CAPÍTULO 12: La noticia al volver a casa

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Ares se quedó petrificado al saber que no hay esperanza de volverse mortal, fue el golpe más duro que le han dado en su larga vida.
Avanzó unos pocos pasos y se sentó en una silla de madera, apoyó sus codos en los muslos de sus piernas y se quedó inmóvil, parecía paralizado.

-Sabemos que tenías muchas ganas de volverte mortal, pero eres un dios y no es posible que un dios se vuelva mortal debido a la inmensa energía que posee tu cuerpo- explicó Átropos tan serena como siempre.
-Es entendible, al menos me lo habéis dicho a tiempo, así no me llevo falsas esperanzas- dijo Ares sin cambiar la postura.

Irene se acercó a Ares y le dio un abrazo de consuelo, sabía que no le ayudaría mucho pero quería estar allí para él e intentar que se sienta al menos algo mejor.
Se despidieron de las moiras y emprendieron el viaje de vuelta a casa.

♧.♧.♧

Asclepio estaba sentado en el jardín de la casa cuando sintió un fuerte dolor intenso en el pecho que parecía que le estaban comprimiendo el corazón, empezó a sudar y le dolía el brazo izquierdo, obviamente sabía lo que le estaba pasando, estaba teniendo un infarto.

En sus últimos suspiros apareció una chica pelirroja con una corona de flores y una túnica negra acompañada de una calavera en un tirante.

-Irene...- dijo Asclepio.
-No soy ella, soy Perséfone. He venido en tu búsqueda, Hades te espera- explicó Perséfone.

La alma de Asclepio salió de su cuerpo y se fue con Perséfone para bajar a los reinos de Hades, donde estaría allí por toda la eternidad.

♧.♧.♧

Dos días después:

Ares e Irene llegaron de su viaje, aparcaron el carruaje y la chica risueña fue a buscar a su padre debido a que lo había echado mucho de menos, le había comprado un detalle, un broche, su padre los coleccionaba.

-Papá, hemos vuelto- dijo Irene entrando al jardín de su casa.

Se encontró al hombre en un banco tumbado con los ojos cerrados, la chica pensó que estaba durmiendo así que fue a despertarlo.

-Papá, despierta hemos llegado- dijo Irene.

Ares fue a mover a Asclepio para que se despertara, no lo hizo, así que le tomó el pulso que no tenía, lo temía, se había muerto mientras que ellos estaban de viaje, así que con mucha pena decidió contárselo a Irene.

-Irene, siento decirte esto, pero tu padre ha muerto- dijo Ares.

La chica se derrumbó en el suelo, se lo temía, Hades se reunió con ella para decirle esto y sucedió mientras que no estaba, al menos, quería despedirse de él, cosa que no ha podido. Así que empezó a llorar amargamente, Ares se agachó y la abrazó, la chica le correspondió el abrazo.

-Irene, sé que no es muy buen momento, pero he estado pensando en una cosa- dijo Ares- me gustaría convertirte en una diosa- añadió.
-Para qué,  mi padre ha muerto, era todo para mí, mi mundo.
Ya no tengo razones para vivir- dijo Irene tratando de limpiar sus lágrimas.
-Eso no es cierto, me tienes a mi, yo me convertiré en ese mundo que se vacío. Soy capaz de dar mi inmortalidad para estar contigo- dijo Ares limpiando las lágrimas de Irene.

La chica se sorprendió ante las palabras de Ares, era lo más bonito que le habían dicho nunca, además sabía que Ares era capaz de eso y más.

-Ya lo dije antes, una eternidad sin ti no vale nada- comentó Ares acariciando el rostro de su amada.

Irene le sonrió, no sabía cómo, pero Ares siempre conseguía animarla, daba igual la situación, siempre la animaba con palabras bonitas y halagos, hacía los problemas y las situaciones amargas más llevaderas. Quería estar con él toda la vida así que decidió volverse una diosa.

-Está bien, me convertiré en una diosa- dijo Irene levantándose del suelo.

Ares sonrió, estaba muy feliz de que Irene decidiera volverse una diosa, le habían arrebatado a su padre y el vecindario la miraba con desprecio debido a sus ideales y a que trabajaba de boticaria, un trabajo muy poco común en mujeres.

-Tendremos que buscar a alguien que sepa cómo hacer eso- dijo Ares.
-Mañana si quieres cerramos la clínica y vamos a Delfos a preguntar al oráculo- sugirió Irene.
-Me parece bien- dijo Ares.

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En el Olimpo:

Hermes tenía curiosidad por la petición que le quería hacer Afrodita, llevaba tiempo enamorado de ella así que no vio mala idea echar a Ares del Olimpo, así podría conquistarla siendo servicial con ella. Aparte el rechazo inminente de Ares al presentarle a su hijo dio más esperanzas a Hermes con su plan.

Pero Hermes sentía un profundo odio hacia Ares, debido a que conquistó a Afrodita sin ningún esfuerzo, solo por tener una belleza impecable, él llevaba años intentando tener su amor y Ares lo consigue en 5 minutos.

-Mañana a las 13:00 nos reunimos aquí y te lo explico- dijo Afrodita.
-Me parece bien, estaré aquí- dijo Hermes.

Afrodita tiene un plan en mente para vengarse de Ares, y contaba con la ayuda de Hermes para lograrlo.

Un Ares enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora