Capitulo 33

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Los miembros de la clase A no sabían qué hacer con lo que estaban viendo sus ojos y escuchando sus oídos.

¡Le acababan de pedir una cita al miembro más problemático de su curso! ¡Y no hubo explosiones todavía o un rechazo contudente!

Ashido estaba muy emocionado con toda la situación, Kaminari apostó con Sero si el cenizo aceptaría o no la cita. Kirishima se preguntó si debería sumarse a la apuesta o si no sería digno de su parte hacerlo. Hagakure le susurro a Ojiro si sabía si era verdad eso de que a Bakugou le gustaban los chicos y Mineta se estaba preguntando porqué ocurrían ese tipo de cosas a los chicos como el cenizo, ¿sería el carácter de chico malo lo que lo volvía atractivo?

De cualquier manera, toda la clase A estaba atenta a la reacción del cenizo. Pero Bakugou se había quedado en tal shock que aún no contestaba y Shindo volvió al ataque antes de que el menor volviera a sus sentidos.

—Aunque que aceptes una cita tan fácil puede que sea aburrido, ¿qué tal entonces si hacemos una apuesta, Bakugou?

— ¿Una apuesta...?

El cenizo no salía de su shock. No podían culparlo, ¡las confesiones que había recibido eran de chicas tan tímida que ni podían verlo a los ojos! ¡nunca nadie se le había acercado de frente para cortejarlo! ¡y menos tan descaradamente como ese chico!

—Sí, una pequeña apuesta. En la segunda mitad del examen se suman puntos —dijo el azabache —Si consigo más puntos que tú, vas a tener una cita conmigo. Si pierdo, bueno, haré lo que quieras.

A Katsuki le molestó la forma en que Yo sonó tan confiando al decirle eso, por lo que olvidando un poco el punto de la cita le sonrió con arrogancia y le miro con la cabeza ladeada.

No se percató que los chicos al lado del azabache, en su mayoría de cursos superiores, que lo habían visto hacer eso parecían encontrarlo atractivo también.

—De acuerdo. Intenta ganarme, idiota.

El azabache sonrió y dió un asentimiento, para después acercarse hasta el cenizo. Cuando estuvo parado frente a él, a Bakugou le enojo tener que levantar el cuello para seguir viéndole a los ojos.

— ¿Y si incrementamos un poco la apuesta, Bakugou? —propuso el mayor con una sonrisa que parecía malvada —A los chicos de ahí les gustaría también salir contigo. Así que si no eres el primero en el ranking del examen, ¿qué tal si sales también con algunos de ellos?

— ¡E-Espera un segundo! ¡Eso es injusto! —bloque la castaña a Shindo, empujándolo con sus brazos para que no se acercara más al cenizo — ¡Es una apuesta injusta!

— ¡Es cierto! —se sumo Mina a la protesta — ¡No dejaremos que Bakugou salga con tantos idiotas a la vez!

Los otros miembros de la clase A estuvieron de acuerdo con las femeninas. El cenizo se quedó en silencio ya que no tenía nada para decir. Pese a que sabía que podría derrotar fácilmente a todos esos idiotas, se sentía bien ser defendido por sus compañeros de clase. Pero les puso un alto cuando pensó que ya estaban siendo muy ruidosos y se puso de pie para encarar a Shindo.

El mayor lucía muy tranquilo. Esa clase de seguridad la encontró malditamente molesta pero no podía negar que también le daban su atractivo.

—Acepto la apuesta —declaró —Seré el primero en el ranking.

—Eso ya lo veremos.

Yo quería aprovechar la cercanía que tenía con Katsuki para robarle un beso. Estaba lo bastante confiado en su velocidad para saber que podía hacerlo y luego alejarse sin resultar herido por una explosión. Pero entonces una mano apareció cubriendo el rostro del menor en la parte de sus ojos y alejándolo de él. La persona que había estado a su lado hasta ahora se acercó a ellos sin que se dieran cuenta.

Mí Héroe [DabiBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora