CAPÍTULO 23: La confesión de Hilas

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Mientras que Irene se iba de las Elíseas, Afrodita estaba con su hijo Eros, planeaban darle a Dioniso con una flecha de oro para que se enamorase de Afrodita y así Eros hacer feliz a su madre, al menos ese era el plan.

Eros disparó la flecha y acertó en el corazón de Dioniso, pero su plan tuvo un fallo y es que Dioniso se enamoró de una princesa cretense de pelo largo moreno y ojos verdes, puesto que este estaba de visita en Creta.

-Disculpa, ¿quién eres hermosa dama?- dijo Dioniso muy enamorado a causa de la flecha.
-Me llamo Ariadna, hija del rey Minos- dijo la jóven confundida.

-Me llamo Ariadna, hija del rey Minos- dijo la jóven confundida

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Ariadna

Afrodita estaba que echaba humo, Eros estaba confundido, no entendía cómo Dioniso no había mirado a su madre si estaba a dos palmos de él.

-Oye Ariadna, ¿te gustaría tomar un poco de vino conmigo?- propuso Dioniso- así tenemos ocasión de conocernos- añadió.
-No parece una mala idea- dijo Ariadna.

Afrodita y Eros decieron irse de ahí, este veía que su madre era capaz de pelearse con la princesa cretense por haberle quitado a su amante.

♧.♧.♧

Irene volvió a su casa, Ares estaba preparando la cena, Aria estaba durmiendo e Hilas estaba sentado en el kline esperando la cena, nada más entrar en la casa, Hilas salió corriendo a abrazar a su madre.

-Hola mamá, papá está preparando la cena- dijo Hilas.
-¿Ah si?- dijo Irene.
-Si y mi hermana Aria está durmiendo, papá la acostó hace un rato- dijo Hilas- ¿mañana puede venir Hermafrodito a jugar?
-Claro que si- dijo Irene.

Hilas se puso feliz, unos segundos después Ares salió de la cocina con unos platos en la mano, estaba poniendo la mesa.

-Irene, ¿cómo te lo has pasado con Perséfone?- preguntó Ares mientras ponía los platos.
-Bien, a lo mejor quedamos otro día- contestó Irene.

La vida le deparaba muy bien a Ares, tenía una mujer que le quería, una hija biológica, Aria y uno adoptivo que le quería, Hilas.
Con el paso de los años Hilas se iba pareciendo cada vez más a Hermes así hasta que ya era evidente, era idéntico a él y se dió cuenta, que no se parecía en nada a Ares, hasta había heredado su inhumana velocidad.

Con el paso de los años Hilas se iba pareciendo cada vez más a Hermes así hasta que ya era evidente, era idéntico a él y se dió cuenta, que no se parecía en nada a Ares, hasta había heredado su inhumana velocidad

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                                                          Hilas

-Mamá, ¿Hermes es mi padre biológico?- preguntó Hilas a la edad de 16 años.
-Pues sí hijo, era evidente que lo averiguaras, eres clavado a él- dijo Irene- Hermes adoptó la forma de Ares para engañarme y que me acostara con él- añadió Irene.
-Entonces, Hermafrodito es mi hermano- dijo Hilas con una cara de espanto- no puede ser.
-¿Qué no puede ser hijo?- preguntó Irene.
-Que me he enamorado de mi hermano- dijo Hilas- me gusta Hermafrodito, desde que era un niño- añadió.

Ares que había escuchado todo apareció y se sentó al lado de Hilas.

-Hilas, aunque no sea tu padre biológico, para mí siempre serás mi hijo, además somos dioses, eso de hermano, primo o incluso tío aquí da igual- dijo Ares- por ejemplo mi tío Hades se casó con su sobrina y tuvo 3 hijos con ella- dijo Ares de ejemplo.

Hilas se sintió mejor luego de lo que le dijo Ares y decidió que debía declararse a Hermafrodito sus sentimientos desde que eran niños.

-Voy a la casa de Hermes- dijo Hilas.

Hilas fue corriendo en dirección a la casa de Hermes cuando alguien lo llamó.

-Hilas, ¿qué te pasa por qué corres tan aceleradamente?- preguntó una voz.

Hilas se giró y lo encontró, un chico con rasgos femeninos, Hermafrodito, su corazón le latía con mucha fuerza. No se lo pensó, lo atrajo hacia sí y lo besó.
Hermafrodito se quedó atonito, no pensaba que Hilas sintiera eso por él, pensaba que era demasiado guapo y nunca llegaría a fijarse en él.

-Hilas, no entiendo nada- dijo Hermafrodito impactado por lo del beso.
-Ah, perdona, es que me gustas, siempre me has gustado- dijo Hilas, se sentía avergonzado.

Hermafrodito se sintió feliz porque sus sentimientos eran correspondidos, asi que debido a esto abrazó a Hilas, lo envolvió en sus delgados brazos.

Hermafrodito se sintió feliz porque sus sentimientos eran correspondidos, asi que debido a esto abrazó a Hilas, lo envolvió en sus delgados brazos

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Hermafrodito

Hilas en correspondencia, agarró sus marcadas curvas y lo atrajo hacia él y volvieron a juntar sus labios.
La reciente pareja se despidió puesto que Hermafrodito tenía prisa y acordaron quedar mañana para saborear los momentos que compartían juntos.

Hilas volvió a su casa, tenía una sonrisa en su cara y las mejillas sonrojadas, entonces se le acercó una chica de pelo negro y ojos azules.

Hilas volvió a su casa, tenía una sonrisa en su cara y las mejillas sonrojadas, entonces se le acercó una chica de pelo negro y ojos azules

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Aria

-Hermano, tienes una cara muy rara- comentó Aria con 15 años de edad.
-Cállate- dijo el chico avergonzado y se sentó en el kline.

Ares e Irene notaron el extraño comportamiento de Hilas, asi que obviamente supieron que les ocultaba algo.

-Hilas, ¿qué te ha pasado?- preguntó Ares.
-Le confesé mis sentimientos a Hermafrodito y hemos empezado a salir- dijo Hilas sonrojado y apartando la mirada.

Su familia se alegró por él y lo celebraron con una buena cena ese día.

Un Ares enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora