CAPÍTULO 4: El encuentro clandestino con Afrodita

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Ares estaba descansando los ojos, cuando en sus sueños se le apareció una mujer de larga cabellera rubia y ojos verdes, el dios la conocía bastante bien y no estaba muy contento de verla.

-¿Qué quieres ahora Afrodita?- preguntó el dios- No te basta con echarme del Olimpo- añadió enfadado.
-Ares, quiero reunirme contigo mañana a las 13:00 en la plaza, es importante- dijo la diosa del amor antes de irse fugazmente.

Ares se levantó súbitamente de la cama y dudó si ir a encontrarse con Afrodita, tenía curiosidad de lo que quería decirle, así que decidió ir en su encuentro clandestino.

♧.♧.♧

Al día siguiente, Ares se levantó, desayunó y decidió dar un paseo con Irene, la chica notó que Ares estaba nervioso.

-Ares ¿Qué ocurre?- preguntó Irene.
-Es que una ex quiere encontrarse hoy conmigo, me quiere decir algo- dijo Ares- ¿No te importa si voy?
-Yo no puedo impedirte nada- contestó Irene.
-Ya no siento nada por ella, ahora es otra persona la que ilumina mis días- confesó Ares mirando hacia Irene.

La chica se ruborizó un poco ante las palabras del dios.
Ares abrazó a Irene, esta se sorprendió ante el acto del dios y le devolvió el gesto, Ares decidió que ya era el momento de decirle la verdad sobre sus sentimientos, lo que sentía por ella.

-Irene, no sé exactamente lo que siento, solo sé que quiero estar a tu lado toda la vida- declaró Ares atesorando tener a Irene entre sus fuertes brazos.
-Eso es muy bonito, Ares, a mi también me gustaría que eso pasara- dijo Irene conmovida.

Ares se separó de Irene, y fue a encontrarse con Afrodita, ha sido el poco tiempo que ha pasado abrazado a Irene pero quería volver a tener a la chica entre sus brazos, acariciar su suave melena cobriza.

El dios estaba tan prendido por Irene que la veía incluso más hermosa que Afrodita que era la diosa del amor y la belleza.
Estaba tan absorto en sus pensamientos que no notó que ya había llegado a la plaza de Micenas, eran las 12:55, según la posición del sol, se fijo en una mujer rubia que estaba sentada en un escalón de la base de la estatua de Zeus.

-Pensaba que no vendrías- dijo Afrodita.
-Dime ya lo que tengas que decirme, preferiría estar con otra persona ahora mismo- cortó Ares de forma tajante pensando en Irene.

Afrodita se quedó algo pasmada por la actitud que tenía Ares hacia ella, nunca pensó que un hombre la trataría así, era hermosa.

-No me trates así, soy Afrodita, todo el Olimpo quiere tenerme y estoy contigo- dijo Afrodita intentando seducir al dios de la guerra, cosa que no funcionó.
-Pues yo seré una excepción, venga dime lo que tienes que decirme o me voy- dijo Ares harto de estar allí con esa mujer.
-Bueno, he tenido un hijo tuyo, se llama Eros- dijo Afrodita- lo he traído para que lo veas- añadió.

Afrodita le dio un bebé de tez blanca, tenía unos ojos carmesíes iguales a los de Ares, y un pelo rubio como Afrodita.

-Es un bebé hermoso, yo no puedo quedarmelo- dijo Ares entregándole el bebé a Afrodita.
-No pensaba dártelo de todos modos- dijo Afrodita.

Después de decir eso Afrodita desapareció fugazmente con su hijo, Eros.
Unos minutos después apareció un hombre de pelo castaño y ojos azules zafiro, unos ojos de apariencia inhumana.

-Padre- dijo Ares, confirmando que ese hombre era Zeus.
-Hijo, me he enterado que has tenido un hijo bastardo con Afrodita, ese niño es el dios del romance y desamor- informó Zeus.
-Entonces, puede tener algo que ver su existencia con mis sentimientos- dijo Ares en forma de hipótesis.
-Pues sí, ese niño es un dios, está desempeñando su función aunque sea un bebé- dijo Zeus- para controlar su poder, Afrodita le ha dado un arco con flechas- añadió.

Después de decir eso Zeus desapareció de la misma manera que Afrodita, la verdad si que era importante lo que le tenía que decir la diosa del amor, la existencia de un nuevo dios en el Olimpo, y encima es su hijo.
Para tranquilizarse se echó su melena negra hacia atrás y decidió volver con Irene.

♧.♧.♧

Irene estaba esperando a Ares cerca de la plaza, estaba nerviosa, no sabía quién era esa ex ni porque quería reunirse con él, estaba hecha un flan.

Entonces vio a lo lejos la silueta de Ares, estaba más tranquila, echó a correr hacia él y le besó en los labios, lo admitió de una vez, estaba enamorada de ese hombre misterioso.

-Irene...- dijo Ares sorprendido por el beso.
-Estaba muy inquieta por el encuentro con tu ex- admitió Irene abrazando al dios.
-Ha intentado seducirme, pero la he rechazado- dijo Ares- ya te lo dije, quiero estar contigo, eres la mujer más guapa que he visto. Incluso Afrodita a tu lado no es nada- añadió.
-Pues hagámoslo, hagamos esto oficial- propuso Irene.
-Perfecto- aceptó Ares besando a Irene en los labios.

Un Ares enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora