CAPÍTULO 21: La boda

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Solo faltaba 1 semana para la boda de Ares e Irene, todo estaba saliendo de maravilla, Hera le había a Irene un precioso vestido de novia con un velo translúcido.
Todos en el Olimpo se alegraban por la pareja, Afrodita como estaba obsesionada con Dioniso, el nuevo dios, pasaba de este tema.

La boda iba a durar 3 días, con una celebración pre-boda llamada proaulia, la ceremonia de la boda llamada gamos y una fiesta post-boda llamada epaulia.

Ares e Irene estaban en su casa acurrucados juntos, su hijo Hilas estaba jugando con Hermafrodito en casa de Hermes asi que tenían intimidad para estar solos.

-Echaba de menos estar a solas contigo- dijo Ares.
-Es verdad que se echa de menos, pero a mí me gusta la vida que tenemos ahora- dijo Irene.
-Una cosa, ¿a quienes vamos a invitar a la boda?- preguntó Ares- tenemos que hacer la lista de invitados- añadió.

Irene se levantó del regazo de Ares y cogió una pluma y un pergamino para anotar a quienes van a invitar a su boda.

-Bueno empezamos, obviamente a tu madre- dijo Irene anotando el nombre de Hera- quien mas.
-Pues a mi padre y mis tíos Hades y Poseidón- dijo Ares y acto seguido Irene apuntó sus nombres.
-Deberíamos invitar a Hermes, se queda a Hilas cuando se queda a jugar con su hijo- dijo Irene.
-Bueno vale, si tú quieres que venga- dijo Ares no muy satisfecho, Irene ignoró eso y apuntó su nombre.

Siguieron apuntando más nombres hasta que en la lista estaban casi todos los dioses del Olimpo, faltaban Eris y Afrodita que obviamente no iban a invitar.

-Bueno, vamos a hacer las invitaciones- dijo Irene.

Cogieron pergaminos y escribieron lo básico y los ataron con un lazo de seda rojo y Hermes los repartió, al principio le pareció raro que uno estuviera destinado para él pero le dio igual luego lo abriría.

Unos minutos después todos los invitados leyeron los pergaminos y estaban felices de ser invitados a la boda de Ares e Irene, tanto que lo celebaron con un banquete, al que Eris y Afrodita no fueron.

♧.♧.♧

Días después:

Hoy es el día de la proaulia, la celebración pre-boda, Irene estaba muy emocionada y feliz, ese sería su día y el de Ares y pensaba que nadie lo iba a arruinar.
Ares tenía una eterna sonrisa en su rostro y un brillo en sus ojos, le encantaba ver a Irene tan feliz.

-Estás expléndida hoy- dijo Ares.
-Tú tampoco estás tan mal- dijo Irene en respuesta.

Ares le dió un beso, en la proaulia como el padre de Irene se murió solo estuvieron los familiares de Ares.
Era por la tarde y ya llegaron todos los invitados, estaban en un salón muy grande con dos mesas, una para las mujeres y otra para los hombres.

Irene se sentó en el medio de la mesa y estuvo hablando con todas las diosas, eran muy amables y dulces con ella.

-Una pregunta Irene, ¿cómo conocistes  a Ares?- preguntó Hestia dándole un sorbo a su copa de vino.

-Una pregunta Irene, ¿cómo conocistes  a Ares?- preguntó Hestia dándole un sorbo a su copa de vino

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Hestia

-Pues me lo encontré desmayado en la plaza de mi ciudad y mi padre decidió llevarlo a nuestra clínica- respondió Irene.
-¿Cómo que desmayado?- preguntó Hera impactada.
-Según el análisis que le hizo mi padre llevaba días sin comer ni beber y eso lo provocó- contestó Irene.
-Tu padre debería estar aquí, ¿dónde está?- preguntó Atenea.
-Murió- dijo Irene- y no pude despedirme de él- añadió con tristeza.

A Perséfone le dió mucha pena Irene, se notaba que quería mucho a su padre, entonces se le ocurrió el regalo de bodas perfecto.

-Que te parece una visita a las Elíseas para visitar a tu padre- ofreció Perséfone- ese sería tu regalo de bodas- añadió.

A Irene le empezaron a brillar los ojos, esa muchacha jóven mejoró su día cuando pensaba que no podía mejorarlo más, no sabía quién era pero le daba igual.

-Sería maravilloso, ¿de verdad puedes hacerlo?- dijo Irene con alegría.
-Claro, soy Perséfone la reina del Inframundo- dijo Perséfone con un tono un poco arrogante.

Irene estaba emocionada, iría a ver a su padre, le echaba tanto de menos y ahora volverlo a ver, era un sueño hecho realidad.

-¿Cuándo iremos a verlo?- preguntó Irene.
-Después de la epaulia- contestó Perséfone.

                                                  Perséfone

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                                                  Perséfone


Irene asintió y volvió a concentrarse en su comida, estaba muy ilusionada de ver de nuevo a su padre, pero ahora debía de centrarse en su boda.

♧.♧.♧

Al día siguiente:

Hera estaba ayudando a Irene a ponerse el vestido, veía que tenía mucha ilusión pero aparte había algo más camuflado.

-Irene, estás muy emocionada ¿es por la boda?- preguntó Hera.
-Si, siento que va a ser el mejor día de mi vida- contestó Irene.
-¿Hay algo más por lo que tengas que estar emocionada?- preguntó Hera.
-Bueno, Perséfone me ha dicho que después de la epaulia me llevaría a ver a mi padre a las Elíseas- dijo Irene- le echo mucho de menos- añadió.
-Eso es muy bonito, pero ahora te vas a casar, disfruta este día- aconsejó Hera.

Irene salió de la habitación, Ares la vió, estaba muy guapa ese día, pusieron una alfombra blanca para señalar el camino que siguen los novios, al llegar al final estaba Hera, dijo la ceremonia de casamiento, los dos dijeron "si quiero".

Para finalizar la ceremonia, cogieron dos copas de oro con vino y ataron una tela blanca, tenían que beber un sorbo, lo bebieron y se colocaron los anillos.

-Ya puedes besar a la novia- dijo Hera.

Ares cogió a Irene por la cintura y la besó, y todo el Olimpo vitorearon a la pareja recién casada.

Un Ares enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora