Touya que seguía con la misma ropa de antes le vio con cierta sorpresa.

— ¿Por qué traes tantas cosas? —interrogó en lo que se movía para que el cenizo dejara cerrada la puerta de la casa.

—Son para la niña. Juguetes y otras cosas. No me sentía bien cuando pensaba en ella sola en una jodida y aburrida habitación de hospital —respondió el de quirk explosivo —Tambien hice un almuerzo para ambos.

— ¿Para los dos? —cuestiono el albino todavía más sorprendido.

—Debido a que jodieron mi hora del almuerzo no comí nada y tú no sueles comer hasta que es de noche, ¿no?

No sé si es muy perceptivo o si lo sabe porque se trata de mí.

Touya no comprendía porqué se sentía feliz con el almuerzo preparado por Katsuki, ya había probado de su comida antes pero no era una razón para sentirse especialmente feliz, ¿no?

— ¿No vas a encender esa motocicleta? —lo empujó el cenizo cuando lo vio parado viéndole como si fuera un loco.

El albino bufó, debía estar imaginando cosas. Se subió a la motocicleta y el menor se subió detrás suyo, llegaron al hospital a eso de los veinte minutos. Una vez ahí, debido a los reporteros, se tuvieron que dirigir a la entrada de emergencias.

—La habitación de Eri es por aquí —indicó el de ojos azules —EreserHead y otros héroes han venido a verla pero se escondió debajo de la camilla. Las enfermeras estaban pensando si tendrían que darle tranquilizantes para dormir. Quizás con tu visita su comportamiento mejore.

—No hago milagros —suspiro el cenizo.

—Podrías hacerlo —tocó la puerta el mayor y se anuncio —Eri, soy Shiro, ¿puedo pasar?

Unos pasitos se escucharon de inmediato y la puerta de la habitación fue abierta por la niña en una bata de hospital de color verde. Los ojos rojos de Eri se enfocaron en el mayor y luego, en su acompañante, parecía aliviada de verlos a ambos. Y no alguien más de la policía o los doctores.

—Te he traído un amigo para jugar —se metió dentro de la habitación con el cenizo el cuál soltó un bufido — ¿Qué dices? Es Bakugou Katsuki y es la primera vez que lo ves.

El menor miro con extrañeza a Touya el cuál solo le guiño un ojo y pidió que se mantuviera en silencio mientras que Eri asentía firmemente con la cabeza.

—Lo he traído por un rato. Jugará contigo mientras yo hago papaleo —indicó el mayor — ¿Está bien? Si EreserHead pregunta, yo lo traje.

La albina volvió a asentir y el cenizo comprendió un poco de qué se trataba toda esa conversación. Su primer encuentro con Eri había sido en el departamento de Touya, junto con los villanos y eso nadie podía saberlo. Por lo tanto, el albino buscaba encubrirlo con aquel primer encuentro donde se vieron en el hospital porque él lo llevó.

Con la reputación que tenía Shiro entre sus profesores, de ser excéntrico y hacer lo que le diera la gana, el cenizo estaba seguro que Aizawa no sospecharía demasiado de ellos. Pero seguramente le daría a el albino algún reproché por llevarlo con la niña.

—Traje algunas cosas —mencionó llamando la atención de la albina — ¿Quiere verlas?

Eri asintió, le agarro de la mano y lo llevo hasta la camilla de la habitación donde ambos se sentaron juntos. Bakugou saco todo el contenido de su mochila para dejar que la menor lo revisara y conociera. Estaba callada pero se le veía un poco más activa, mantenía un gesto serio, pero cuando le hacía preguntas se le notaba la inocente curiosidad de todos los niños y el cenizo se sintió feliz por eso. Los vendajes que traía en los brazos y piernas eran nuevos pero aparte de eso estaba bien, le habían dado un baño y su cabello estaba peinado.

Mí Héroe [DabiBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora