Capítulo 118 ~ Demostrando su valía

448 22 11
                                    


Riftan miró a Maxi de arriba abajo como si recién hubiera notado su atuendo. Su evidente sorpresa la hizo apretar los pantalones sueltos en su puño y bajar nerviosamente la mirada.

Sus labios se torcieron con irritación.

— ¿Por qué estás vestida así? ¡Maldita sea! Entonces has venido completamente preparada, ¿verdad?

Se frotó la frente como si sufriera un intenso dolor de cabeza.

— ¿Por qué diablos eres tan testaruda? Ya te he dicho que esto no te concierne.

— ¡T-Tú eres el que está siendo testarudo, Riftan! Por favor, no digas simplemente no... y considéralo adecuadamente. S-Si al someterme a un poco... de dificultad... puedo llevar a todo el grupo sano y salvo a Livadon... ¿n-no crees que es un sacrificio que debería hacer?

— Su señoría tiene razón — dijo Hebaron con voz más tranquila, intentando persuadir a Riftan una vez más —. No podemos seguir demorándonos cuando no sabemos qué tipo de peligro enfrenta el grupo inicial en este momento. Pero eso no significa que podamos pedirle al resto de caballeros que pongan en peligro sus vidas innecesariamente. Estamos entre la espada y la pared.

— ¿Está insinuando que es un riesgo aceptable que mi esposa corra peligro?

— ¡Podemos mantenerla a salvo!

— ¡Deja de decir tonterías! Si...

Riftan se interrumpió y apretó la mandíbula.

Su rostro se contrajo en una expresión sombría. Estaba claro que el conflicto entre no permitir que su esposa corriera ningún riesgo y esperar lo contrario de sus subordinados pesaba sobre él. Al ver su dilema, los caballeros comenzaron a intervenir uno tras otro.

— No estamos sugiriendo que llevemos a Su Señoría al centro de la batalla. Una vez que lleguemos a Livadon, podremos solicitar un sacerdote de la iglesia. Su señoría podría permanecer bajo el cuidado de la iglesia mientras viajamos a Louivell.

— Él tiene razón. Sólo necesitamos cruzar la frontera y llegar al puerto, y luego viajaremos en barco. No será tan peligroso.

— ¡El viaje al puerto es el problema! — dijo Riftan, negándose a mirar a Maxi a los ojos.

— Las guaridas de dracos se encuentran repartidas por toda la ruta hacia Livadon y actualmente es la temporada en la que están más activos. Traer a una mujer noble que ni siquiera es capaz de usar magia defensiva básica solo nos obstaculizaría.

Furiosa, gritó Maxi.

— E-Estás equivocado ¡S-Soy capaz de hacer magia defensiva!

— ¿Qué puedes hacer con algo que aprendiste hace apenas unos meses?

— Si te resulta tan difícil de creer, ¿por qué no la ponemos a prueba?

Los ojos de todos se dirigieron al dueño de la voz que de repente había intervenido.

El caballero de piel oscura, que había estado de pie en silencio con los brazos cruzados, se encogió de hombros y dijo.

— Sugiero que probemos la fuerza de la magia defensiva de su señoría. Si ella es capaz de protegerse contra nuestros ataques, eso significaría que es capaz de defenderse contra la mayoría de los monstruos.

— Qué gran idea — dijo Gabel —. Estoy de acuerdo con Edon. Si la magia de su señoría falla, dejaremos este asunto a un lado, y su señoría también debe renunciar a unirse a la campaña.

Maxi encogió los hombros. Aunque había respondido con confianza de sus habilidades, no estaba segura de si su barrera era lo suficientemente fuerte como para bloquear un golpe de uno de los Caballeros Remdragon.

Debajo del Roble ~ Libro 03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora