Capítulo 79 ~ La princesa Agnes

655 22 0
                                    

Maxi se puso un lujoso chal sobre los hombros y bajó las escaleras acompañada de sus sirvientas.

Su corazón se sentía pesado mientras golpeaba contra su pecho, y su espalda comenzó a sudar frío. Estaba a punto de darle la bienvenida a su primera invitada como Lady Calypse. El hecho de que esta invitada fuera la princesa Agnes solo amplificó su agitación.

Maxi se preguntó qué clase de persona sería la princesa. ¿Sería tan altiva como Rosetta? ¿Le echaría un vistazo a Maxi y la despreciaría por ser tan inadecuada?

Maxi se secó las palmas sudorosas en la falda mientras miraba por las puertas principales abiertas.

Por un tiempo, sólo sus voces les llegaron. Pronto, un grupo de personas vestidas con finas prendas comenzó a subir las escaleras del castillo. Maxi identificó de inmediato a la princesa Agnes.

La princesa parecía el epítome de la dignidad mientras se dirigía al gran salón. Dos jóvenes damas de honor, media docena de asistentes masculinos y caballeros con armadura plateada la seguían en una larga procesión. Estaban flanqueados por los Caballeros Remdragon. Riftan caminó junto a la princesa, actuando como su escolta.

Maxi quedó tan desconcertada que se olvidó de hacer una reverencia. La princesa vestía pantalones de hombre, botas altas, una túnica morada hasta las rodillas y una capa. Sus trenzas doradas estaban sin adornos y caían sueltas sobre sus hombros. Una sonrisa tranquila se dibujó en su rostro bañado por el sol mientras caminaba hacia el castillo.

La princesa parecía tan desinhibida y vibrante, nada en absoluto como Maxi había imaginado. No llevaba joyas; sus deslumbrantes ojos azules parecían impresionantes. Maxi la saludó, sintiéndose ligeramente desarmada.

— Me alegro mucho de conocerla, Lady Calypse — dijo la princesa —. Soy Agnes Drachina Reuben.

— Es... un honor, Alteza... Soy Maximillian... Calypse.

El saludo de Maxi fue lento, pero supo responder con mesura gracias a las horas que había pasado practicando en secreto.

— Espero que... disfrute de su estancia aquí e-en Anatol.

Mientras Maxi se extendía las faldas en una reverencia, las sirvientas detrás de ella hicieron lo mismo con la cabeza inclinada. La princesa Agnes le dedicó una sonrisa que lograba ser despreocupada pero refinada.

— Gracias por recibirnos tan calurosamente en tan poco tiempo.

Riftan dio un paso hacia Maxi como para bloquear a la princesa.

— Mostraré a los caballeros sus aposentos. Dejaré que tu le muestre a S

su Alteza su habitación.

De pie, de espaldas a la luz, su rostro en sombras parecía más grave e imponente de lo habitual. Su túnica azul oscuro y su peto plateado parecían magnificar su musculosa figura.

— Lo... haré — respondió Maxi, levantando la vista hacia él.

Ella esperaba que él le diera un ligero beso en la frente o en la mejilla, pero Riftan simplemente la miró desde una distancia respetuosa antes de volverse hacia los caballeros.

— Permítanme mostrarles sus habitaciones.

Comenzó a caminar hacia la puerta trasera que conducía al anexo. Los caballeros reales y un número igual de sus asistentes lo siguieron.

Ocultando su decepción, Maxi ordenó a las sirvientas que acompañaran al resto del séquito real a sus habitaciones. Las sirvientas rápidamente comenzaron a mover el equipaje.

— He preparado una habitación... e-en el segundo piso del gran salón... para usted, Alteza. Sus asistentes... se quedarán en el mi-mismo piso... ¿Espero que sea de su agrado?

Debajo del Roble ~ Libro 03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora