Mí Héroe [DabiBaku]

Capitulo 43

Bakugou comenzó a comprender a lo que Kariage se refería con ambiente íntimo cuando se sentaron en las butacas del cine los dos juntos y las luces se fueron apagando poco a poco hasta dejarlos a oscuras delante la enorme pantalla.

Los ojos de Touya parecían ligeramente aburridos mirando la pantalla y su rostro oscurecido le daba un toque peligroso, misterioso y encantador que le hizo preguntarse si él no se vería como un patético niño a su lado. Buscando olvidar ese tipo de idioteces, tomó de su gaseosa e intento concentrarse en la película.

Era una película de acción. Por lo general le gustaba el género pero en esta ocasión no podía concentrarse. Sus hombros se rozaban con los del mayor cada tanto y la maldita calefacción del cine lo había puesto incómodo, quería quitarse su chamarra pero abajo apenas traía una musculosa y no tardaría en tener frío.

—Te estás moviendo mucho, ¿pasó algo? ¿necesitas ir al baño?

Katsuki se sobresalto un poco debido a que Touya se acercó demasiado a su oído para hablarle. Pero logro mantener la calma y negó con la cabeza, en lo que se decidía a bajar el cierre de su chamarra para quitársela ya no soportando la incomodidad.

—La calefacción está muy alta —dijo para explicar porqué se quitaba la chamarra y la dejaba arriba de sus piernas para cubrirlas.

El albino dió un asentimiento y trato de volver a mirar la película pero el cenizo traía una de sus musculosa que eran demasiado pegadas a su cuerpo, marcando su excelente forma y, además, sus pezones se habían puesto duros por el ligero frío que sentía. Quería seguir mirándolo pero se contuvo y se enfocó en la película.

Sin embargo, unos diez minutos después, cuando el de quirk explosivo intento agarrar unas palomitas que traía el mayor, sus miradas se encontraron de nuevo y en esta ocasión, el más bajo pudo notar que los ojos azules de Touya le daban una buena repasada a su cuerpo.

A sus pectorales en especial.

El albino atrapado se giro, tenía las mejillas y las orejas rojas, era imposible no notarlo incluso con la baja iluminación de la sala.

Bakugou sintió una especie de cosquilleo en su vientre al reparar en la reacción que le causaba al mayor y se acercó más a él, hasta que sus labios tocaron el cuello expuesto suavemente.

Touya no se movió. Se quedó rígido, quieto y se cruzó de piernas.

Fue su turno de hablarle en el oído.

— ¿Qué pasa, Touya? —preguntó en un tono burlón — ¿Te has puesto tímido?

—No, estoy intentando controlarme y agradecería la cooperación, Bakugou —murmuró el mayor con los labios apretados ante la cercanía del contrario —En serio. Si sigues así, te besaré y tocare ese maldito pecho tuyo hasta dejarlo lleno de mordidas.

—Pervertido —acuso el más bajo y miro hacia la entrepierna del mayor, le quitó el balde de palomitas y soltó una leve risa de incredulidad —Vaya, ¿un beso en el cuello y ya estás así? Te creía más fuerte Touya.

Yo también, maldita sea.

Quizás tuviera algo que ver con que era la primera vez que la persona que le atraía era también la persona de la cual estaba enamorado. Porque si no era así, Touya no se explicaba porqué mierda tuvo una erección tras solo ver los pezones erectos del cenizo y recibir un beso en el cuello.

Su nivel de resistencia y autocontrol parecía haberse ido de vacaciones. Estaba incluso lo bastante avergonzado como para no querer mirar al de quirk explosivo a los ojos.

Mierda, solo quería más tiempo con él viendo una película, ¿por qué le pasaba esto?

La próxima vez buscaría un mejor lugar para estar a solas y dónde pudiera hacerle el menor lo que quisiera sin preocuparse por el público.