Un Ares enamorado

CAPÍTULO 17: La celebración

Al día siguiente, Zeus vino a recojer a Irene y Ares antes del mediodía y se los llevó al Olimpo, y aquello era precioso había fuentes por todos lados, las casas eran muchísimo más lujosas, todo estaba exáctamente igual que cuando Ares fue expulsado.

-Debido a que ahora tienes pareja, mis hermanos y yo te hemos preparado esto- dijo Zeus señalando una casa- aquí vivireis vosotros.

Irene y Ares se sorprendieron al ver la casa, entraron y era muy lujosa, tenía hasta un patio interior con su propia fuente.

-Es muy bonita, gracias Zeus- agradeció Irene.
-Es lo menos que podemos hacer, Ares nos salvó de que Eris acabara con el Olimpo- dijo Zeus.

Unas horas después, hubo una reunión de dioses, todos se reunieron en una gran sala de reuniones, era la primera vez que Irene estaba allí, y no dudó en sentarse al lado de Ares.
Cuando se sentaron todos, Zeus empezó a hablar.

-Bien, voy a anunciar una cosa- dijo Zeus- como todos sabeis, Ares nos salvó de la ira de Eris, así que vamos a estar de celebración todas las noches de un año entero, la asistencia es voluntaria, no voy a obligar a nadie- anunció con emoción.

Todos vitorearon a Zeus, se veía que a los dioses les gustaba mucho la fiesta porque estaban contentos con la decisión de Zeus de estar un año entero de celebración.

Una vez salieron todos de la sala de reuniones, Irene seguía impactada con la idea de estar un año entero de fiesta.
No prestaba mucha atención a su alrededor cuando se le acercó un chico de pelo platinado.

-Irene, aprovecho ahora que no esta Ares para decirte una cosa- dijo el chico.

Irene se dio la vuelta y vio quien le había hablado y no estaba muy contenta, era Hermes.

-¿Qué quieres ahora Hermes?- preguntó Irene.
-Venía a pedirte disculpas por lo ocurrido aquella vez- dijo Hermes- espero que podamos dejar eso de lado y llevarnos bien- añadió.
-Me va a ser dificil olvidarlo debido a que espero un hijo tuyo- dijo Irene.

Hermes se quedó de piedra, ¿espera un hijo suyo? ¿Ares lo sabe?
Esperaba que Ares no lo supiera, porque si lo sabe le espera la peor de las pesadillas.

-¿Ares lo sabe?- preguntó Hermes con algo de temor.
-Fue al primero que se lo conté- contestó Irene.

Hermes decidió irse ahora y escapar, Irene se sentó en un banco al lado de la fuente a esperar a Ares, un minuto después el mencionado llegó y se fueron a su nuevo hogar.

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Un año después:

-Papá, quiero un poco de pan- dijo un niño de pelo platinado y ojos azules.
-Hilas, esperate a llegar a casa- dijo Ares.

Aquel niño resulta ser el hijo de Hermes e Irene, pero Hermes no tiene relación con su hijo porque tiene miedo de Ares.

Ares estaba volviendo a casa con su hijo adoptivo cuando vio a Afrodita con 5 niños y todos se parecían bastante a él, el más mayor sabía que era hijo suyo y que se llamaba Eros, pero no recordaba al resto.

-Afrodita, esos 4 niños se parecen bastante a mí- comentó Ares bastante molesto.
-Bueno, un poco de alcohol y la forma de tu novia ayuda- dijo Afrodita con una sonrisa coqueta- se llaman Anteros, Harmonia, Demios y Fobos- añadió.

Ares estaba furioso, Afrodita lo había engañado 4 veces para que se acostara con ella, le venían de vez en cuando recuerdos salteados de Afrodita dándole una copa de vino y poco más.

Debía disculparse con Irene por esto, por haber concebido con Afrodita aunque no recuerde nada.
Llegó a su casa, vio a Irene y esta le sonrio al entrar, pero él estaba muy serio.

-Ares, ¿qué te pasa?- preguntó Irene preocupada.
-Afrodita me ha engañado, usó tu forma y me emborrachó para acostarse conmigo- dijo Ares a punto del llanto- lo siento muchísimo, de verdad.

Ares cayó de rodillas al suelo, sentía que le había traicionado, se sentía fatal por haber hecho eso.
Irene se quedó de piedra, estaba enfadada con Afrodita, no con Ares porque había sido engañado.

-Ares, te han engañado, no te culpo- dijo Irene.

Irene se agachó y abrazó a Ares, viéndolo así, sintiéndose tan mal obviamente lo perdonó porque no tenía culpa y además no recordaba nada de nada.

-Tú no has hecho nada malo, solo has caido en una trampa- dijo Irene.
-¿No estás enfadada conmigo?- preguntó Ares sollozando.
-Estoy enfadada con Afrodita, no contigo- dijo Irene.

Eso a Ares le tranquilizó mucho, se alegraba de que Irene fuera tan comprensiva, este besó a Irene y la cogió en brazos y siguió besándola y se fueron a su habitación.

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Afrodita estaba en su casa cuidando a sus hijos cuando Hermes entró desolado.

-¿Volviste a acostarte con Ares?- preguntó Hermes.
-Si, que tiene eso de malo- afirmó Afrodita.
-Pero si estabas enfadada con él y querías venganza, ¿por qué?- dijo Hermes- me acosté con Irene por tí- añadió.
-Fuiste tú quien decidió, yo no te obligué- dijo Afrodita- si ya has terminado puedes irte, mis hijos están durmiendo- añadió.

Entonces un niño de pelo platinado con ojos verdes salió, parecía un niño y una niña a la vez, Hermes quedó confuso.

-¿Quién es ese niño?- preguntó Hermes- se parece a mí.
-Es Hermafrodito, tu hijo, puedes llevartelo si quieres- dijo Afrodita.

Hermafrodito al oir esas palabras puso una cara de puchero, Hermes se enfadó muchísimo con Afrodita así que cogió a su hijo y se lo llevó con él.