Un Ares enamorado

CAPÍTULO 5: El Olimpo sin Ares

Mientras que Ares disfrutaba una nueva vida más tranquila  tenía una relación amorosa con Irene, el Olimpo estaba bastante tranquilo.

-No sabía que el Olimpo podría estar así de tranquilo- dijo Demeter cultivando unas plantas.
-Pues sí, la verdad deberían haber echado antes a Ares- comentó Hestia.

Todo el mundo estaba más tranquilo, el motivo por el que nadie quería a Ares era porque les daba miedo, pero ellos optaban por decir que era porque causaba problemas.
Pero nadie veía venir el problema que se iba a avecinar y todo ocasionado por la expulsión de Ares.

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Una mujer de pelo verde oscuro se acercaba al Olimpo en su carruaje, tenía un aspecto jóven, era muy alta y esbelta, su tez era de un color blanco enfermizo, sus ojos eran negros y vestía una larga túnica gris.
Entró al Olimpo, llevaba un vasija llena de vino y unos aperitivos dispuesta a pasar el rato con alguien, vió a Zeus y se le acercó.

-Hola Zeus- saludó la mujer.
-Hola Eris- dijo Zeus revelando la identidad de la mujer- ¿A qué se debe tu inesperada visita?- preguntó Zeus.
-Vengo a pasar el rato con Ares, ¿sabes dónde se encuentra?- dijo Eris buscando a Ares.
-Debido a disturbios hemos tenido que expulsar a Ares del Olimpo- comentó Zeus.

Eris se quedó de piedra, ¿cómo que han echado a Ares del Olimpo? Ares es el único dios que le cae bien y van y lo echa, se los hará pagar.

-¿¡Cómo que habeis echado a Ares!?- dijo Eris furiosa- sois despreciables- añadió.

Zeus quedó sorprendido ante la reacción de Eris al enterarse de la expulsión de Ares.

-No te pongas así Eris- dijo Zeus algo asustado ante el enfado de Eris, sabía que es mejor no hacerla enfadar.
-Os doy un mes para traerlo de vuelta o haré el Olimpo un verdadero infierno ante el caos- advirtió Eris.

De repente una neblina negra apareció, cuando se disperso, Eris ya no estaba, Zeus estaba muy asustado, sabía que Eris cuando decía algo, lo hacía, y además amenazaba con volver el Olimpo una auténtica pesadilla. Esto era grave, debía reunir a todos los dioses.

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En la reunión de dioses Olímpicos:

Zeus había conseguido reunir a todos los dioses en la sala de reuniones del Olimpo, estaba Poseidón, Hades, Apolo, su esposa Hera, Afrodita, Demeter, Atenea y Artemisa.

-Zeus, hermano ¿Qué te pasa? Pareces muy preocupado- dijo Poseidón viendo la expresión de terror de Zeus.
-Hoy ha venido Eris al Olimpo- dijo Zeus algo distante.
-Si no es Ares, es la otra. Siempre tiene que haber alguien molestando- dijo Artemisa harta de los disturbios.
-Bueno, cuéntanos que pasa ya- dijo Atenea poniendo prisa.
-Eris se ha enterado de que hemos expulsado a Ares del Olimpo- empezó a contar Zeus- se ha puesto histérica, y ha amenazado con sumergir el Olimpo en el caos si no traemos a Ares en un mes- añadió muy preocupado.

Todos estaban preocupados, sabían que Eris estaba obsesionada con Ares de una manera muy enfermiza, y todos la veían capaz de hacer algo así solo por no estar Ares.

-Tenemos que encontrar a Ares- dictó Hades- si Eris sumerge el Olimpo en el caos, caerá- añadió.

Todos los dioses asintieron con la cabeza, bastante preocupados, hasta Hades tenía algo de temor y eso que solía pasar de los asuntos del Olimpo, pero este asunto era demasiado grave para dejarlo pasar.

-¿Por dónde debemos buscar?- preguntó Apolo- el mundo de los mortales es bastante inmenso- añadió.
-La ciudad más cercana es Tesalia, empezaremos buscando por allí- dijo Atenea.
-Bien, mañana empezamos- dictó Hera.

Al acabar la reunión, todos los dioses se fueron de la sala, Afrodita estaba bastante seria y todos lo notaron, solía ser más prepotente y en esta reunión no soltó ninguna palabra de sus labios rosados, solo se limitó en sentarse en una butaca y de ahí no se movió. Ninguno se atrevió a preguntarle nada.

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Hermes estaba paseando por los jardines del Olimpo hasta que vio a Afrodita muy seria sentada en un banco con un bebe en brazos, decidió ir a preguntar qué le pasaba.

-Hola Afrodita, ¿te ocurre algo?- preguntó Hermes sentandose al lado de ella.

Afrodita giró la cabeza para mirar a Hermes, era un chico de pelo rubio platinado, los ojos los tenía de color azul claro, su piel estaba bronceada, llevaba sus típicas sandalias y su sombrero alado.

-No, no me pasa nada, gracias por preguntar- dijo Afrodita, no quería meter a Hermes en sus problemas amorosos con Ares, nunca se llevaron bien.
-Sé que mientes, normalmente sonries mucho y ahora estás decaida- insistió Hermes con mucha tenacidad.

La diosa supo que no le podría  ocultar nada, Hermes era muy observador y conoce todos los gestos y actitudes de todos los del Olimpo.

-Fui a ver a Ares para enseñarle a Eros- dijo Afrodita- yo esperaba que se alegraría y que podríamos formar una familia juntos, pero me rechazó- añadió Afrodita llorando debido al rechazo.
-Ese no te merece, tú mereces a alguien mejor- dijo Hermes para consolarla.

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Un carruaje entró en una guarida situada a las afueras de Esparta, de ese carruaje salió Eris, entró muy furiosa debido a la expulsión de Ares del Olimpo.

-Dentro de un mes, tendrás la venganza que te mereces- dijo Eris con una sonrisa malévola.