Capítulo 57

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Luego de lo que pasó con Fuyumi y Natsuo, Katsuki dió un largo suspiro, le dirigió una mirada a Enji que hizo asustar a Shoto e Izuku porque parecía estar realmente enojado y no del modo normal.

Porque ambos sabían que el cenizo podía enojarse pero muy pocas veces se había enojado en serio. La vez que recordaban era en los dormitorios, cuando Minoru intento por primera y última vez una broma a Mina dónde le tocaba la falda. En esa ocasión tenía esa misma mirada sería y fría, esa que hacia que uno pensará que había estado muy cerca de la muerte.

El bicolor pensó que el cenizo iba a insultar a su padre y hubiera estado bien, se lo merecía, pero él solo le dijo fríamente lo siguiente.

—Nos vamos a Yuei. Ahora.

Era una declaración y una orden, que dejaba en claro que no quería seguir en la casa de Endveador ni un segundo más. El pelirrojo la aceptó, se puso de pie y fue hasta el auto, con ellos siguiéndole.

El cenizo en verdad estaba de malhumor pero luego se le fue al saber que no podía hacer nada con la idiotez de Enji Todoroki. Aparte de intentar volver a explotarle el trasero en los entrenamientos de la semana próxima. Así que cuando se sentaron en los asientos de atrás del auto, fingió que el héroe era un simple chófer de cuarta y se limito a mirar por la ventanilla. El de pecas se sentó a su lado, quedando entre él y el de quirk dual que ocupo el otro lugar vacío.

Los tres iban apretados en los asientos de atrás con sus valijas que guardaban sus uniformes pero ninguno hablo de pasar al asiento del copiloto.

Habían pasado menos de cinco minutos desde que Natsuo y Fuyumi dejaron la casa, por lo que el cenizo se preguntó si los vería por la calles y cuando pensó en eso, escucho unos gritos y luego a Shoto.

¡Fuyumi-neesan!

Fue una imagen muy breve de Fuyumi volando por el aire, cubierta de cintas blancas y luego el auto perdió el control, Endveador o el villano habían causado que chocaran en medio de la calle.

Para Bakugou fue casi un accionar claro y sincronizado con respecto a sus compañeros, salir del auto y pelear. Ayudar a lo civiles en medio de la calle. Analizar la situación. Se sintió muy natural y era una señal de su crecimiento, como héroe y como compañero de esos dos.

Midoriya era muy útil con sus látigos negros, por lo que le podían dejar los autos que caían. Todoroki se encargo de hacer una barrera de hielo a su alrededor para que nadie más saliera herido y Endveador intentaba llegar hasta su hija, pero el villano la usaba como un escudo y se quedaba congelado sin poder hacer nada.

— ¡Déjala ir! —exclamo el de quirk dual. Sonaba muy enojado y desesperado en ese momento.

— ¡Shoto, Bakugou!

Natsuo había intentando inútilmente salvar a Fuyumi usando su quirk de hielo para atrapar al villano pero apenas podía mantener el ritmo y se quedó en un costado de la calle, observando impotente la escena. El cenizo le empujó un poco más hacia la vereda, le gritó que se mantuviera quieto y seguro, para después ir hasta el villano.

Endveador no podía atacarlo. Shoto tampoco. Los dos estaban muy preocupados por la albina de mechas rojas y no podían pelear con ella en medio.

El cenizo chasqueo la lengua y pensó en qué podía usar. Optó por ir hasta el villano, conteniendo una explosión en la palma de su mano izquierda y en lugar de atacarlo, fue a rescatar a Fuyumi. Quemó las cintas que la tenían atrapada y cayó con ella a la calle. Eso dio tiempo suficiente a que el bicolor pudiera cubrir a todo el villano con hielo.

— ¡Fuyumi-neechan! —grito el albino, acercándose hasta ellos y mirando hacia su hermana — ¡¿Estás bien?! ¡¿Tienes heridas...?!

— ¡Natsuo!

Mí Héroe [DabiBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora